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Coloración 'candlelit brunette', el castaño más cálido y fácil de mantener
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Coloración 'candlelit brunette', el castaño más cálido y fácil de mantener

Un castaño luminoso que no se aplica a toda la melena, sino a una delimitada área y que pasa perfectamente por un efecto natural. Se lleva, queda bien y está por todas partes: así es el 'candlelit brunette'

Foto: El castaño candlelight de Kaia Gerber. (Launchmetrics Spotlight)
El castaño candlelight de Kaia Gerber. (Launchmetrics Spotlight)

Los maestros coloristas lo tienen claro, las clientas que llegan a los salones de peluquería en 2023 no piden ni cortes de pelo radicales, ni colores fantasía. Las demandas más repetidas son sublimar el color natural. Los rubios de altas exigencias han dejado paso a castaños luminosos personales, hechos a medida para cada cabellera y buscando siempre recrear la forma en la que el pelo se aclara de forma natural.

El candlelit brunette es, precisamente, un castaño muy luminoso, que pasa por ser cabello natural y virgen, pero que en realidad se aclara con tonos cálidos en mechones entretejidos, respondiendo así a las peticiones del momento: “Colores naturales, parecidos al que tenemos en verano, al que teníamos de niños”, como señalaba Rubén Peña, director de Toni & Guy Madrid.

El concepto del tono candlelit brunette surge de la luz cálida que aporta una vela, ese color dorado que la llama refleja. La idea es imaginar que acercamos una vela al rostro y recrear la forma en la que ilumina el cabello. Partiendo del castaño de nuestra base, al acercar la llama de la vela, los matices dorados que se aprecian primero alrededor del rostro, en un face framing muy sutil. Al buscar ese matiz tan ligero, no es preciso aclarar muchos tonos el color de las mechas, por lo que el contraste entre el color de base y las mechas pasa por natural.

placeholder Kaia Gerber con mechas candlelight. (Getty/Amy Sussman)
Kaia Gerber con mechas candlelight. (Getty/Amy Sussman)

Casi sin quererlo, Kaia Gerber se ha convertido en uno de los máximos exponentes del castaño candlelit. La modelo, hija de Cindy Crawford, a menudo apuesta por coloraciones muy naturales en las que su castaño claro de base sea el protagonista. Para aderezar el tono de su melena y, de paso, jugar con sus capas, las mechas muy finas y a penas un par de tonos más claras le permiten recrear esa falsa iluminación por efecto del sol. Su caso de candlelit era especialmente fácil de ver hace unos meses, cuando unas finísimas mechas llenaban de luz los mechones más próximos a su rostro, como si se acercara a la luz de una vela.

Los mechones aclarados no se quedan solo en la zona frontal de la melena, sino que la luz de la vela se extiende por todo el cabello. Para lograrlo ese aclarado tan natural y progresivo, que permita que el cabello crezca sin necesitar el retoque de las raíces, se puede recurrir a mechas babylights o a reflejos tejidos, algo que también puede recordar a la coloración tweed. Entra, por tanto, en una de las peticiones más extendidas a la hora de decidirse por una coloración: que sea fácil de mantener y que no necesite un constante retoque.

La finalidad del candlelit brunette no es la de conseguir un cambio de look muy dramático, sino la de aderezar nuestro castaño natural de base. Se embellece iluminándolo, en vez de imitando al efecto que lograrían los rayos de sol al incidir sobre él, sustituyendo al astro rey por la luz de una cálida vela.

Para que las mechas queden incluidas en el color de base con mayor naturalidad, una vez el color ha subido, en el lavacabezas entra en acción el glossing, el matiz con el que cuidar el brillo y matizar la coloración final. El glossing puede ser el único mantenimiento necesario del color, siendo preferible acudir a corregir el tono, si fuera necesario, cada mes y medio o dos meses.

El candlelit brunette realza cualquier castaño sin crear un contraste muy marcado, lo que logra melenas castañas con mucha luz, aclaradas con un matiz cálido -al estilo del Midas brunette- que, efectivamente, parece natural, lo que encaja con otros castaños muy demandados en las peluquerías y que explica el éxito de la coloración también en las redes sociales.

Además de acudir al salón con varias fotografías de castaños luminosos, aclarados en tonalidades muy naturales, el experto colorista también señalaba que, entre sus clientas, una petición bastante descriptiva era “quiero el pelo de septiembre”. Este tono es una referencia inequívoca de la forma que tiene de aclararse el cabello durante los meses de verano por la incidencia de los rayos de sol, la sal o el cloro. El candlelit brunette se parece bastante a ese tono cálido, dorado, tras las vacaciones estivales.

Una de las reglas no escritas de esta coloración es que sus matices de luz cálida se aprecian mucho mejor en las melenas largas, en las que cada capa se realza con los reflejos dorados, siendo más notables de medios a puntas, además de las mechas frontales. El resultado es una melena degradada con una raíz oscura y luz dorada en mechones seleccionados, que ha inundado las redes sociales bajo el hashtag #candlelitbrunette.

Los maestros coloristas lo tienen claro, las clientas que llegan a los salones de peluquería en 2023 no piden ni cortes de pelo radicales, ni colores fantasía. Las demandas más repetidas son sublimar el color natural. Los rubios de altas exigencias han dejado paso a castaños luminosos personales, hechos a medida para cada cabellera y buscando siempre recrear la forma en la que el pelo se aclara de forma natural.

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