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El príncipe Eduardo llega a los 60 como el actor secundario reconvertido en pieza clave
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FAMILIA REAL BRITÁNICA

El príncipe Eduardo llega a los 60 como el actor secundario reconvertido en pieza clave

El cumpleaños del hermano pequeño de Carlos III sirve para poner en valor la figura de un hombre que si bien siempre ha pasado desapercibido, ahora cobra un papel primordial

Foto: El príncipe Eduardo y su esposa, en una imagen de archivo. (EFE/M. A. Pushpa Kumara)
El príncipe Eduardo y su esposa, en una imagen de archivo. (EFE/M. A. Pushpa Kumara)

Las circunstancias que rodean a la familia real británica no son las más propicias para que en sus miembros nazcan ganas de celebrar cualquier acontecimiento. La baja médica y desaparición del ojo público de Kate Middleton, así como el diagnóstico de cáncer del rey Carlos III han puesto patas arriba el organigrama de la Casa Real y todas sus planificaciones.

Foto: La princesa de Gales, Kate Middleton. (Getty)

Este domingo 10 de marzo, el príncipe Eduardo cumple 60 años y lo hace en medio de este convulso ambiente. Sin embargo, precisamente por ese motivo, esta fecha sirve para poner en valor la figura de un hombre que si bien siempre ha pasado más desapercibido que sus hermanos, ahora cobra un papel primordial.

placeholder El príncipe Eduardo, en una imagen de archivo. (EFE/Toms Kalnins)
El príncipe Eduardo, en una imagen de archivo. (EFE/Toms Kalnins)

Carlos III está centrado en su tratamiento médico, la princesa de Gales en su recuperación y Camilla, que había tomado las riendas de la institución, de vacaciones después de una intensa agenda que parece haberla superado.

Ahora, el príncipe de Gales, la princesa Ana y el príncipe Eduardo son las cabezas visibles. En concreto, el duque de Edimburgo ha atendido ocho compromisos oficiales esta semana. Realizó una visita a Stafford, donde acudió a un club de boxeo amateur antes de dirigirse a la sede de la Policía de Staffordshire para asistir al décimo aniversario del plan de cadetes de la fuerza.

El miércoles se dirigió a Leatherhead, donde visitó un teatro y una estación de radio comunitaria, y el viernes, acompañado de la duquesa de Edimburgo, en Leeds, asistió a los Community Sports Awards en Headingley, a una representación de Romeo y Julieta en el Gran Teatro de Leeds y a un ensayo del Northern Ballet.

Esta apretada agenda le ha permitido disfrutar de un cumpleaños libre de compromisos y que sirve como acontecimiento perfecto para resaltar el trabajo del benjamín de Isabel II.

placeholder El príncipe Eduardo y su esposa, Sophie, en una imagen de archivo. (EFE/A. Carrasco Rage)
El príncipe Eduardo y su esposa, Sophie, en una imagen de archivo. (EFE/A. Carrasco Rage)

Nacido en 1964 en el palacio de Buckingham de Londres, el príncipe Eduardo ha sido el hijo más desconocido y menos mediático de la reina. Eso no le ha permitido, sin embargo, librarse de varias polémicas a lo largo de su vida.

Tras licenciarse en Historia en la Universidad de Cambridge en 1986, se alistó en los Marines. Para sorpresa de todos, abandonó antes de graduarse con el fin de dedicarse a lo que consideraba su verdadera pasión: la producción teatral y televisiva. Este empeño le llevó a empujar a la familia real a participar, en 1987, en una especie de yincana medieval que fue televisada y que se llamó 'It's a royal knockout'. El propósito fue recaudar dinero para varias ONGs y el éxito de audiencia en la BBC fue tremendo. A pesar de ello, la imagen de la monarquía quedó empañada y perdió seriedad.

Tampoco ayudó a mejorar esa imagen su esposa Sophie, con la que contrajo matrimonio el 19 de junio de 1999. Dueña de una empresa de relaciones públicas, pronto fue acusada de utilizar su posición real para atraer nuevos clientes a su negocio. Todo empeoró cuando fue engañada por un periodista que se disfrazó de jeque árabe para hacerse pasar por un potencial cliente para su empresa. Sophie fue grabada criticando a la reina Isabel II, al príncipe Carlos y a Camila.

Todos estos errores de la pareja provocaron un distanciamiento entre Carlos y su hermano. El paso del tiempo logró calmar las aguas, sobre todo a partir del momento en el que el príncipe Eduardo y su esposa abandonaron sus negocios en 2002 y comenzaron a centrarse en su papel dentro de la Casa Real británica y en su vida familiar con la llegada al mundo de su hija Lady Louise en 2003 y de su hijo James en 2007.

placeholder El príncipe Carlos y el príncipe Eduardo, en una imagen de archivo. (Getty)
El príncipe Carlos y el príncipe Eduardo, en una imagen de archivo. (Getty)

Cuando Felipe de Edimburgo murió, el príncipe Eduardo se volcó en suplir el papel de su padre y en representar a la Corona en eventos en el extranjero.

Si para la reina resultó un gran apoyo, ahora Eduardo lo es para su hermano cuando éste se encuentra viviendo su momento más débil desde que subió al trono. Esta voluntad de remar a favor de obra de la institución está por encima de las supuestas rencillas que muchos expertos en la familia real británica han señalado durante años entre Carlos y Eduardo. Los celos del hoy rey por la cercana relación de Isabel II con su hijo pequeño o la voluntad del padre de Guillermo y Harry para estrechar el núcleo duro de la monarquía y centrarlo en él, Camila, Guillermo y Kate han sido algunas de las causas apuntadas de ese mencionado distanciamiento.

Giros inesperados de la vida, como el que ha dado este 2024 la realidad de la Casa Real británica, han provocado que el príncipe Eduardo cumpla 60 años convertido en una pieza clave para que las actuales circunstancias no frenen el engranaje de una institución que centra todas las miradas.

Las circunstancias que rodean a la familia real británica no son las más propicias para que en sus miembros nazcan ganas de celebrar cualquier acontecimiento. La baja médica y desaparición del ojo público de Kate Middleton, así como el diagnóstico de cáncer del rey Carlos III han puesto patas arriba el organigrama de la Casa Real y todas sus planificaciones.

Isabel II Príncipe Carlos de Inglaterra
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