Los grandes de la moda que han diseñado para los JJOO
La tendencia del sportswear ha llegado a las pasarelas en estos últimos años y ya son varios los diseñadores que han vestido a las delegaciones durante las semanas de los Juegos Olímpicos
Fue en 2014 cuando Raf Simons tomó una decisión que cambiaría el futuro de la moda de alta costura. En el desfile de Dior, los vestidos fueron conjuntados con zapatillas. Un gesto que significó la unión entre, hasta entonces, dos mundos opuestos: el lujo y el deporte. Marcas de la talla de Kenzo o Givenchy empezaron a reinventar en las pasarelas prendas deportivas y las convirtieron en bestsellers.
Los Juegos Olímpicos no son simplemente una competición deportiva en la que conocemos mejor a grandes atletas. En la actualidad, este evento deportivo es el escaparate perfecto para que las grandes firmas de moda y sus diseñadores puedan lucir su trabajo, aunque esto implique adaptarse a las necesidades deportivas. Son múltiples los genios que han querido aprovechar esta oportunidad y vestir a las delegaciones olímpicas.
Stella McCartney x Adidas: Reino Unido 2012 y 2016
La diseñadora británica por excelencia se ha unido a la gran marca deportiva Adidas ya en dos ocasiones para vestir a los representantes de su país. La gurú de la moda apostaba por unos conjuntos con una estética limpia y sencilla que reúnen los colores de la Union Flag (rojo, blanco y azul marino) rematados con ribetes negros y grises.
El principal protagonista es el estampado del escudo de armas de Reino Unido silueteado y las enormes letras bordadas ‘GB’. Además, según ha revelado la firma deportiva, los trajes son un 10% más ligeros que los de las anteriores Juegos. Esto se debe a que los deportistas han estado involucrados en todo el proceso creativo.
Stella McCartney tarda aproximadamente dos años en crear estas equipaciones. "Es un diseño increíble y va a transmitir un enorme orgullo a todos nuestros deportistas, lo que nos dará ventaja en Río", afirmaba.
Christian Louboutin: Cuba 2016
Gracias al desfile que realizó Chanel en La Habana, la moda francesa se expandió por la isla de Cuba. Fue así como Christian Louboutin se alió con el exatleta francés Henri Tai para crear la equipación de la delegación cubana durante los actos formales de los Juegos Olímpicos de Río de Jainero.
Para representar la esencia del país, las chaquetas se encontraban inspiradas en las guayaberas y recogían en líneas los colores de la bandera cubana. Además, rescataban su característica estrella blanca y la bordaban en la parte alta de la espalda y en el calzado.
Ambos buscaban la comodidad de los atletas y su capacidad de elección y, por ello, los trajes se encontraban disponibles en diversos colores: rojo, negro y beis. Estos no eran los únicos que ofrecían posibilidad de elección, también existían dos tipos de pantalones: unos piratas en color negro o pantalones largos beis. Por último, las americanas masculinas eran rojas y las femeninas eran en tono nude.
Ralph Lauren: Estados Unidos 2012 y 2016
La marca de moda estadounidense se muestra fiel a sus orígenes y crea una línea con la que podríamos acudir a jugar al golf o hacer una travesía a bordo en yate. Eso sí, con una esencia 100% ‘born in the USA’. La combinación de identidades es perfecta, los enormes caballos bordados en los polos y la chaqueta se entremezclan con los colores de la bandera estadounidense.
Ralph Lauren ha sabido mantener su línea estética clásica y sumarle un toque animado a través de un diseño de lo más preppy. Estos diseños tomaron como referencia los uniformes de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres de 1948. Volviendo a los orígenes de la competición, la marca estadounidense se ha abierto hueco en el mundo deportivo gracias a esta decisión.
Giorgio Armani: Italia 2012, 2016 y 2020
El genio de la moda italiana lleva años siendo el encargado de vestir a los deportistas nacionales, más allá de los Juegos Olímpicos. Por ello, creó una firma deportiva para realizar este tipo de trabajos, Emporio Armani Milano. Además, la marca siempre pone los diseños a la venta en su página web. Por este tipo de ideas, Armani es el diseñador más rico del mundo.
Al igual que el resto de diseñadores, busca plasmar la esencia del país en sus diseños y lo hace a través del uso de la bandera. Los diseños para competir en Tokio han revolucionado la ciudad gracias al círculo central de la sudadera que simula la bandera de Japón, pero con los colores de la italiana.
Lacoste: Francia 2016
Aunque para muchos sea algo desconocido, René Lacoste, el fundador de la firma francesa, fue tenista. Es por ello por lo que la marca se ha convertido en la encargada oficial de vestir a la delegación. Con su emblemático cocodrilo bordado junto a la bandera, las gabardinas azul marino se alternan con impermeables con capucha blancos, que dejan asomar sudaderas, polos y pantalones en los mismos tonos.
Dolores Cortés: España 2012
La variedad de deportes que existe dentro de la competición deportiva abre el abanico a la participación de un mayor número de diseñadores. Es el caso de una de las reinas de la moda de baño española, Dolores Cortés, que vistió al equipo español femenino de natación sincronizada en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
La modista española ha llegado a desfilar en la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid. Su estilo la ha llevado a triunfar internacionalmente y conquistar las pasarelas de Miami. Además, la diseñadora cuenta con tiendas propias en más de 15 países del mundo.
Dsquared2: Canadá 2016
Dsquared es una firma canadiense creada por dos hermanos gemelos, Dean y Dan Caten, que revolucionaron la industria de la moda en el país del norte. Estos aliados con los mayores grandes almacenes canadienses, Hudson’s Bay, han sido los encargados de producir los conjuntos deportivos de la delegación para este Tokio 2020.
Destacan por su enfoque minimalista y combinan prendas de tradición deportiva como los chándales o las zapatillas, con otras de estilo casual como las blazers. DSquared2 rescata los símbolos de la bandera nacional y añade un toque negro a sus diseños blancos y rojos presididos por las hojas de arce.
Fue en 2014 cuando Raf Simons tomó una decisión que cambiaría el futuro de la moda de alta costura. En el desfile de Dior, los vestidos fueron conjuntados con zapatillas. Un gesto que significó la unión entre, hasta entonces, dos mundos opuestos: el lujo y el deporte. Marcas de la talla de Kenzo o Givenchy empezaron a reinventar en las pasarelas prendas deportivas y las convirtieron en bestsellers.