Lady Louise, la niña bonita de Isabel II, cumple 18 años: su historia de superación

Es la nieta más pequeña de Isabel II, hija del príncipe Eduardo y Sophie de Wessex, así como prima del príncipe Harry, el príncipe Guillermo, Eugenia y Beatriz de York. Sin embargo, Lady Louise siempre ha mantenido un perfil bajo en comparación con otros miembros destacados de la familia real. Así lo quisieron sus padres, quienes, con el fin de alejarla del ojo mediático, decidieron que no tuviera ningún título real.

A pesar de todo ello, Lady Louise se convirtió en noticia prácticamente desde su nacimiento, no solo por ser nieta de la reina de Inglaterra, sino por las duras circunstancias que rodearon su llegada al mundo.

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Maite Torrente

Este lunes 8 de noviembre, hace 18 años que su madre, la condesa de Wessex, tuvo un parto prematuro que se adelantó 3 semanas. Sufrió un desprendimiento de placenta, lo que obligó a que se le practicara una cesárea de urgencia. Las consecuencias fueron nefastas tanto para ella como para la pequeña Lady Louise. La vida de la esposa del príncipe Eduardo peligró debido a la cantidad de sangre que perdió. La salud de su hija también se mantuvo muy delicada durante 3 semanas hasta que el 23 de noviembre del 2003 Lady Louise recibió el alta. Pero el parto prematuro le dejó secuelas. Le detectaron exotropía, un trastorno ocular conocido comúnmente como estrabismo, que condicionó toda su infancia.

En 2006, con tan solo 3 años, fue operada sin éxito. Con 5 años, Louise continuaba con los mismos problemas de visión. Pero sus padres no tiraron la toalla y lo volvieron a intentar en 2014. Afortunadamente, esta vez la operación a la que fue sometida funcionó y hoy, a sus 18 años, Louise ya no sufre los problemas oculares con los que tuvo que crecer.

Sus duras circunstancias, unidas a un carácter dulce y tímido, hicieron que toda su familia se volcara con ella. Con 8 años se pudo comprobar lo importante que la pequeña era para todos ellos. Fue cuando Lady Louise protagonizó su primer momento estelar en un evento familiar seguido por todo el mundo, cuando ejerció de dama de honor en la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton. Aquella niña de rostro angelical que desprendía inocencia saludando a todos mientras acompañaba a su primo, el príncipe Harry, en un coche de caballos, encandiló a todo el público.

Una destacada relación ha tenido con sus abuelos, Isabel II y el duque de Edimburgo. Para la reina ha sido su niña mimada y siempre ha tenido una especial atención con ella.

El vínculo con su abuelo fue también muy estrecho. Dicen que ella era su nieta favorita. Fue la primera de sus descendientes que llevó su apellido, Mountbatten-Windsor, cuando renunció a los títulos reales. De no haberlo hecho, el apellido que tendría que haber utilizado habría sido el de Windsor. Además, entre sus nombres, está el de Alicia, el mismo de la madre del duque de Edimburgo.

Para el esposo de Isabel II, estos detalles siempre contuvieron un gran significado emocional. Pero otra característica en la personalidad de Lady Louise logró que entre abuelo y nieta se generara un vínculo muy intenso. La joven heredó el gusto por la afición que más apasionaba al marido de Isabel II, como era la de conducir coches de caballos. Juntos practicaron este deporte que hoy Louise, gracias a su abuelo, domina con gran destreza. Tras la muerte del duque de Edimburgo, fue Louise quien heredó su carruaje tirado por caballos y sus dos ponis Fell.

A pesar de que continúa manteniendo una discreta posición dentro de la familia real, a medida que Lady Louise va cumpliendo años y creciendo, va acaparando más atención mediática y se deja ver con más asiduidad en actos públicos.

En septiembre de 2020 todas las miradas se giraron hacia ella cuando decidió acompañar a sus padres en el World Clean Up Day (Día Mundial de la Limpieza).

La jornada permitió ver a muchos royals metidos en faena, ayudando a limpiar playas, como en el caso de la reina Sofía, o calles, como Alberto de Mónaco y sus hijos.

El príncipe Eduardo acudió a la playa de Southsea, en Portsmouth, acompañado de su mujer, Sophie de Wessex, y sus dos hijos, Lady Louise y Lord James. No era nada habitual que los dos nietos de Isabel II se dejaran ver en público en un evento al que sus padres acudieron en representación de la familia real. Los dos hermanos solo suelen dejarse ver en reuniones o celebraciones estrictamente familiares.

Lady Louise demostró lo mucho que había madurado. Atrás quedó aquella niña tímida, y en esta ocasión derrochó simpatía y naturalidad tanto con su familia como con los periodistas.

De nuevo, fue foco de atención en julio 2021 cuando causó un gran revuelo al asistir, como gran apasionada que es de los caballos, al Royal Windsor Horse Show. Lo más llamativo de su aparición en este evento anual ecuestre, que es el favorito de la reina, fue el look que escogió, una chaqueta que inevitablemente recordaba a la que lució su abuelo, el duque de Edimburgo, en una de sus últimas fotos oficiales, la que vistió cuando posó junto a Isabel II en 2020, en su 99 cumpleaños.

Parece que la confianza de la reina y de los padres de esta joven que cumple la mayoría de edad este 8 de noviembre ya es total en lo que se refiere a ser una ejemplar representante de la institución. Su exquisita educación, así como su personalidad dulce y natural, gustan al público y en la Casa Real lo tienen claro. Quizás este sea el motivo por el que sus apariciones públicas se están dando, en los últimos tiempos, con más frecuencia de lo normal. El ejemplo más reciente lo tenemos en el pasado mes de septiembre, cuando la BBC emitió un programa especial en recuerdo del fallecido duque de Edimburgo: 'Prince Philip: The Royal Family Remembers'. En el mismo, Lady Louise protagonizó un momento estelar al aparecer ante las cámaras hablando de su abuelo. Al referirse al deporte que practica, conducir coches de caballos, dijo: "El duque de Edimburgo estuvo muy involucrado en mi trayectoria, lo cual fue encantador, pero también me ha dado un poco de miedo porque él inventó este deporte. Es increíble haber aprendido de primera mano de él y definitivamente es algo que creo que nos acercó".

La nieta de Isabel II recordaba con emoción momentos vividos con su abuelo y demostraba la gran admiración que sintió siempre por él: "Después de una competición, siempre me preguntaba cómo me había ido. Se le iluminaban los ojos porque se emocionaba mucho cuando hablaba de ello. Cuando íbamos a conducir un carro, en primer lugar, me llevaba por una ruta diferente cada día. No sé cómo lo conseguía, pero me contaba todo tipo de anécdotas sobre absolutamente todo. Sinceramente, es una de las personas más interesantes que he conocido”.