Cobra balayage: las mechas setenteras que triplican el volumen de tu melena
¿Conseguir una melena muy rubia pero sin tener que pasar por una coloración de raíz a puntas? Sí, quiero. El cómo, gracias a uno de los peluqueros más top de Instagram
Con sede en Los Ángeles, pero una expansión mundial, Joshua Ladner ha conseguido convertirse en uno de esos estilistas cuyas creaciones, especialmente de color, se convierten en tendencia con tan solo un clic.
Bajo su pincel están por ejemplo algunas de las coloraciones de Lady Gaga, tan solo un indicador de su atrevimiento cromático. Su didáctico perfil en Instagram permite no solo estar al día de las nuevas técnicas de coloración, sino que también enseña cómo conseguir algunas de las coloraciones de moda.
Justamente era así como descubríamos el ‘cobra balayage’, un tipo de mechas con el que el colorista logra una voluminosa dimensión en las melenas, jugando a crear capas y juegos de luces, reinventando el clásico balayage.
Al jugar tanto con el contraste entre la coloración de base y las mechas encargadas de aportar la luz como con la forma en la que el producto se extiende por el cabello, el resultado pasa de ser muy marcado a ser muy sutil, pero logrando un potente efecto iluminador. Es el truco perfecto para parecer más rubia sin tener que aclarar demasiado el cabello ni castigarlo.
No se trata de una técnica de coloración nueva. En 2019 las mechas 'cobra balayage' ya hicieron ruido y se convirtieron en una opción muy interesante para cabellos castaños. Sin embargo, lo que Joshua Ladner propone ahora ofrece una transición mucho más sutil.
El nombre de ‘cobra’ se debe a la forma en la que se aplica el color, como si se quisiera recrear la silueta de una cobra erguida. Cuando se toma un mechón para depositar la coloración, en vez de aplicar el color en forma de V mechón a mechón y respetando la raíz, como se haría en un balayage tradicional, se aplica 'con una forma de ‘/’.
Es decir, se colorea de forma longitudinal un lado del mechón, se continúa como si se fuera a hacer la V, pero no se llega a repetir la silueta. De este modo, en cada mechón, el color queda concentrado en la parte más próxima al rostro, lo que, al final, crea ese efecto setentero de face framing: se enmarca la cara y las facciones se ven más iluminadas, pero no se aprecia un trazo de mecha muy marcado.
Mientras esa aplicación en forma de barra se mantiene en las secciones delanteras a ambos lados, cuando se trabaja en la parte posterior, la aplicación de la coloración sí guarda la forma en V. De este modo, permanece el movimiento de los mechones exteriores aclarados y los interiores en el tono natural, más oscuro. En las capas superiores, el colorista colorea todo el mechón.
El efecto final, al soltar el cabello, es el de una melena llena de matices, con destellos claros entretejidos que la llenan de tridimensionalidad y que se concentran en torno al rostro, enmarcándolo de luz como en el face framing.
Para que el efecto sea natural, además de la forma de depositar el producto a lo largo del cabello y sección a sección, el color es el otro elemento fundamental. En el cobra balayage del 2019 veíamos un contraste de tonos mucho más marcado. Igual que ocurriera con el rubio tiramisú que combinaba un castaño muy oscuro en la raíz con tonos avellana y mechas vainilla, el cobra balayage que Joshua Ladner propone esta temporada aclara el cabello con mechas apenas uno o dos tonos más claras.
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El efecto es el de una melena en la que las hebras más próximas al rostro tienen más luz, pero apenas parecen aclaradas. La raíz se mantienen en el tono natural, mientras las mechas parecen surgir de forma casual, como si el cabello se hubiera aclarado por el sol o de la misma forma que ocurre en el pelo de los niños, pero sin un contraste marcado.
El cobra balayage de Joshua Ladner se convierte así en un balayage adaptado a todos los colores, iluminando las melenas largas para aportarles una mayor estructura. Igual que el cobra cut creaba capas muy escalonadas que recortaban la silueta de una cobra en la melena, su versión cromática crea esa misma estructura, pero solo a nivel visual y con una coloración muy poco drástica, apta para todos los públicos y sin un mantenimiento muy exigente.
Con sede en Los Ángeles, pero una expansión mundial, Joshua Ladner ha conseguido convertirse en uno de esos estilistas cuyas creaciones, especialmente de color, se convierten en tendencia con tan solo un clic.
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