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Mary de Dinamarca, con vestido de gala blanco y pendientes de diamantes solo para reinas
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SUS PROPIAS JOYAS DE PASAR

Mary de Dinamarca, con vestido de gala blanco y pendientes de diamantes solo para reinas

En su segundo acto de gala del año, aunque sin tiara, la reina danesa pudo presumir de algunas de las piezas más valiosas que posee el joyero histórico de la familia

Foto: Mary y Federico de Dinamarca, durante la recepción al cuerpo diplomático. (Gtres)
Mary y Federico de Dinamarca, durante la recepción al cuerpo diplomático. (Gtres)

Los reyes daneses son los que más pronto estrenan la agenda anual y, además, a lo grande. Si el mismo día 1 ya celebran una cena en palacio para el Gobierno, este lunes 6 hacían lo propio para el cuerpo diplomático. Una cita, a diferencia de la primera, que es sin tiaras, pero en la que Mary de Dinamarca se vistió de gala, con un diseño en color blanco y con unos pendientes de diamantes destinados solo a las reinas.

Y es que estas espectaculares piezas pertenecen al llamado 'Løsørefideikommis', el fideicomiso de propiedad real danés, con joyas que pertenecen a la Corona y que no se pueden vender ni desmontar y son para uso exclusivo de la reina danesa. Es ahora Mary la única que puede lucirlas y pasarán décadas, probablemente, antes de que las veamos en manos de otra propietaria que, sería, si todo va sobre lo previsto, la pareja del príncipe Christian, futuro monarca.

Junto con la pulsera, que también tiene una historia curiosa, estos pendientes de diamantes fueron los elegidos por Mary para recibir, junto al rey Federico, al cuerpo diplomático en Christiansborg. Con estas joyas, la australiana coronó un look con su vestido blanco y dorado como protagonista. Un diseño de Teri Jon by Rickie Freeman que estrenó en su primer viaje oficial como reina a Groenlandia, el pasado julio.

placeholder Los reyes Federico y Mary, durante la recepción. (Gtres)
Los reyes Federico y Mary, durante la recepción. (Gtres)

Cierto es que el vestido, con su impoluto blanco y sus brocados dorados, ya era suficiente para que Mary acaparara todos los focos, algo que ya suele hacer de por sí, de gala o no. Pero quiso dar el toque histórico al look con estas dos joyas, cada una con una curiosa historia y, en el caso de los pendientes de diamantes, con una característica bastante peculiar.

Las piezas datan del siglo XVIII y presentan un diamante grande y debajo otro colgante en forma de pera. Pertenecieron a la princesa Anna de Orange, nacida en 1709 como princesa de Inglaterra, pero casada con Guillermo de Orange. Fueron heredados por la reina Luisa de Dinamarca como parte de la colección que perteneció a su madre, la reina Luisa de los Países Bajos, que se casó con Carlos XV de Suecia.

Los pendientes también se pueden utilizar como colgantes en un collar y, como decíamos, presentan una característica bastante curiosa, ya que por su peso, las piezas originales presentan una estructura para que puedan colgar del pabellón auricular y no del lóbulo, evitando así que este se rasgue, algo que no es exclusivo de estos pendientes, sino que también lo vemos en otras joyas de la colección. Es verdad que en las fotografías no se aprecia la estructura, por lo que es posible que, o bien la reina Mary la haya retirado y los luzca sin ella, o bien esté disimulada con el cabello.

placeholder La reina Mary de Dinamarca, durante la recepción. (Gtres)
La reina Mary de Dinamarca, durante la recepción. (Gtres)

Y si los pendientes tienen una historia muy ligada al árbol genealógico del rey Federico, la de la pulsera no es menos. El brazalete destacaba sobre los guantes blancos de piel que lució Mary, quien tuvo que quitarse uno de ellos para el tradicional pasamanos.

Se trata de una pulsera de oro, con grandes eslabones planos y redondos que se entrelazan. Tiene otra característica curiosa y es que se puede cerrar con una pieza añadida, formada por un diamante grande ovalado y dos pequeños a los lados, los tres rodeados, a su vez, de un anillo con pequeños diamantes. Esta pieza se puede llevar de forma independiente como broche.

Fue uno de los regalos de compromiso de Carlos XV de Suecia a su esposa, Luisa de los Países Bajos. Esta la legó a su única hija, Luisa de Dinamarca, que la entregó en 1910 a ese fideicomiso de la Casa Real danesa, un fondo que podríamos comparar con ese 'lote de pasar' que dispuso la reina Victoria Eugenia para que algunas de sus joyas más valiosas se quedaran como propiedad de la Corona española y que ahora luce con cierta frecuencia doña Letizia.

Los reyes daneses son los que más pronto estrenan la agenda anual y, además, a lo grande. Si el mismo día 1 ya celebran una cena en palacio para el Gobierno, este lunes 6 hacían lo propio para el cuerpo diplomático. Una cita, a diferencia de la primera, que es sin tiaras, pero en la que Mary de Dinamarca se vistió de gala, con un diseño en color blanco y con unos pendientes de diamantes destinados solo a las reinas.

Mary de Dinamarca
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