La melena Paco Rabanne, el inesperado homenaje parisino al diseñador

Recogiendo todos los mechones de un moño, accesorizando una melena de efecto mojado o llenando de luz una coleta. Las horquillas metalizadas se han convertido, en casi un abrir y cerrar de ojos, en el accesorio capilar más utilizado por las insiders del mundo de la moda.

Las calles parisinas han sido las primeras en dar cuenta de esta curiosa tendencia que han asociado acertadamente con el recientemente desaparecido Paco Rabanne. El diseñador convirtió al metal en el material estrella de sus creaciones y este mismo se convertía en el accesorio, casi obligado, para asistir al primer desfile de la firma tras su muerte.

La edición francesa de 'Elle' ha sido la primera en llamar al peinado ‘el Paco Rabanne’, pero lo cierto es que ya comenzábamos a ver el regreso de aquellas dosmileras horquillas planas y metalizadas en la Semana de la Moda de Copenhague.

La tendencia parece dictar que los cabellos texturizados con efecto mojado son los grandes aliados de las horquillas plateadas. Por un lado, ven reforzado su poder de sujeción al utilizar un gel fijador, pero por el otro también permiten hacer resaltar el color del pasador.

Lo curioso es que, mientras el peinado en el que incorporar las horquillas puede variar, de la coleta medusa a un bob texturizado, lo que jamás varía en este tipo de looks es la forma de predisponer las horquillas, convertidas en un mero objeto estético. No vale con utilizar un par de pasadores a cada lado del rostro, como dictan las tendencias Y2K (inspiradas en los años 2000), para crear un peinado Rabanne hay que llenar la cabeza de metalizadas horquillas con el fin de emular los tejidos del diseñador.

Los pasadores parecen adheridos al cuero cabelludo, repasando la superficie capilar para acentuar la forma de la cabeza. De este modo, se puede combinar la tendencia parisina con otros peinados, ocasión que no ha sido desaprovechada por la estilista Marie Gaguech, una de las asistentes al desfile, que combinaba las horquillas a lo Paco Rabanne con una coleta medusa y repetía el estilismo para asistir a la pasarela de Acne Studios.

Para sublimar el look y conseguir un estilismo más metálico, nada como potenciar el brillo con iluminadores plateados sobre el hueso del pómulo o incorporar las sombras de ojos metalizadas en la mirada. En los últimos desfiles de la Semana de la Moda de París descubríamos el regreso de los ahumados en acero, presentes en la propuesta beauty de Chanel o Fendi. La inspiración futurista al estilo dosmilero es una realidad en el terreno beauty.

Pero el peinado no solo se ha delimitado a los alrededores del desfile de Paco Rabanne. Como si de una necesidad de incorporar brillo metálico en cualquier estilismo se tratara, veíamos también accesorios capilares en el mismo tono, desde diademas de estructura hasta capuchas metálicas al estilo de redes de protección medievales (también creación de Rabanne) o incluso con imperdibles, convertidos en horquillas alternativas, de estética más grunge, algo que le debemos a la diseñadora Caroline Hu.

Incluso, una de las arriesgadas propuestas del street style de la capital francesa eran las cuchillas, convertidas en pasadores un tanto cuestionables, pero que lograban en efecto plateado de la tendencia. Por su parte, en Off-White también veíamos curiosos accesorios metalizados, en este caso parecidos a piezas dentadas a modo de engranajes.

Este tipo de accesorios capilares están viviendo un potente ‘come back’ (regreso), directamente desde las décadas de los 90 y 2000. Hace unas semanas hablábamos del auge de las horquillas francesas. Pasamos así del preciosismo de las diademas estructurales o joya, incluso de los pasadores de perlas, a los accesorios funcionales, utilizados, eso sí, más por su función estética y fashionista.