Juliette Binoche: de la discreción de sus dos hijos a la negativa histórica a casarse

Juliette Binoche es una de las estrellas más esperadas del Festival de Cine de San Sebastián. Porque es una de las más brillantes del celuloide, pero también porque en su 70ª edición, ella es la protagonista del cartel oficial y será una de las galardonadas con el premio Donostia. Este se suma a otros grandes galardones, pues también tiene un Oscar y un Bafta, así como el reconocimiento de otros grandes festivales, como el de Venecia, el de Cannes y el de Berlín, una ‘triple corona europea’ de la que también puede presumir Penélope Cruz, aunque Binoche fue la primera.

Nacida en París hace 58 años, Juliette comenzó su carrera como actriz muy joven y casi desde el principio consiguió trabajar con algunos de los más grandes. Por ejemplo, con tan solo 18 años ya consiguió un papel para una película de Godard. El éxito le llegó primero en su país y después dio el salto internacional gracias a películas como ‘La insoportable levedad del ser’, ‘Tres colores: azul’ (aunque aparecía en toda la trilogía) o ‘El paciente inglés’, una de sus interpretaciones más recordadas y más premiadas.

El arte corre por sus venas. Lo heredó de sus padres, es hija de la actriz Monique Stalens y del escultor, actor y director de teatro Jean-Marie Binoche. La relación con ellos no siempre fue cercana; de hecho, tras divorciarse, Juliette y su hermana fueron enviadas a un internado y podían pasarse meses sin ver a sus padres. Muchos veranos los pasaban con su abuela materna. Una distancia que para Binoche no fue nada sencilla.

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Su infancia no fue fácil. A los siete años, un profesor abusó de ella, algo que confirmaría públicamente años después. Esta no fue la única situación de abusos que vivió, pues a los 18 años fue agredida por un director de cine; a los 21 años sufrió abusos de nuevo, esta vez por parte de un productor durante una cena de trabajo.

Ella habló de su experiencia antes de que comenzara el movimiento ‘Me too’, nunca han sido un tema tabú para ella. En una entrevista para ‘El País’ reveló que “sufrir esas tres agresiones sexuales me fortaleció porque me enseñó a construir mis propias defensas. Desde luego, es mucho mejor no tener que hacerlo, claro”.

Juliette es una mujer que sabe lo que quiere y lo defiende a capa y espada, en su vida profesional y en la personal. Ha dicho que no a las películas que no le han interesado, incluso cuando eran propuestas de grandes nombres de Hollywood; también se ha mantenido fiel a su deseo de no pasar por el altar, nunca se ha casado y no parece tener intención de hacerlo, valora mucho su libertad. “Elegir tu vida es elegir tu felicidad”, decía en una entrevista para ‘Elle’.

En lo profesional, famosas son las tres veces que le ha dicho que no a Spielberg, aunque no cierra la puerta a llegar a trabajar con él, pues los motivos siempre han sido ajenos a ella. La primera vez fue para participar en la tercera película de Indiana Jones, no pudo hacerlo porque tenía otro proyecto, el mismo motivo que esgrimió para negarse a participar en ‘Parque jurásico’ (este papel fue finalmente interpretado por Laura Dern). Y cuando le ofrecieron ‘La lista de Schindler’, estaba embarazada.

Ella no oculta que, además de cuestiones técnicas, tiene sus opiniones sobre el trabajo de este director, tal y como recogen en ‘Fotogramas’ sobre si trabajaría con él (y con Scorsese): “¡Claro que sí! Incluso si encuentro que su enfoque del cine es muy comercial, tienen una técnica fabulosa que poseen por completo, y hay narradores. Pero sus películas carecen de mujeres”. Una de cal y otra de arena.

En lo personal, ha intentado llevar una vida discreta, aunque no siempre ha sido posible. Es madre de dos hijos. El mayor, Raphaël (nacido el 2 de septiembre de 1993), cuyo padre es André Halle, un buzo profesional, y una hija, Hana, fruto de su relación con el actor Benoît Magimel. Uno de sus primeros romances conocidos fue con el cineasta Leos Carax y también mantuvo una relación con el actor Olivier Martínez. Después vino su romance con Magimel y hasta 2009 compartió su vida con el director argentino Santiago Amigorena.

Nunca se ha casado y, tal y como reveló en una entrevista para ‘Marie Claire’: “Nunca he conocido a un hombre con el que me sintiera realmente como una pareja hasta el punto de casarme con él”. Puede que sea una cuestión de encontrar a la persona que le haga cambiar de opinión, pero siempre ha sido una mujer con las ideas muy claras y esta, la de no pasar por el altar, parece que la comparte con su próximo personaje, pues ella será la encargada de dar vida a la diseñadora Coco Chanel.