La reunión de reyes y príncipes más insólita: las imágenes más íntimas y olvidadas de las bodas de plata de Harald y Sonia

Con la serie sobre la historia de amor prohibido de los reyes noruegos recién estrenada, han 'resucitado' las imágenes más íntimas y olvidadas de las bodas de plata de Harald y Sonia. Una celebración que supuso una insólita reunión de reyes y príncipes de toda Europa, durante varios días y con diferentes actividades, que fueron desde la cena de gala con tiaras al trekking por los fiordos.

Nos tenemos que situar en agosto de 1993, unos días en los que en el país nórdico el verano ya se ha quedado atrás y en los que prácticamente todos los monarcas europeos, sus parejas y muchos de sus hijos tenían sus agendas en blanco. Una libertad que les permitió apuntarse a las diferentes actividades organizadas por Harald y Sonia para celebrar sus 25 años como matrimonio.

Y si bien hubo una cena en el Palacio Real de Oslo que fue muy vistosa, por el habitual despliegue de vestidos y joyas de las royals, son mucho más curiosas las imágenes de los fastos a los que disfrutaron al aire libre, en una excursión a los fiordos, en la que los invitados disfrutaron de su compañía, más como primos y amigos que como reyes y príncipes.

En las imágenes, se puede ver, por ejemplo, a don Juan Carlos y doña Sofía. Un encuentro con sus homólogos curioso al menos, ya que la madre del actual rey Felipe se ha convertido en protagonista involuntaria de la serie que mencionábamos al principio, puesto que era una de las candidatas en las que el padre de Harald de Noruega había pensado para casarse con su hijo.

Pero el entonces príncipe tenía otros planes y Sofía no estaba precisamente en ellos. La cosa es que, cada uno con su pareja, han compartido desde entonces numerosos encuentros reales como este, campestre y campechano. Y no solo porque estuviera el rey Juan Carlos.

Los ahora eméritos estuvieron acompañados de sus hijas, las infantas Elena y Cristina, a las que también se ve en unas imágenes que ya estaban olvidadas. Mucho se habló entonces de que doña Elena podría ser una opción para desposarse con el hijo pequeño de la reina Isabel, el príncipe Eduardo, que asistió a esta fiesta en representación de la monarca y ejerció de 'partner in crime' de Elena en diferentes actividades.

El gran ausente, el entonces príncipe Felipe, que no pudo asistir porque se encontraba a punto de comenzar el máster en Georgetown. Lo hacía, además, junto a su primo Pablo de Grecia, que tampoco estaba en este encuentro tan royal.

Sí pudieron celebrarlo, por ejemplo, algunos de sus homólogos, como el príncipe Federico de Dinamarca, a quien vemos a bordo del barco en el que cruzaron el fiordo junto a la infanta Cristina, o Guillermo de Luxemburgo, solo un niño por aquel entonces.

No faltaron Nicolás de Grecia o su hermana Alexia, acompañados de sus padres, los reyes Constantino y Ana María, como tampoco el monarca sueco y su esposa, la reina Silvia, o Margarita II de Dinamarca.

Cierto es que la lista de invitados a estas bodas de plata de Harald y Sonia no fue irrepetible, puesto que gran parte de ellos asistieron a otros enlaces reales que se celebraron años después, siendo el de Victoria de Suecia el último gran acontecimiento que tuvo una asistencia parecida.

Pero lo que no es tan normal es ni el programa de celebraciones ni el atuendo. Primero, porque, como vemos en la imagen, además de excursiones en barco y caminatas por los fiordos, el abultado grupo de royals disfrutó de una comida al aire libre y estamos mucho más acostumbrados a verlos en los palacios reales, con vestidos de gala y acompañados de un estricto protocolo. Pero además, no pasa desapercibido el uniforme que Harald y Sonia quisieron para sus amigos.

Porque prácticamente todos, sin excepción y sin importar si eran reyes, reinas, príncipes o princesas, se colocaron una sudadera en la que se podía leer "Bodas de Plata. 1993", para tener bien marcada la fecha y la ocasión. Una celebración multitudinaria y de la que ahora hemos visto estas imágenes olvidadas, con buena parte del Gotha europeo acompañando al monarca noruego y su mujer en un día más que especial.