Hay un ácaro que vive en tu piel y puede ser el responsable de tus granos, sensibilidad o rosácea

Últimamente las redes hablan mucho de él, pero ha estado siempre y en todas las pieles. La alerta llega, en realidad, cuando este diminuto parásito crece demasiado. El Demodex mide menos de medio milímetro, no solemos nacer con él, pero sí lo adquirimos con el paso de los años y al socializar con otras personas (es contagioso), cuentan desde la firma Perricone MD.

Según la Dra. Paloma Borregón, dermatóloga y directora de la clínica Kalosia, “vive en nuestra piel tranquilamente, pero en ocasiones empieza a crecer de más, se hace fuerte y comienza a producir síntomas: piel reactiva, dermatitis seborreica y rosácea”.

Así actúa

"El estrés, además, lo puede activar, como a quien le brota un herpes labial", dice la especialista. Las zonas diana son especialmente las mejillas, la nariz, el mentón, las cejas, las pestañas, el cuello y las orejas. “Su nombre técnico es 'Demodex folliculorum' porque vive en los folículos y se alimenta del sebo que generan las glándulas sebáceas, de manera que, al comerse el que generamos, provoca que se produzca más sebo, que los folículos se taponen y salgan granitos”, añade la dermatóloga.

Pero, a la vez, una piel grasa puede convertirse en seca e hipersensible a causa de este parásito, porque es posible que un tejido con mucho sebo modifique sus patrones al irse aquel alimentando de los lípidos del tejido y a su vez erosionándolo, comenta Marta Agustí, de Boutijour.

¿Cómo lo notamos?

Si al tocarte la cara la percibes áspera, con brotes de rojez, quizá de descamación (como de eczema), o incluso si al mirar bien notas puntitos blancos, podría estar creciendo el Demodex; es momento de acudir al dermatólogo y que pueda extraer una muestra y analizarlo en el microscopio.

“El fin no es que el ácaro se muera, porque va a seguir viviendo con nosotros, pero sí que baje el número de colonias, que se controle su crecimiento excesivo, y para ello damos un tratamiento antiparasitario; habitualmente un fármaco llamado ivermectina”, dice Paloma Borregón. “Se puede tomar por vía oral o aplicarse en crema cada noche”.

Cosmética al rescate

Pero los fármacos no son el único tratamiento para luchar contra el Demodex: podemos ayudar utilizando la rutina facial adecuada que reduzca los efectos secundarios del microorganismo. La clave está en una buena limpieza y exfoliación.

”Al fin y al cabo se trata de evitar que se acumule sebo y suciedad en los poros para que no tenga cómo alimentarse”, opina Sonia Ferreiro, de Byoode. Según la Dra. Borregón, esto hará que no se taponen los folículos, y lo mismo ocurre con el retinol, que también es aconsejable para este fin porque renueva la epidermis.

Desde Perricone MD animan también a tirar de ingredientes destinados a calmar, como el cannabidiol o la niacinamida, y los expertos de Byoode, a realizar una doble limpieza a base de un producto de base oleosa seguido de otro acuoso, ya que los maquillajes pesados que no se retiran bien no ayudan.

Productos recomendados

Super Green Poem, de Byoode. Limpiador en gel para el segundo paso de limpieza o para usarlo por la mañana. Con saponinas vegetales para no alterar la piel y cargado de antioxidantes.

Exfoliante suave Topicrem. Con vitamina E antioxidante y elaborado con bolitas de jojoba que afina delicadamente la textura cutánea y retira las células muertas.

3 in 1 Anti-Redness Miracle Formula, de Rosalique. Es una crema para aplacar las rojeces y tratar la inflamación, además de corregir el color.

Micro-Dose Anti-Aging Retinol Serum, de Kiehl's. 0,1% de retinol puro que acelera la renovación de la piel, ceramidas para fortalecer la barrera cutánea y péptidos para una piel 10.

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