¿Son las mascarillas el salvavidas de la moda?
De las mascarillas quirúrgicas hemos pasado a buscar diseños de marca con llamativos estampados e incluso logos. Así han logrado que la industria de la moda siga y mantenga la ilusión
No cabe duda de que las mascarillas han pasado de ser aliados con los que protegernos a accesorios de moda en cuestión de meses. Cuando Billie Eilish apareció en la alfombra roja con una mascarilla de Gucci en enero, nadie fue capaz de anticipar que la cantante no estaba tomando únicamente una decisión de estilo, sino que se convertiría sin saberlo en una pionera. Poco después, las semanas de la moda internacionales, asustadas por el coronavirus pero confiadas, contaban con contados invitados con sus mascarillas fashionistas, pero pronto serían precisamente las mascarillas el nuevo it bag capaz de funcionar como la funda de móvil o la barra de labios que sin necesidad de desembolsar una ingente cantidad económica te acerca al universo de la marca.
El nuevo accesorio que abraza la metonimia del consumo alcanzó su punto álgido con Lady Gaga en los premios VMA, donde lució una mascarilla rosa de Cecilio Castrillo, otra con púas de Lance Victor Moore y una metálica de Maison Met. Según la plataforma de búsquedas Lyst, el desfile de mascarillas de Lady Gaga desató un 43% las búsquedas de mascarillas de colores y atrevidas. Portadas de revistas con sus mascarillas fashionistas elegidas como parte del estilismo dejaron paso a las pertinentes fotos de influencers posando con sus looks sin quitarse la mascarilla para hacerlo, algo que meses atrás no ocurría. La estrategia de rigor era salir a la calle con mascarilla y quitarla para hacer foto.
La encargada de moda de ‘Sex en Nueva York’, Patricia Field, ya ha declarado tener varias en casa y elegir diariamente una diferente para combinarla con su look. “La cultura de la mascarilla se ha convertido en la nueva normalidad. Hay un periodo de ajuste, en el que nos encontramos, pero en breve nos acostumbraremos a tener que necesitarlas”, explica el diseñador Jason Wu. “Si tienes que llevar una mascarilla, ¿por qué no divertirte con ella?”, pregunta la diseñadora Nicole Miller, que confiesa que las mascarillas han atraído a una nueva clientela a la marca, convirtiéndose así en la llave que abre la puerta a diferentes firmas que se han dado cuenta de que su capacidad de adaptación ha traído consigo nuevos clientes y oportunidades.
No es de extrañar que cada vez sea más habitual buscar mascarillas de moda. En un momento en el que nos vemos obligados a cubrir la mitad de nuestras caras, se convierten en un aliado para mostrar nuestro estilo y personalidad. En las semanas de la moda ya no se oculta la necesidad de llevar mascarilla, sino que se abraza y se incluye en colecciones como en la de Zero + Maria Cornejo, que el lunes presentó en su colección mascarillas. Burberry ya cuenta con sus diseños con el mítico estampado de la casa y las firmas low cost ya se han sumado a la moda de las mascarillas, con marcas como Bershka adaptando los estampados de sus prendas al accesorio. La nueva colección de Billie Eilish para la marca ya cuenta con diversos modelos destinados a revolucionar tu armario.
Los smileys de las propuestas de la marca también bañan ahora los diseños, y la colaboración de María Escoté para Desigual también cuenta con su pertinente mascarilla reversible. Las ventas de mascarillas fashion superan ya los 300 millones de euros en Etsy, y durante el confinamiento se convirtieron en el salvavidas de marcas españolas como La Condesa y Eduardo Navarrete, que nos explicaron cómo las ventas de este insospechado accesorio estaba ayudando a sus negocios.
Incluso los políticos se han animado a llevar mascarillas estampadas, coloridas o con banderas con las que convertir el accesorio en toda una pancarta política. De hecho, en ocasiones no llevar una mascarilla chic puede ser visto desde un prisma peyorativo. “Si la figura política lleva la mascarilla quirúrgica es que no se preocupa por la emergencia climática ni tampoco por su imagen. Se le nota que la lleva por obligación y sin haberse preocupado por combinarla con la ropa. Para mí, es un mensaje de dejadez y pasotismo”, explica a Vanitatis la asesora de imagen Marta Pontnou.
En definitiva, si la mascarilla ha llegado para quedarse, ¿por qué no elegir modelos con los que expresar nuestro estilo? Ahora que no podemos hacerlo con las barras de labios (¡os echamos de menos!), al menos existe un nuevo aliado para expresarnos de forma visual.
No cabe duda de que las mascarillas han pasado de ser aliados con los que protegernos a accesorios de moda en cuestión de meses. Cuando Billie Eilish apareció en la alfombra roja con una mascarilla de Gucci en enero, nadie fue capaz de anticipar que la cantante no estaba tomando únicamente una decisión de estilo, sino que se convertiría sin saberlo en una pionera. Poco después, las semanas de la moda internacionales, asustadas por el coronavirus pero confiadas, contaban con contados invitados con sus mascarillas fashionistas, pero pronto serían precisamente las mascarillas el nuevo it bag capaz de funcionar como la funda de móvil o la barra de labios que sin necesidad de desembolsar una ingente cantidad económica te acerca al universo de la marca.