Drogas, abandono familiar y traumas: 'Rocketman', el lado oscuro de Elton John

“Anoche preparó mis maletas, a las 00:09 A.M. Y voy a ser tan alto como una cometa”. Cuando Elton John cantó esa estrofa, en 1972, ya lidiaba con una fama que le venía grande. Básicamente, eso es lo que cuenta 'Rocketman', la película que utiliza el título de esa canción para ofrecer un retrato poco complaciente del artista y de sus padres. La sorpresa es que el propio Elton está tras este biopic musical.

El lema de la cinta no es nada nuevo: los traumas de la infancia determinan la vida adulta. Y los de Reginald Kenneth Dwight, nombre real de Elton, fueron abundantes. Empezando por ese padre, Stanley Dwight, que jamás quiso darle un abrazo. Y siguiendo por esa madre, llamada Sheila Eileen, que le dijo que acabaría más solo que la una por ser gay. Lo que está claro es que el propio Elton sigue teniendo una idea negativa de sus padres, que para más inri no aceptaron que quisiera ser artista. Y peor aún: no supieron ver el talento de un niño que vivía en las nubes por pura supervivencia.

La idea de la cinta no es nueva. Hace años, el propio cantante contó sus penurias delante de los alumnos de la Universidad de Oxford. “Nunca me dijo que me quería, nunca me abrazó y nunca vino a verme actuar. Le habían enseñado que el amor tenía límites, que no lo tenías que demostrar en público. Ni siquiera en privado. Y si tu hijo no es como tú, si es jodidamente diferente a ti, entonces suprimes ese amor y no lo expresas”, dijo sobre su padre. Stanley Dwight murió en 1991, pero le dio tiempo a ver la vida de su hijo convertida en un auténtico infierno.

Siendo muy joven, se cruzó con Bernie Taupin, letrista y gran amigo, y este le dio buenos momentos y éxito a raudales (desde 'Goodbye yellow brick road' a 'Tiny Dancer'). Otros solo le dieron disgustos. John Reid, el que fue su representante y gran amor (en la cinta lo interpreta el mismísimo Robb Stark, Richard Madden) tuvo mucho que ver en su caída en la espiral del alcohol y las drogas. El artista acudió a una clínica de desintoxicación cuando las dosis de pastillas, el sexo salvaje y los litros de alcohol fueron demasiados. El público, acostumbrado a verlo lleno de plumas, brillantina y pelucas, no sabía el infierno detrás de esa imagen.

Reid fue mánager de John desde principios de la década de los 70 hasta los primeros 2000. El artista lo conoció cuando solo tenía 23 años. “Tenía una especie de dulzura desaliñada”, dijo sobre él. El poder del representante sobre el artista fue tal que Elton rompió relaciones con Dick James y Ray Williams, que lo habían descubierto. Amantes durante cinco años, sus relaciones se precipitaron hacia el exceso en todos los sentidos. ¿La razón? Una juventud tardía. “Elton nunca tuvo una adolescencia sexual. Tenía que salir y probar lo que había en el mundo, lo que hizo con gusto”, dijo el mánager. Todo su amor era pura hipérbole, hasta los regalos que se hacían. En una ocasión, Elton regaló un yate a su novio y este le devolvió el detalle con un anillo de esmeralda.

A sus 70 años, Reid sigue vivo y coleando. Puede que tampoco reciba con mucho agrado este 'Rocketman' que finaliza en la época más luminosa de la vida de Elton. Al final de ese 'yellow brick road', el artista superó sus traumas de la infancia, le cantó al Simba de 'El Rey León', encontró el amor junto a David Furnish y adoptó a dos hijos. Un final feliz que no evitará que 'Rocketman', que sigue la moda de los biopics musicales como 'Bohemian Rhapsody', dé mucho que hablar y deje al descubierto la zona menos luminosa de Sir Elton John.