Carlos Morales, marido de Alexia de Grecia, ve la luz: multiplica beneficios y suma nuevos proyectos
Tras superar el bache de la pandemia, la empresa de arquitectura del yerno de Constantino de Grecia ha presentado unos resultados económicos muy favorables. El proyecto del Palacio de Congresos se ha desbloqueado tras 14 años de espera
Carlos Morales y Alexia de Grecia viven felizmente en el anonimato que les brinda el paraíso en el que residen. Un paraíso físico (Lanzarote) y virtual, al vivir su condición de miembros de la realeza sin ninguna solemnidad. Acuden a los actos indispensables por protocolo o lazos familiares, pero su día a día transcurre con la naturalidad de cualquiera. En su isla, Morales es el yerno del fallecido Constantino y Ana María de Grecia, pero sobre todo es un conocido arquitecto, responsable de algunos de los proyectos más relevantes para la modernización de la ciudad.
Uno de ellos, el Palacio de Congresos de Lanzarote. Parece que, tras 14 años de espera, por fin va a ver la luz uno de los proyectos más ambiciosos de la carrera de Morales como arquitecto. El pasado 11 de septiembre, según ha podido saber Vanitatis, el pleno del Ayuntamiento de Arrecife acordó la cesión al Cabildo de una parcela propiedad del consistorio de 15.260 m² para la construcción de este esperado equipamiento. Es el primer paso para el desbloqueo de un proyecto que comenzó en 2009, cuando Henning Larsen Architects y Carlos Morales ganaron el concurso internacional de ideas para el diseño del Auditorio-Palacio de Congresos de Lanzarote, convocado por el Gobierno de Canarias.
Según 'La Voz de Lanzarote', el equipamiento tenía como objetivo poder albergar simultáneamente el mayor número de eventos turísticos, empresariales y culturales. En 2011, los arquitectos entregaron al Gobierno canario el proyecto, cuya ejecución se estimó que costaría unos 30 millones de euros. "Varios mandatos después, varios alcaldes y alcaldesas después, tras aparecer y desaparecer en varios presupuestos de la Comunidad Autónoma, pronto veremos el inicio de las obras. Su ubicación está prevista en una pieza de suelo que cederá el Ayuntamiento, situada en la Avenida Fred Olsen, junto a la carpa del llamado recinto ferial", se lee en la prensa local.
El deseado Palacio de Congresos de Lanzarote se enquistó desde varios frentes. El proyecto que diseñó Morales junto a Henning Larsen Architects estuvo parado por problemas administrativos y falta de liquidez más de una década, pero en otoño de 2019 el Cabildo anunció su intención de revitalizar el proyecto, un soplo de aire fresco para el yerno de Constantino de Grecia. Morales se puso manos a la obra y presentó la actualización del proyecto, que costó 150.000 euros. Lanzarote era la única isla, entre las más pobladas y turísticas, que carecía de un equipamiento de esas características. Tras volver a pararse el asunto por la pandemia parece que, ahora sí, el asunto saldrá adelante.
Desde su estudio, Morales ha dirigido varios proyectos importantes, como la ampliación del exclusivo puerto deportivo y sus tentáculos, restaurantes, hoteles o el citado Palacio de Congresos. Sin embargo, en los últimos ejercicios las cuentas del despacho no han sido buenas. En 2019 facturó 95.000 euros que no le sirvieron para cubrir gastos y tuvo que cerrar en números rojos: 9.664 euros de pérdidas. La cantidad es relevante sobre todo si la comparamos con el ejercicio 2018, cuando obtuvo unos beneficios limpios de 73.000 euros. La explicación estaba en la sensible bajada de su cifra de negocio, su trabajo diario, digamos, que pasó de los 254.000 euros de 2018 a los 96.000 de 2019.
La empresa volvía así a los números rojos, una tónica a lo largo de los últimos años. En 2015, el estudió facturó 288.000 euros, pero las pérdidas fueron de 122.816 euros; en 2016 ingresaron, antes de impuestos y gastos diversos, 120.718 euros, y registraron pérdidas de 98.271; y en el peor año, 2017, las pérdidas fueron mayores que los ingresos: ganaron 185.910 euros, pero tras impuestos y gastos varios se quedaron en un menos 236.826 euros. Morales se asoció aquel año con un empresario ruso en otra empresa, Longevity Partners SL. Esta asociación terminó a finales del año pasado, y en diciembre de 2020 el Registro Mercantil certificó la extinción de esta sociedad.
Para paliar un poco esta situación, el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital concedió a Carlos Morales Arquitecto SL en 2020 una ayuda de 48.000 euros, uno de los llamados 'créditos ICO'. Como tantas pequeñas empresas, necesitó ayuda para solventar la crisis provocada por la pandemia. Para Morales, la última parte de aquel año fue especialmente dura. A los problemas económicos, se sumó la muerte de su padre. Miguel Morales, profesor en la Escuela de Pesca durante décadas, falleció en septiembre de 2020 a la edad de 88 años.
Sin embargo, ese bache económico parece ser ya agua pasada. Las cuentas que acaba de presentar el despacho de Morales en el Registro Mercantil han cambiado radicalmente. El yerno del fallecido Constantino de Grecia declara haber cerrado el ejercicio 2022 con unos beneficios de 412.000 euros gracias a haberse deshecho de algunos activos y a haber aumentado su cifra de negocio. La sociedad ha convertido en liquidez lo que antes eran activos no corrientes, y 'presume' de tener en caja 808.000 euros.
Vida discreta
El 9 de julio de 1999, Carlos Morales y Alexia de Grecia se casaron en la catedral londinense de Santa Sofía, lejos de la pequeña ciudad donde nació y creció el novio. Alexia llevaba un vestido de Inga Sprawson y una tiara de diamantes de su abuela, la reina Ingrid. Entre los invitados, una generosa representación de la realeza europea y un puñado de lanzaroteños 'como peces fuera del agua'. Aquel enlace bañado de oropel y la inevitable presencia del matrimonio en las citas familiares son las únicas pistas de que, tras 22 años de unión, la pareja y sus cuatro hijos son algo más que un matrimonio de clase acomodada de la isla.
Carlos Javier Morales Quintana creció en el seno de una familia numerosa de cinco hermanos, hijo de este profesor y de una auxiliar administrativa. Se crio en uno de los barrios más populares de la isla, Puerto del Carmen. Hasta que se marchó a estudiar Arquitectura a la Universidad Politécnica de Barcelona, su vida transcurrió plácida en una casa frente al mar. Fue en Barcelona donde conoció a Alexia de Grecia, con la que ha conseguido llevar una vida blindada y prácticamente anónima en la isla.
El matrimonio ha elegido la normalidad, a pesar del árbol genealógico de Alexia de Grecia. La dama es princesa por partida doble, al ser hija de Constantino de Grecia y de Ana María de Dinamarca. La sobrina de la reina Sofía nació en el palacio familiar de Mon Repos, en Corfú (Grecia), donde residió hasta que empezó su exilio dos años más tarde, tras no prosperar el contragolpe que preparaba Constantino de Grecia. Se ha criado entre Roma, Dinamarca y Londres, y hoy exhibe un suave acento canario cuando habla su perfecto castellano. La pareja se trasladó a Lanzarote desde Barcelona cuando ya tenían dos hijas, el ambiente les parecía más sano y tenían más lazos familiares. Y allí han hecho su vida. Tres de sus hijos, Arrietta, Ana María y Carlos, ya han cumplido 18 años. Amelia cumple próximamente 16. Y lo mejor es que nadie (o pocos) saben quiénes son.
Carlos Morales y Alexia de Grecia viven felizmente en el anonimato que les brinda el paraíso en el que residen. Un paraíso físico (Lanzarote) y virtual, al vivir su condición de miembros de la realeza sin ninguna solemnidad. Acuden a los actos indispensables por protocolo o lazos familiares, pero su día a día transcurre con la naturalidad de cualquiera. En su isla, Morales es el yerno del fallecido Constantino y Ana María de Grecia, pero sobre todo es un conocido arquitecto, responsable de algunos de los proyectos más relevantes para la modernización de la ciudad.