El esponjoso bob barroco que llevan las influencers: ondas y volumen

Visualiza a una menina del célebre cuadro de Velázquez y piensa en cómo quedaría su media melena (un bob trapezoidal) si lo recrearas con las herramientas de cabello actuales. ¿Puedes imaginarlo? Pues, básicamente, eso es un bob barroco.

La longitud básica de una melena bob, tomando como referencia la altura de la barbilla, multiplica su volumen y estructura al sumar rizos u ondas. El bob barroco juega con el corte y el peinado para dar con una melena trapezoidal con mucho cuerpo.

Con una silueta parecida a la de la melena de las meninas portuguesas que acompañaban a la infanta Margarita, este bob toma del Barroco no su longitud, sino su forma, textura y el recurso de los accesorios.

Si este momento artístico se caracteriza por algo es por su estética recargada. Este punto es uno de los más originales del bob barroco. Lazos y horquillas se convierten en obligados accesorios con los que embellecer la melena, tomando ese toque barroco o incluso rococó que, a la vez, es tan propio de nuestros días.

Tras el resurgir de los cabellos rizados y ondulados en 2020, como una reivindicación de las texturas naturales consecuencia del confinamiento, dejar el cabello con su onda se convirtió en un movimiento beauty. Gracias a aquello, ahora hablamos de tendencias en cortes de pelo adaptadas a cabellos de todas las tipologías. Así, ahora hablamos de flequillo choppy, mechas pintura o bobs grunges. La textura es la nueva y mejor aliada de cualquier corte de pelo personalizado.

Por tanto, el bob barroco resume a la perfección el momento en el que nos encontramos: abrazamos la textura natural del cabello; las melenas bob han pasado de ser una tendencia a ser un corte de pelo con sus propias variantes, y la nostalgia por los años 90 domina la estética.

Respecto al corte en sí, se trata de un estilismo que se adapta a la tipología de cada cabello, se sustenta en su textura, de ahí que siempre lo veamos en melenas rizadas y onduladas. Puede incorporar capas para lograr esa estructura de trapecio con más o menos volumen, del mismo modo que podemos ver bobs barrocos con degradados frontales que enmarcan las facciones del rostro o flequillos drape​ o curtain.

La idea es que los bucles siempre se mantengan muy definidos, aportando volumen a la melena y logrando una estructura exuberante. Las capas hacen que el largo del bob se recorte unos centímetros, lo que favorece aún más que los bucles se remarquen. Otra de las claves de un bob barroco, según apuntan medios como 'Who What to Wear', es que la melena se peine con la raya marcada en el centro. Según explican, este gesto caracterizaba los peinados de las mujeres del Barroco.

Por supuesto, al incorporar, además de las capas, cortes frontales como un flequillo -que al tratarse de cabello ondulado se recortará aún más- o face framing (degradado de los mechones próximos al rostro), el resultado es una melena muy pulida y coqueta a la vez que natural.

Raya en medio o no raya, lo que resulta incuestionable es que aderezar la melena ondulada con accesorios llamativos logra esa sensación recargada tan barroca. Pasadores dorados, con perlas, lazos de terciopelo o las diademas joya florales que Dolce & Gabbana convirtiera en tiaras para rematar sus moños italianos son los accesorios que engrandecen el corte de pelo.

La longitud del bob, la textura de rizos lustrosos y el degradado frontal que realza las facciones logra un beneficio chic extra: potencia cualquier pendientazo. Esta cualidad del bob barroco la han sabido aprovechar, especialmente, las influencers francesas. Nada como un jersey con un cuello tortuga grueso, una melena bob alborotada y un buen pendiente para convertir a este en un faro fashion.