¿Qué tratamientos rejuvenecedores evitan las agujas y reducen las arrugas? Habla un experto

Una de las eminencias en medicina estética en España es el especialista Dr. Jaume Tufet. Este experto ha estado en Madrid para inaugurar la clínica del Grupo Pedro Jaén en la madrileña calle Serrano, en su nuevo centro del número 166.

Aquí nos da la bienvenida junto a otros médicos de la casa para descubrir los mejores tratamientos estéticos y la mejor aparatología, el recurso en el que lleva años confiando para rejuvenecer la piel de una forma natural, una de sus especialidades. El catalán se suma al elenco de nombres que recibirán a los pacientes. Van desde Marta Garay, médica estética experta en contorno corporal, a Teresa Armenta, endocrinóloga y nutricionista, o el cirujano plástico, el Dr. José Ramón Martínez.

Hablamos con él del futuro de la medicina estética y de las herramientas con las que trabaja, su eficiencia y qué recomienda desde su clínica de Barcelona y ahora en esta nueva aventura madrileña.

Usted siempre ha apostado por trabajar la piel con aparatología...

La tecnología me ofrece una seguridad y permite la repetición de resultados. Cada vez tengo más confianza en la tecnología y también da más confianza al paciente porque ya no solo está en tus manos, sino que además hay un instrumento preparado, pensado y estudiado para que sea seguro. Porque, sobre todo, lo que tengo es la seguridad. Y tiene otra ventaja, y es que con menos esfuerzo conseguimos más. Además, evitamos ese efecto de caras redondeadas y esos rasgos tan similares que se consiguen con las inyecciones.

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¿Qué encontramos aquí?

Pues bien, en este centro, te decíamos antes, tenemos la mayor dotación tecnológica, igual que en el centro de Serrano 143. La cercanía también entre los centros, pues genera muchas sinergias. Y cualquier tema que necesite un paciente, se le puede ofrecer.

¿La aparatología facial tiene efectos secundarios?

La tecnología ofrece muy buenos resultados, pero hay que conocerla muy bien. Los efectos secundarios son menores que con los inyectables, y son superficiales, no afecta a la profundidad de la piel. Suelen ser pequeñas quemaduras de pigmentación. La tecnología cada vez es más segura que las primeras que utilizamos. Las primeras máquinas eran auténticas bombas en la cara, era horroroso, tenías que sedar a las pacientes y ahora mismo es cada vez menos molesto y el resultado es igual o mejor.

Entonces yo, como muchos, preferimos trabajar con la seguridad de la mano, los inyectables han aumentado por siete el número de efectos secundarios. La tecnología es como la Fórmula Uno para tener el coche y el piloto, pero sin coche no hay piloto y el coche para que funcione bien necesitará el piloto, ¿sabes? Entonces hay mucha gente que utiliza antes la inyección que la tecnología, pero debería ser al revés.

¿Y por qué algunos especialistas apuestan por hacerlo así si es tan negativo?

La tecnología lo que tiene detrás es una apuesta económica relevante. Es una Fórmula Uno. El médico joven empieza por el inyectable. Entonces hay muchos más efectos secundarios y después que el inyectable tiene más repercusiones a la larga. La aparatología no tiene ningún efecto secundario acumulativo.

No hay huella estética...

Exactamente, aunque he preferido no recurrir a esta expresión.

¿De las tecnologías actuales con cuál se queda?

Sin duda con el Thermage. Aunque hay otras que complementan, para mí esa es la mejor para mejorar el estado de la piel. Trabaja a 56 grados, revierte el proceso del envejecimiento rejuveneciendo sin dañar el tejido. Se puede complementar con Ultherapy para redefinir el óvalo del rostro. Thermage es el que mejor te deja la piel de la cara, y si me tengo que levantar la cara, un Ultherapy me iría muy bien.

¿Qué es Thermage?

Thermage FLX. Hablan de esta máquina como de la radiofrecuencia más potente del mundo. Una tecnología no invasiva que con un solo tratamiento al año consigue resultados asombrosos tensando y reafirmando la piel sin generar ningún tipo de daño. Una vez que ha conseguido los efectos, dicen, perduran para siempre. La doctora Aurora Rodríguez-Huergo, directora médica del centro To Be Aguilar Delgado, nos detalla cómo funciona: "Actúa calentando la dermis, hasta llegar a sus capas más profundas, provocando un doble efecto: estimular la síntesis del colágeno ya existente y crear colágeno nuevo. De esta manera, se tratan las arrugas y la flacidez de la piel tensándola y compactándola". Se puede realizar en cualquier momento del día con la facilidad de que dura entre 30 y 90 minutos, factores que colaboran a que este nuevo tratamiento sea todavía más atractivo. Precio: 1.850 euros/sesión.

¿Cómo sé que el piloto es bueno?

Buena pregunta. La diferencia la hace el centro y las referencias expertas, confiar en el profesional que tienes delante siempre que esté avalado. No hay un carnet de buen piloto, pero sí las referencias. Es la confianza que te pueda generar profesionalmente, además de que sea, por supuesto, un cirujano plástico o dermatólogo o médico estético que esté referenciado.

¿Y qué tendencias ve que vienen en el sector de la aparatología estética?

Que habrá muchos médicos con muchos robots. O sea, las manos del médico serán para mover el robot, por lo que el paciente se sentirá muy seguro. Tienes que tener en cuenta que de base trabajamos con la misma tecnología de hace 20 años, aunque muy mejorada. La gran revolución tiene que llegar, por ejemplo, en medicina estética, utilizando las mismas que en la general, como las cámaras que se introducen por el cuerpo. Eso será parte de la revolución. También será el tema de las nanopartículas y algo que también ha llegado a la cosmética.

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Otro tema a abordar son los láseres. Por ejemplo, los láseres en picosegundos. Es un concepto totalmente diferente. O sea, lo que hace un láser no tiene nada que ver con lo que hace un láser en picosegundos. Este es tan pequeño que atraviesa la piel sin dañar nada. O sea, fijaos que la energía de un pico es una energía bestial. Es la energía de 8.000 teslas en un disparo.

De ahí la importancia de que el 'piloto' sepa conducir esa máquina.

Las tecnologías tienen un gran coste económico. Contienen la millonésima parte de segundo que atraviesa todo y trabajan estupendamente la piel.