La princesa Leonor y doña Letizia en la recepción nocturna del Elcano: looks con mono low cost de Mango y uniforme de gala nunca visto
Durante la visita de la reina a su hija, las dos han acudido a un acto en cubierta donde han desplegado sus mejores, y más cómodas, galas
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El Día de la Madre se adelantó el sábado 3 de mayo para la reina Letizia. La royal viajó hasta Panamá para reencontrarse con su hija tras cuatro meses de travesía. Volver a ver a su chica, como ella la ha llamado, fue emocionante y dejó fotografías para la posteridad. Pero su visita no termina aquí, las dos asistieron anoche a un acto en cubierta donde desplegaron sus mejores galas.
Tras el emocionante reencuentro entre madre e hija —marcado por el abrazo más comentado del día—, la agenda de la mujer de Felipe VI en el país latino continuó con una cita más distendida, pero igual de simbólica: la recepción nocturna en el buque Juan Sebastián Elcano, en la que participó junto a la princesa Leonor y el resto de guardiamarinas. Un acto especial que cerraba el día grande de la visita y en el que tanto los cadetes como sus familiares derrocharon estilo.
Para la ocasión, la heredera al trono se vistió por primera vez en público con el uniforme de gala de verano de la Armada, compuesto por una chupa francesa blanca con los distintivos pasadores para las hombreras de rango —en su caso, el de guardiamarina de primer curso— y un pantalón negro con vivos satinados laterales.
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Los botones dorados, grabados con anclas cruzadas bajo corona, aportan el toque solemne al conjunto. El uniforme se completa, según el protocolo, con pajarita para los hombres y lazada negra para las mujeres, como la que lució Leonor. Aunque no se puede afirmar que lo estrena, sí es la primera vez que se deja ver con él tras cuatro intensos meses de travesía en el velero escuela de la Armada.
Pero si el look de la princesa es sinónimo de deber, el de su madre fue toda una declaración de estilo. La reina deslumbró con un mono largo rojo oscuro, sin mangas y de escote halter cruzado, ceñido a la cintura con un cinturón a juego que marcaba su silueta. Una pieza de Mango, todavía disponible en algunas tallas en Asos por 79,99 €, que reunía los tres pilares del vestidor de Letizia: elegancia, comodidad y precio razonable.
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Para completar el estilismo, apostó por unas alpargatas de cuña doradas, una elección que fusiona con naturalidad el entorno náutico, la formalidad del evento y los problemas de la royal en los pies. Además de un clutch rojo en forma de sobre con solapa rígida, en el mismo tono que el mono, con el que remataba un look coordinado hasta el último detalle. El cabello suelto y un maquillaje muy natural, con labial rosa suave, aportaban frescura y equilibrio.
Así, madre e hija volvieron a dar una lección de estilo y simbolismo: Leonor, como alumna destacada del buque escuela, transmitiendo la seriedad y el compromiso de su formación militar; y Letizia, como madre orgullosa, sin perder ni un ápice de sofisticación. En una jornada marcada por la emoción del Día de la Madre, ambas supieron estar a la altura de la ocasión, dentro y fuera del protocolo.
El Día de la Madre se adelantó el sábado 3 de mayo para la reina Letizia. La royal viajó hasta Panamá para reencontrarse con su hija tras cuatro meses de travesía. Volver a ver a su chica, como ella la ha llamado, fue emocionante y dejó fotografías para la posteridad. Pero su visita no termina aquí, las dos asistieron anoche a un acto en cubierta donde desplegaron sus mejores galas.