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Oriol y Catalán de Ocón, apellidos con solera que triunfan en el arte
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Oriol y Catalán de Ocón, apellidos con solera que triunfan en el arte

Las últimas generaciones llegan llenas de experiencia, duro trabajo y hasta con el peso que da una familia que forma parte de la historia de España

Foto: El estudio del diseñador Álvaro Catalán de Ocón con sus originales lámparas. (Cortesía del artista)
El estudio del diseñador Álvaro Catalán de Ocón con sus originales lámparas. (Cortesía del artista)

Hay algunos apellidos que a todos nos suenan. Nos ubican automáticamente en lugares históricos, en personas que por algo influyeron en algo de nuestro país, que fueron importantes en ciertos momentos del pasado, y este año vamos a escuchar dos ilustres nombres de aquellos que, con su creatividad, tesón y constancia, han sabido actualizar ese nombre o legado que les acompaña, para orgullo de los suyos y gran disfrute de los demás.

Nos referimos al escultor Fernando Oriol (su abuelo fundó Talgo), autor de elaboradas piezas de hierro con las que crea todo tipo de estructuras, y al diseñador Álvaro Catalán de Ocón (con antepasados vinculados a la cultura, el arte, la botánica o la política), que hoy es referente internacional en el diseño de lámparas y mobiliario. Te encantarán.

placeholder El diseñador Álvaro Catalán de Ocón en pleno montaje con su equipo. (Cortesía del artista)
El diseñador Álvaro Catalán de Ocón en pleno montaje con su equipo. (Cortesía del artista)

La esencia de lo sencillo

Hablar de Álvaro Catalán de Ocón es hablar de luz ordenada, equilibrada, original, perfecta. Es artista, además de profesor y con un currículum difícil de resumir. Internacionalmente es conocido desde 2004 cuando -con el diseño de la lámpara La Flaca- ganó el premio Design Plus Award en Frankfurt. Desde entonces no ha cesado de recibir premios y de exponer sus piezas en las galerías más importantes del mundo. En 2010, su stand ganó el premio del Salone Satellite en Milán. Sus lámparas reduccionistas y evocadoras, en las que una bombilla se enciende al colocarla sobre un soporte, como una vela en un candil, son una referencia imprescindible.

placeholder Uno de los diseños de Catalán de Ocón. (Cortesía del autor)
Uno de los diseños de Catalán de Ocón. (Cortesía del autor)

Sencillez perfecta

Álvaro produce él mismo la mayor parte de sus diseños desde un antiguo espacio industrial que también ha recibido numerosos premios, situado en el oeste de Madrid, su ciudad natal, a la que volvió después de estudiar y trabajar en Milán, Londres y Barcelona. Como dice Jesús Vassallo Fernández, doctor en Arquitectura de la Universidad de Harvard, “el trabajo de Catalán de Ocón se fundamenta en una visión sofisticada de los objetos. Sencillos y puros en apariencia, son consecuencia de un intensivo proceso de estudio y evolución”.

placeholder El escultor Fernando Oriol trabajando. (Cortesía del autor)
El escultor Fernando Oriol trabajando. (Cortesía del autor)

El escultor del metal

El artista Fernando Oriol empezó haciendo muebles de madera, pero hoy en su taller de Sevilla, la gran mayoría de su obra es de hierro, acero corten o latón. Y después de tantos años, su obra es más que reconocida. Mezcla la ligereza y el frescor de la naturaleza con la dureza y pesadez de los materiales que utiliza, lo que genera un efecto equilibrado y decorativo con el que igual realiza unos apliques que una pérgola de hojas inmensas, que un árbol. A estas cualidades se une, además, la de la escala.

placeholder Oriol se inspira en la naturaleza para desarrollar su obra. (Cortesía del artista)
Oriol se inspira en la naturaleza para desarrollar su obra. (Cortesía del artista)

Muchas veces las esculturas representan plantas a tamaño real, y eso, realizado en metal, lo hace muy llamativo, sin olvidar la integración en el medio donde va situada cada pieza. Son singularmente originales las lámparas con forma de hojas de acanto, de platanero, las mesas o los bancos con patas que imitan troncos.

placeholder Un rincón del taller de Oriol en Sevilla. (Cortesía del artista)
Un rincón del taller de Oriol en Sevilla. (Cortesía del artista)

Hay algunos apellidos que a todos nos suenan. Nos ubican automáticamente en lugares históricos, en personas que por algo influyeron en algo de nuestro país, que fueron importantes en ciertos momentos del pasado, y este año vamos a escuchar dos ilustres nombres de aquellos que, con su creatividad, tesón y constancia, han sabido actualizar ese nombre o legado que les acompaña, para orgullo de los suyos y gran disfrute de los demás.

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