Rajwa al Saif, la 'niña bien' llamada a ser reina de Jordania bajo la alargada sombra de Rania
Su madre es prima del monarca saudí y ha estudiado en los mejores centros del mundo. Ahora va a casarse con Huseín de Jordania, convirtiéndose así en la futura reina ('inshala')
Cuando una boda real es anunciada por Instagram (el de la reina Rania de Jordania) y el banquete inaugural es presidido por un monarca, el rey Abdalá II, en la corte hachemita con 4.000 invitados que serán agasajados con comida, bebida, poesía y canto de bardos, hay una pequeña disonancia. Pero así es la vida en 2023.
La arquitecta saudí Rajwa Khalid al Saif se casa con el príncipe heredero de Jordania, Hussein. Y, tras el acontecimiento que tendrá lugar este jueves 1 de junio en el palacio de Zahran, en Amán, pasará a ser referida como Su Alteza Real y, con el tiempo (a menos que suceda algún imprevisto con los medios sociales o la monarquía), será la reina Rajwa de Jordania.
Según cuenta en su página web, el primogénito de los reyes hachemitas, el príncipe heredero Hussein, pidió la mano de Rajwa en el hogar de la familia de la novia, en Riad (Arabia Saudita), en presencia de la familia real, o sea, sus padres, y los de la novia, el empresario Khalid al Saif, director y fundador de Al Seif Ingenieros y Contratas, y la madre, Azza al Sudairi, quien es prima del monarca saudí.
“Alhamdullillah (alabado sea Dios, en árabe). Oramos para que Dios nos conceda sus bendiciones. Agradecido a mi querida familia jordana por su sincero apoyo y amables deseos”, escribió en su cuenta de Instagram el príncipe en el día del acontecimiento.
¿Qué se sabe de la discreta Rajwa?
Nació en la capita saudí, Riad, el 28 de abril de 1994. Es la menor de cuatro hermanos, Faisal, Nayef y Dana. La familia de su madre es una de las más prominentes de Arabia Saudita. Hubo incluso una alianza principesca en el reino llamada Sudari Siete, que coaligó a siete príncipes de la familia real saudí, los hijos del rey Abdulaziz y Hussa (la familiar directa de Azza), quien se rumorea que era la esposa favorita del rey. Son descendientes de la tribu Subai, los jeques de la localidad de Al-Attar en Sudair.
Rajwa creció y cursó la educación primara en Riad y sus estudios universitarios los realizó en la Universidad de Siracusa, en Estados Unidos. Estudió arquitectura. En un artículo de la publicación universitaria 'Syracuse News', de 2016, Rajwa, quien entonces tenía 17 años, relataba un viaje que había hecho con sus colegas de curso a Dubái en su clase de startups sostenibles.
“Lo que ha hecho de este viaje algo tan memorable ha sido ver a los estudiantes experimentar la cultura y la arquitectura árabe por primera vez”, y especificó: “Dubái es muy intrigante, tiene arquitectura contemporánea y al mismo tiempo intenta mantener la belleza tradicional de la cultura y la historia árabes”. Dijo, en un papel diplomático, incluso premonitorio, entre el Medio Oriente y sus colegas de estudio occidentales de Siracusa, en un viaje que, según el 'Syracuse New's, fue posible gracias a la generosidad de Al Seif Ingenieros y Contratas, la empresa de su padre.
En aquellos años, Rajwa también organizó un simposio sobre startups en el desierto, según informó 'Harper’s Bazaar Arabia'. En la primavera de 2017, en la ceremonia de graduación, se la ve, a diferencia de sus colegas que también recibían el título, contenta, divertida, equivocándose en la salida y con unas zapatillas de deporte refulgentes y plateadas bajo la toga académica.
Después, la futura reina de Jordania logró un título en Comunicación Visual del Instituto de Diseño, Moda y Comercio de Los Ángeles. 'Harper’s Bazaar Arabia' señala que trabajó en una firma de arquitectos en Los Ángeles, tras lo cual regresó a Riad para incorporarse al estudio de diseño saudita Designlab Experience.
Caballos, henna y mayor protagonismo
Después del anuncio por el Instagram real del compromiso, la portavocía de la monarquía difundió una fotografía de la pareja en agosto de 2022: ella con un vestido azul marino y él como se visten los hombres normalmente, traje de chaqueta y cortaba oscuros. Los fans más radicales notaron una coincidencia entre esa foto y la de Kate Middleton y el príncipe Guillermo en su anuncio de compromiso en 2010. Por el traje azul marino de ambas. Y se lanzaron a las redes sociales a comentarlo.
La reina Rania, por su parte, instagrameó: “¡No creí posible albergar tanta felicidad en mi corazón! Felicidades a mi hijo mayor, el príncipe Husein, y a su preciosa futura esposa, Rajwa”.
Desde la fiesta de la henna organizada por Rania, que es como la despedida de soltera de las novias árabes (también las judías de origen árabe, e incluso las que no tienen origen árabe en Israel, la celebran), Rajwa protagoniza más apariciones públicas con su familia política. Ya ocupó un lugar destacado en la boda de la hija menor de los reyes jordanos, Iman, y Jameel Alexander Thermiotis el pasado mes de marzo.
Y en otra arriesgada hipérbole mediática, la reina Rania, cuya sombra es bien alargada, compartió aún más tras la henna: “Nunca olvidaré cómo nos pusimos de contentos Su Majestad y yo cuando Al Hussein nos dijo que quería casarse con Rajwa. Ella es la respuesta perfecta a todas mis oraciones para él”.
Mientras, Rajwa ha aparecido impecable en actos públicos jordanos acompañando a su prometido, en uno enfundada en un traje fucsia de Zara, y la televisión jordana Roya TV ha contado que entre las aficiones de la prometida están la equitación, el dibujo, las artes plásticas y “crear diseños de arquitectura digital”.
Cuando una boda real es anunciada por Instagram (el de la reina Rania de Jordania) y el banquete inaugural es presidido por un monarca, el rey Abdalá II, en la corte hachemita con 4.000 invitados que serán agasajados con comida, bebida, poesía y canto de bardos, hay una pequeña disonancia. Pero así es la vida en 2023.
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