Thomas de Kluyver, el genio del maquillaje con strass que ves en todos los desfiles

La reciente incursión de la firma Paco Rabanne en el mundo de la cosmética no hizo más que confirmar que los brillos metalizados serían una longeva tendencia de maquillaje de esta década. Al igual que el diseñador español convirtió el metal en su seña de identidad, si hablamos de maquillaje, el distintivo de Thomas de Kluyver son los cristales.

El australiano lleva desde 2016 colándose en los backstages de los desfiles de Acne Studios, Ferragamo, Gucci, Hugo Boss, J.W. Anderson, Jason Wu, Jean Paul Gaultier, Jil Sander, Kenzo o Simone Rocha.

Su trabajo junto a esta última diseñadora ha sido el que ha conseguido captar las miradas del mundo de la moda. La estética childlish de la irlandesa encaja a la perfección con el juego de color que caracteriza al maquillador.

Las gemas adheridas a la piel son una parte fundamental de sus creaciones. Sin embargo, para hacer resaltar estos estilismos oníricos, sin caer en un look imposible, el otro pilar de Kluyver es el trabajo de la piel. Natural, uniforme, luminosa.

Aunque sí se atreve a fundir sombras doradas o metalizadas, es poco habitual que el maquillador incorpore barras de labios o delineadores. Su seña son las pieles limpias, los ojos sin aderezos y los labios simplemente hidratados, pudiendo, eso sí, sumar un poco de iluminador en puntos estratégicos.

De este modo, el rostro es un lienzo y, para pintarlo, el maquillador convierte los cristales, el strass e incluso las cuentas en su barra de labios, su sombra de ojos o su eyeliner. Pero los maquillajes joya de Thomas de Kluyver no son solo cosa de la pasarela o de desfiles concretos.

En editoriales de moda e incluso en campañas de cosmética puedes haber visto sus trabajos. Por ejemplo, los jugosos labios de los últimos anuncios de Gucci son obra suya. La estrecha relación entre el maquillador y la firma italiana va más allá de la colaboración para construir la identidad estética de un desfile o una campaña.

El propio Alessandro Michele contó con De Kluyver para desarrollar su marca de belleza. El maquillador le ayudó a crear la gama de productos Gucci Beauty, de acuerdo con la personal visión del diseñador de moda. Así, el australiano se convirtió en Global Makeup Artist de Gucci en mayo de 2019.

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La interpretación que Thomas de Kluyver hace del maquillaje es la de una herramienta de autoexpresión, algo que encaja a la perfección con la, a veces excéntrica, visión de Michele. Kluyver traduce Michele a belleza.

El más buscado de la pasarela

Volviendo a su incursión estética en la moda, en el desfile de la creativa colaboración entre Simone Rocha y Jean Paul Gaultier, los cristales de colores acentuaban unas u otras facciones, jugando con lo que era una tendencia, la de los apliques, y convirtiéndola en una herramienta de color y luz a la altura de cualquier otro cosmético.

Su siguiente paso, también con la diseñadora irlandesa, fue trazar delicadas ramas de rosal en las cejas de algunas modelos. Siguiendo la estela de Pat McGrath y su porcelain skin en la que las cejas se borraban del rostro, Kluyver las ocultó bajo el maquillaje y prensó las flores, de nuevo, respondiendo a la estética de la diseñadora.

Así ha sido como, en los últimos años, la estética de Thomas de Kluyver, además de hacerse cada vez más reconocible, se ha convertido en imprescindible de las semanas de la moda, más allá de su estrecha colaboración con Rocha y Gucci.