'Biscuit brunette' y 'brownie batter', dos deliciosas nuevas coloraciones para el cabello castaño

Si algo funciona, ¿por qué cambiarlo? Esta podría ser la premisa de dos de las coloraciones más favorecedoras de los últimos años. Respetando la base de color natural del cabello, basta con iluminarlas sutilmente en tonos que no marquen un contraste muy llamativo.

El castaño claro o el 'Nutella brown' consisten básicamente en eso, en bases marrones aclaradas, buscando siempre una falsa naturalidad, como si el cabello hubiera sido iluminado por la constante incidencia del sol.

Dentro de esta misma clasificación encontramos por ejemplo el tono ‘biscuit brunette’, que le debe el nombre al tono de galleta, tipo espéculo, que se aplica a modo de mechas, colocadas estratégicamente en los mechones indicados.

Pero mientras el 'fondant brunette' se logra con una base castaño chocolate sobre la que se aplica un balayage más cálido que va surgiendo a través de las capas para crear un color intenso y homogéneo, o el 'Nutella brown' se acerca más un melting, que ilumina el cabello creando un degradado de raíz oscura a punta en tono miel, el 'biscuit brunette' aclara más el cabello con un balayage en un tono muy cercano al canela o al de los espéculos.

Ambas coloraciones entran en la clasificación de 'brondes', es decir, cabellos que son rubios y morenos a la vez, pasando de ser el proceso de transición entre un tono u otro a combinar lo mejor de los dos mundos. El 'biscuit brunette' o castaño galleta parte de un castaño natural del que se potencian reflejos para amplificar su brillo.

La clave está en que el color de la mecha con el que se aclara el cabello siempre sea un tono frío, para conseguir un aclarado muy natural y discreto. Se parte de color base y se va aclarando pero manteniendo siempre a raya los tonos cobrizos a los que se ven expuestos los cabellos morenos. Es decir, igual que el glossing o las mascarillas con pigmentos protegen el color deseado equilibrando el tono, el castaño galleta solo utiliza una paleta fría para aclarar el cabello con suavidad. Es como si se tratara de un aclarado invernal igual que hiciera el 'smokey hair'.

Brownie batter brunette

O lo que es lo mismo: castaño masa de brownie. El previo paso al horneado del bizcocho de chocolate nos ofrece un tono marrón más claro y brillante, lleno de matices. Mientras que cuando la cocción ha terminado, el tono resultante es oscuro y homogéneo. Para lograr esa fusión del chocolate y la luminosidad del 'brownie batter brunette' recurre al balayage o a las tradicionales mechas 'foilyage', es decir, con papel plata y efecto sauna.

La idea es, de nuevo, mantener parte del color de base, en este caso un castaño muy oscuro e ir introduciendo las mechas con las que se aclarará de una forma discreta. En concreto, estas mechas en tonos caramelo y miel se concentran en los mechones frontales para enmarcar el rostro y llenarlo de luz y en mechones sueltos a lo largo de la melena, siempre a partir de la mitad y hacia las puntas. Su grosor es siempre muy fino, buscando pasar desapercibidas y lograr esa sensación de mechones entretejidos.

Una de las principales agresiones a las que se expone el cabello es a coloraciones muy potentes y exigentes que terminan por debilitarlo. Mantener unas mechas rubias con la raíz en perfectas condiciones esclaviza al resto de la melena. Con esta técnica, la coloración se reduce a pequeñas cantidades de producto y en áreas muy delimitadas.

Eso sí, para conseguir mantener tanto el color idóneo como la ansiada salud del cabello, es importante alejarlo lo máximo posible de fuentes de calor y seguir un adecuado régimen de hidratación y reparación desde casa.

Para conseguir esa sensación de melena tricotada, se mantienen varios centímetros de raíces en color castaño oscuro para que las mechas claras vayan entretejiendo el cabello de medios a puntas con el resto del color base oscuro, manteniendo el final de los mechones mucho más luminoso e hidratado, reforzado con un glossing. El cabello natural y sin coloración de la raíz encuentra su reflejo en el resto de la melena, que se matiza para conseguir una transición natural y sin cortes a la vez que se nutre.