Dieta del delfín o cómo adelgazar y perder peso consumiendo agua de mar
El agua de mar y sus nutrientes son la clave para esta dieta, que busca ayudarnos a perder peso y eliminar el estrés de nuestras vidas
Puedes respirar tranquila, a pesar del nombre que recibe esta dieta, no basa la pérdida de peso en alimentarnos a base de delfines. Lo que hace es poner como ejemplo a estos -suponemos- felices, alegres y despreocupados mamíferos.
Al parecer, ellos son el modelo de todo lo que deberíamos ser en la vida y lo son gracias a vivir en el mar. Por eso considera necesario, además de cambiar nuestra forma de alimentarnos y nuestros hábitos de vida, incluir el agua de mar en nuestra dieta.
Esta idea lleva muchos años sobre la mesa, pero fue el doctor Ángel García quien decidió estudiar y analizar la idea y plasmarla en su libro ‘La dieta del delfín’, que puedes comprar en Amazon
Destaca la importancia de llevar una vida equilibrada, de evitar el estrés y sentirnos más relajadas, de movernos y ser activas, equiparando los resultados que esperamos obtener a los delfines, que nadan todo el día, felices en el mar, sin preocupaciones. Asegura que estos animales casi no tienen enfermedades e infecciones y que el agua de mar puede ser la clave de ello.
Señala que nuestra alimentación habitual no es la adecuada, que hay muchas enfermedades que se desarrollan en nuestro cuerpo porque tenemos un pH bajo en el organismo. Cambiando nuestra dieta y aumentando el pH y, por tanto, alcalinizando nuestro cuerpo, estaríamos consiguiendo un organismo más fuerte y libre de enfermedades. De momento no existe evidencia científica que avale esta afirmación.
Por tanto, la dieta del delfín lo que propone es combinar una dieta alcalina con el agua de mar, que tendremos que introducir poco a poco en nuestra vida, porque de hacerlo de golpe podría provocarnos malestar y problemas estomacales, debido a la falta de hábito. Así, hasta que el cuerpo se acostumbre, habría que mezclarla con agua embotellada.
El objetivo es llegar a consumir medio litro de agua de mar al día, preferentemente media hora antes de las comidas, de esta forma favorece una reducción del hambre y la ansiedad, ayudándonos a comer lo que necesitamos, sin excedernos. También se puede emplear para cocinar porque asegura que contiene una gran cantidad de nutrientes necesarios para el organismo.
Introduce el agua de mar en nuestra alimentación, pero la acompaña de una dieta alcalina, en la que se busca eliminar los alimentos que pueden acidificar nuestro pH, como las carnes rojas, de pollo o de cerdo, los huevos, el pescado y el marisco, los lácteos, el chocolate, café y té, así como también todas las bebidas azucaradas y productos ricos en azúcares refinados.
Fomenta el consumo de verduras como espinacas, brócoli, berenjena, judías verdes, alcachofas, zanahoria, calabacín, patata, guisantes, tomate, lechuga, cebolla, ajo, apio… y también el de lentejas, quinoa, trigo sarraceno, almendras, aceite de oliva, jengibre, limón, pomelo y aguacate. En menor medida también garbanzos y otras frutas como manzanas, plátanos, uvas o naranjas.
Esta dieta supone un cambio completo en nuestra forma de alimentarnos, seguirla sin supervisión puede llegar a causar problemas como deshidratación. Por ello, antes de comenzar una dieta para adelgazar, siempre debemos ponernos en manos de un médico o nutricionista, un experto que pueda darnos las mejores pautas y consejos para perder peso sin poner en riesgo nuestra salud.
Puedes respirar tranquila, a pesar del nombre que recibe esta dieta, no basa la pérdida de peso en alimentarnos a base de delfines. Lo que hace es poner como ejemplo a estos -suponemos- felices, alegres y despreocupados mamíferos.