El regreso (en rojo) de Kate Middleton: un año después del vídeo que cambió su vida
Tras varios meses de silencio, la princesa de Gales reveló que padecía cáncer. El secretismo inicial creó una auténtica crisis institucional en la monarquía británica
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Uno solo viste de rojo cuando se siente seguro. Eso es lo que dicen los expertos. Por lo tanto, el hecho de que Kate Middleton haya elegido este color para sus últimos actos públicos es “tremendamente significativo”. “Quiere decir a todos que ha vuelto”, apunta la historiadora real Amanda Foreman.
Se cumple ahora un año del vídeo que conmovió al mundo en el que la princesa de Gales revelaba que padecía cáncer mostrando sin filtros toda su vulnerabilidad. Cuando una de las mujeres más fotografiadas del mundo desaparece durante tres meses sin dar explicaciones no se puede esperar que la gente no reaccione. El secretismo inicial creó una auténtica crisis institucional en la monarquía británica.
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La información oficial se ceñía únicamente a una “intervención abdominal”. Pero ante la ausencia continuada de detalles, las teorías de la conspiración iban creciendo peligrosamente como una gran bola de nieve. Palacio perdió el control de la narrativa. Y la única forma de recuperarlo fue contar la verdad.
Pero Kate, de 43 años, ha vuelto. Y lo hace vestida de rojo. Toda una declaración de intenciones por parte de una mujer convertida en piedra angular de la familia real en uno de los momentos más delicados. No en vano, Carlos III, de 76 años, padece también un cáncer -cuyo tipo tampoco se ha especificado- que le fue detectado al mismo tiempo que su nuera.
Reaparición simbólica
La reaparición de ambos el pasado 10 de marzo en los actos conmemorativos del Día de la Commonwealth tras su ausencia el año pasado debido a su enfermedad fue de lo más simbólica. Para la ocasión, Kate lució un 'abrigo-vestido' rojo firmado por Catherine Walker con un maxilazo en el escote y tocado a juego, un collar de perlas que perteneció a Isabel II y los icónicos pendientes Collingwood que eran de la princesa Diana de Gales.
No obstante, a principios de año, el Palacio de Kensington, residencia oficial de los príncipes de Gales anunció que ya no compartiría regularmente detalles sobre sus atuendos. Esta decisión, según los expertos, subraya la evolución de la imagen pública de la futura reina consorte: una imagen de confianza discreta, resiliencia y cercanía.
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“Se la veía mejor que nunca desde que ha ido retomando poco a poco sus deberes reales", declara a 'People' Ailsa Anderson, ex secretaria de prensa de la difunta reina Isabel II. "Quizás estaba reflexionando sobre dónde estaba el año pasado por estas fechas, dónde está ahora y el camino que ha recorrido".
Estrategia fallida
Fue un mes después de someterse en enero de 2024 a una “cirugía abdominal programada”, cuando le diagnosticaron el tumor. La princesa de Gales optó por el silencio. Pero la estrategia no funcionó. Es más, el intento por calmar los rumores publicando una foto por el Día de la Madre editada por ella misma llena de errores solo agravó el escándalo. La presión aumentaba por días, pero Kate quiso esperar hasta que sus hijos estuvieran de vacaciones escolares para dar el anuncio consciente de la gran repercusión mundial que eso generaría.
"Todos recordamos ese video, donde mostraba un aspecto bastante pálido, revelando algo muy personal y preocupante", señala la biógrafa real Sally Bedell Smith. "Verla ahora tan animada es un cambio radical", matiza. Su colega biógrafo real, Robert Hardman, añade que, “definitivamente, hay una sensación de reajuste, de volver a la normalidad".
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En septiembre, Kate anunció que había terminado con la quimioterapia -que no con la enfermedad-. El video, por cierto, estuvo cargado de críticas, ya que frente a la autenticidad del mensaje de marzo, la nueva entrega a través de Instagram parecía más bien un anuncio de perfume. La cuestión es que Palacio recalcó que eso no significaba un regreso absoluto a la función pública. Pero la agenda de Kate está superando todas las expectativas. En este 2025 ha protagonizado ya once compromisos reales.
Palacio continúa actuando con cautela, enfatizando que la recuperación de la princesa sigue siendo su máxima prioridad. Pero esa estrategia está siendo de lo más acertada. "Han sabido gestionar muy bien las expectativas, y es prudente que le resten importancia, porque cuando se supera las expectativas, el impacto es mayor", afirma la biógrafa real Sally Bedell Smith. "Es evidente que se siente cada vez más cerca de llegar a ese cien por cien que se espera de ella", matiza. Por su parte, la biógrafa real Ingrid Seward añade: “Se necesita tiempo para sentirse cómodo y hacer las cosas a tu manera sin estar siempre preocupado”.
Son muchas las interpretaciones que se están haciendo sobre “la nueva Kate”. La historiadora real Amanda Foreman cree que está redefiniendo su papel en tiempo real. "Está haciendo que sus apariciones sean más significativas de una manera nunca antes vista, creando momentos relevantes en lugar de momentos fugaces en Instagram", matiza.
Más unidos que nunca
Asimismo, la experta asegura que un año como 2024 "o destruye un matrimonio o los une" y en el caso Kate y William ha sido lo segundo. Nunca habían mostrado tantas muestras de afecto en sus actos públicos como ahora. "Hay una sensación de protección y compañerismo", dice la experta. "Los últimos cinco años han sido una pesadilla para ellos en todos los sentidos [con entre otros, el sonado Megxit y la muerte de Isabel II], y el año pasado aún más", añade.
En definitiva, ni Kate ni William volverán a ser los mismos de 2024. Palacio tampoco. Las lecciones quedan aprendidas. Manejar la imagen de los royals requiere una danza cuidada entre privacidad, visibilidad y autenticidad. “Nadie pretende que sea fácil”, asegura a Vanitatis el reconocido periodista de monarquía Robert Jobson. “Pero debe dirigirse firmemente con tacto, experiencia y habilidad”, matiza. Es en la autenticidad, al fin y al cabo, donde reside la confianza de la Corona. Y el vínculo, una vez roto, se convierte en un abismo difícil de salvar.
Uno solo viste de rojo cuando se siente seguro. Eso es lo que dicen los expertos. Por lo tanto, el hecho de que Kate Middleton haya elegido este color para sus últimos actos públicos es “tremendamente significativo”. “Quiere decir a todos que ha vuelto”, apunta la historiadora real Amanda Foreman.