De las joyas de Elizabeth Taylor a los vestidos de Cate Blanchett: las anécdotas de las grandes estrellas en el Festival de Venecia

El Festival de Cine de Venecia es una de las grandes citas europeas con el cine internacional, junto con el de Cannes y el de Berlín. A lo largo de sus muchos años de historia, las estrellas más destacadas del mundo del celuloide se han ido encontrando en la ciudad italiana y han ido llenando de anécdotas y momentos mágicos, la leyenda de este certamen.

Instantes que ya forman parte de la esencia del festival, en el que las estrellas posan con sus mejores galas, con las joyas más caras y más sofisticadas, pero también se liberan en algunas ocasiones, mostrando su lado más desinhibido, más desenfadado, sobre todo gracias a las fiestas y celebraciones que tienen lugar en paralelo. Anécdotas que van dando vida y van sumando páginas a las memorias de un festival que ya va por su edición número 79.

Hacíamos referencia en el titular a las joyas de Elizabeth Taylor, pues pocas mujeres han mostrado como ella un amor tan puro por ellas. Si la actriz de ojos violetas la llevaba, la apuesta de que era una joya de calidad y diseño era segura.

No son pocas las ocasiones en las que se pudo ver en su cuello el collar de esmeraldas y diamantes, que se ha convertido en icónico, incluso en ocasiones lo lució en Venecia, en una fiesta organizada por Onassis. En el festival de 1967 y en compañía de su por entonces marido, Richard Burton, lució los pendientes a juego. Una noche mágica en la que compartieron velada con Claudia Cardinale.

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Los tiempos cambian, las estrellas desaparecen, pero su brillo y la pasión por las joyas en la alfombra roja de Venecia permanece. Prueba de ello fue la aparición de Georgina Rodríguez en 2021, un gran salto en el tiempo desde la época dorada de Hollywood. La joven se bajaba de la lancha taxi y dejaba a todos boquiabiertos, pues llevaba un vestidazo de encaje y casi 100.000 euros en joyas. Anillo, collar y pendientes de Pasquale Bruni para una cita que ni siquiera era el momento grande de la velada.

La primera edición del festival tuvo lugar en agosto de 1932, una edición que se abrió con ‘Doctor Jekyll’, de Rouben Mamoulian. El escándalo no tardaba en llegar, pues solo un año después, de la mano de ‘Éxtasis’ y la actriz Hedy Kiesler (más adelante conocida como Hady Lamarr) llegaba el alboroto. Por primera vez aparecía una mujer desnuda en pantalla y el alboroto provocado por las escenas sexuales provocó la intervención de Mussolini.

En esta ocasión, el público quedó encantado, pero no siempre es así. Los asistentes al Festival de Cine de Venecia no tienen problemas en mostrar abiertamente su opinión sobre una cinta; así lo hicieron con 'Wallis y Eduardo: El romance del siglo', dirigida por Madonna, a la que abuchearon sin miramientos. No ha sido muy afortunada como actriz y parece que tampoco al otro lado de la cámara.

No ha sido la única directora a la que han abucheado; de hecho, el hoy aclamado director Luca Guadagnino vio como su cinta ‘Cegados por el sol’ recibía ese mismo tratamiento. Poco importó que su protagonista Ralph Fiennes lo diera todo a su llegada a Venecia, incluso bailando delante de los fotógrafos y creando un divertido momento viral para el recuerdo. Este año, Guadagnino participa de nuevo, esta vez con el respaldo del éxito de ‘Call Me by Your Name’ y la compañía de su actor fetiche Timothée Chalamet.

A lo largo de los años de festival, grandes estrellas han pasado por la ciudad italiana, como Jane Fonda y Roger Vadim cuando todavía estaban casados y eran felices, o Rock Hudson y Novella Parigini, que evidentemente no eran una pareja real, pero sí ficticia. Ambos mostraron la gran química que tenían en pantalla durante un divertido momento frente a los fotógrafos en la Piazza San Marco, en que el actor sujetó a la actriz en sus brazos para evitar que se mojara los zapatos. Todo un caballero.

Un problema que no tendría la actriz Jamie Lee Curtis, una de las que decidió que era un buen momento para revisar el protocolo del festival. La actriz recogía el León de Oro Honorífico y subía descalza al escenario para ello. Un movimiento que cada vez más actrices reivindican, pues en muchas ocasiones es imprescindible acudir en tacones a las galas para cumplir con el protocolo que a ellas se les exige.

Trasgresora, solidaria y ecorresponsable se mostró también la actriz Cate Blanchett, quien demostró que se puede pisar la alfombra roja con el mismo vestido dos veces sin renunciar al estilo y la elegancia. Eso sí, no fueron dos veces seguidas. En el año 2020 recuperó un vestido bicolor de la firma Esteban Cortázar que ya había llevado antes en el año 2015. En otra de sus apariciones volvió a lucir uno de sus estilismos más aplaudidos, un top floreado de Alexander McQueen que lució en los BAFTA de 2016. Para esta segunda ocasión escogió unos pantalones fluidos en color negro.

No solo momentos reivindicativos, también ha habido ocasiones más festivas. Por ejemplo, un reportero le pidió matrimonio a la actriz Charlize Theron; al actor George Clooney también le han hecho la propuesta en dos ocasiones. En la primera de ellas incluso le siguió el juego a la periodista que se lo propuso e intercambiaron anillos: “Espero que ese tipo no sea cura de verdad”, bromeó el actor señalando al cámara que acompañaba a la reportera. Tal vez por eso escogió casarse con Amal en Venecia.

Entre tanta anécdota, también ha habido serios problemas de organización, como cuando programaron el estreno de ‘Descubriendo Nunca Jamás’, con Johnny Depp y Kate Winslett para las dos de la madrugada, o cuando en 2004 vendieron la entrada con el asiento destinado a Al Pacino. Se pudo solucionar, pero el cabreo del actor fue monumental y es que siempre ha sido un hombre de carácter.