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¿Por qué siguen ellos decidiendo lo que llevamos?
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ANÁLISIS

¿Por qué siguen ellos decidiendo lo que llevamos?

Con la última elección de Kering, el conglomerado demuestra que la industria de las tendencias sigue apostando por directores creativos masculinos

Foto: 'El hilo invisible'. (Cortesía)
'El hilo invisible'. (Cortesía)

Pensábamos que la tradicional foto de familia de las empresas, de la política y de la moda por fin dejaría atrás el aluvión de corbatas y la excepción de la falda que llevamos toda la vida observando, pero la sociedad parece empeñada en echar el freno en cuestiones de igualdad y equidad. Aunque la industria de las tendencias llevaba tiempo apostando por directoras creativas, cuando Seán McGirr tomó el relevo de Sarah Burton al frente de Alexander McQueen, absolutamente todos los directores creativos de las firmas de moda Kering son en estos momentos hombres blancos.

Fue un post publicado en 1 Granary, una plataforma educativa de moda y una red creativa líder a nivel mundial, el que abrió el debate. "Literalmente, no conozco a ninguna mujer de mi generación que se haya acercado siquiera para un trabajo como este", compartió un diseñador sénior después de que comenzara a circular la noticia de que el director creativo de moda masculina de JW Anderson sucedería a Sarah Burton. "Todas estas mujeres lo han dejado todo y al final son los hombres los que toman el poder mientras ganan 10 veces lo que ellas", otra diseñadora compartió su frustración con nosotros. "Es un insulto para todas las mujeres que trabajan en la industria: no que él sea nombrado, sino tener una cartera completa encabezada por hombres".

Escuchamos mucho sobre el "cambio", mientras que la diversidad y la igualdad se utilizan como estrategias de marketing todos los días. Pero, en realidad, nada parece haber evolucionado. “Creo que muchas mujeres simplemente se dan por vencidas porque el camino es imposible. Este nombramiento lo demostró. Ya es hora de entablar una conversación difícil sobre por qué estas decisiones se siguen repitiendo en la industria, qué factores perpetúan este patrón y por qué el cambio real sigue siendo tan difícil de alcanzar”, escriben.

Ellos crean y deciden; ellas compran

Aunque según 'Business of Fashion', Kering aspira a lograr un equilibrio de género para fines de 2025, ni sus acciones ni los datos parecen demostrar que así vaya a ser. Resulta curioso, e incluso inquietante, pensar que son los hombres los que orquestan los diseños que llevan las mujeres. “Lo que quiero es hacerlas a ellas más fuertes y a ellos, más sensibles”, aseguró en los años 80 Miuccia Prada, que, como reina del feísmo, demuestra que la mirada masculina le importa absolutamente lo mismo que, al parecer, a tantos mandamases de la industria la igualdad.

placeholder Miuccia Prada y Raf Simons. (EFE/Matteo Bazzi)
Miuccia Prada y Raf Simons. (EFE/Matteo Bazzi)

“Las mujeres fabrican, estudian, pero no dirigen”, escribe al comienzo de ‘Batallón de modistillas’ la periodista Leticia García, donde arroja algunos datos reveladores. “En Fair Trade Certificate, la plataforma que detalla qué empresas, de cualquier ámbito, tienen prácticas laborales justas, explican que de media el 80% de la mano de obra en talleres es femenina, pero solo una de cada seis personas que trabaja en la industria es mujer. En Fashion Revolution, una de las asociaciones más relevantes en lo que a sostenibilidad se refiere, citan un estudio de la International Labor Organization en el que, tras investigar en nueve países de Asia -la fábrica textil del mundo-, se concluye que a los trabajadores textiles masculinos se les paga un 18% más que a las femeninas, además de tener más oportunidades de ser ascendidos.

Un reportaje de 'The New York Times' titulado muy pertinentemente 'El problema de la moda para las mujeres' cita un estudio de la consultora McKinsey and Co: aunque aproximadamente el 80% de las estudiantes en escuelas de moda son mujeres, solo un 16% dirige marcas. Aunque quizá el dato más revelador sea el que aporta 'Business of Fashion': ellas conforman el equipo de diseño de las grandes marcas en un 40%, pero solo lideran dichos equipos un 14%, escribe.

En LVMH, la excepción a resaltar es, cómo no, Maria Grazia Chiuri, que al frente de Dior ha logrado que los ingresos anuales de la marca superaran los 80 mil millones de euros en 2022. El problema de que sean ellos los que deciden es, según Leticia García, que "reproducen el estereotipo más patriarcal de la feminidad pese a que todos nos vestimos cada día; pese a que la moda, en sentido amplio, es capaz de leer entre líneas el momento social del presente mejor que muchos diarios -aunque ese es otro tema-; y pese a que, paradojas del patriarcado, se intente culpar a las mujeres consumidoras de moda de que, sorpresa, son fieles seguidoras de él”.

Por su parte, Daniella Kallmeyer, directora creativa de la firma Kallmeyer, explica a ‘Wall Street Journal’ que la marca funciona muy bien precisamente porque la han hecho sin tener en cuenta la mirada masculina. “He visto cómo esto ha resonado en nuestra base de clientes femeninas y cómo Kallmeyer realmente se convierte en una sensación de usar ropa, y no solo una apariencia... Mi enfoque al diseñar para mujeres o ropa en general comienza con nuestros cuerpos y con cómo somos”, asegura.

Quizás lo oportuno sea atrevernos a mirar más allá del mainstream y acariciar las propuestas de firmas como Paloma Wool o Sonia Carrasco, esas que tantas estrellas pop están abrazando y cuyos discursos son mucho más disruptivos y reveladores. Si no queremos que ellos elijan cómo vestir, tal vez sea este el momento de elegir nosotras a quienes nos visten para que la industria nos escuche.

C. Tangana canta 'Demasiadas mujeres', y nosotros nos preguntamos si en la moda no ha llegado el momento de entonar 'Demasiados hombres'.

Pensábamos que la tradicional foto de familia de las empresas, de la política y de la moda por fin dejaría atrás el aluvión de corbatas y la excepción de la falda que llevamos toda la vida observando, pero la sociedad parece empeñada en echar el freno en cuestiones de igualdad y equidad. Aunque la industria de las tendencias llevaba tiempo apostando por directoras creativas, cuando Seán McGirr tomó el relevo de Sarah Burton al frente de Alexander McQueen, absolutamente todos los directores creativos de las firmas de moda Kering son en estos momentos hombres blancos.

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