La nueva vida de Sáenz de Santamaría: "distancia", familia y escritura

María Dolores de Cospedal acaba de anunciar que deja la política. Para la abogada, que lo ha sido todo dentro del Partido Popular, será un gran cambio de vida. Pasará de la actividad frenética de quien tiene muchas responsabilidades a una cotidianidad más relajada, un poco al estilo de su compañera de partido y enemiga íntima (a juzgar por las crónicas), Soraya Sáenz de Santamaría. La exvicepresidenta reapareció el jueves en su toma de posesión como miembro del Consejo de Estado. Fue generosa con los periodistas que tantos años siguieron sus andanzas y respondió a algunas preguntas sobre su nueva vida de manera informal.

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La ex número dos del Gobierno no quiso entrar al trapo y dijo ver "con distancia" el panorama político actual y la situación interna dentro del PP, sobre todo la dimisión de la ex secretaria general María Dolores de Cospedal. El viaje que ahora emprende Cospedal ya lo realizó ella tras perder con Pablo Casado en las primarias para dirigir el futuro del partido. Desde entonces, Soraya se ha mantenido en un discretísimo cuarto plano, algo que no siempre es fácil para alguien que ha acumulado tanto poder.

"La verdad es que se sube por las paredes", comentaba no hace mucho un colaborador de Sáenz de Santamaría a este medio. No sin cierto sentido del humor, refiriéndose a que le estaba costando acostumbrarse a este nuevo ritmo vital, sin responsabilidades ni llamadas urgentes. Sin embargo, en conversación informal con los periodistas antes de tomar posesión de su cargo como nueva consejera de Estado, Sáenz de Santamaría resaltó las ventajas de su nueva situación. "Estoy en un momento reflexivo y tranquilo".

Mucho contacto con Rajoy

La abogada del Estado y su exjefe, Mariano Rajoy, siguen manteniendo "mucho contacto" porque, más allá de su etapa en la política, el expresidente "es un amigo". A muchos les sorprendió que Rajoy solicitara su reingreso en el cuerpo de registradores pocos días después de dejar la política. Él también podría ilustrar a Cospedal sobre la mejor manera de aterrizar en la vida civil tras haber asumido las más altas responsabilidades del Estado. El expresidente volvió a su antigua casa de Las Rozas a los pocos días de la moción de censura de Pedro Sánchez y, tras unos meses trabajando en Santa Pola, actualmente tiene plaza en Madrid.

Soraya Sáenz de Santamaría ahora puede dedicarle más tiempo "a la familia y a viajar". La exvicepresidenta tiene un hijo de 7 años, fruto de su matrimonio con el también abogado del Estado Iván Rosa Vallejo. El niño nació en plena campaña electoral, tan solo nueve días antes de las elecciones generales que dieron la victoria al PP y, por tanto, colocaron a su madre en lo más alto de la política. Es decir, hasta ahora, Sáenz de Santamaría siempre había compaginado la maternidad con su título de 'mujer más poderosa del país'. No en vano estaba al frente de la vicepresidencia del Gobierno y, por primera vez, tenía a su mando también el Centro Nacional de Inteligencia, que hasta entonces dependía del Ministerio de Defensa.

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Una vida trepidante que ahora debe amoldarse a una nueva realidad. Sáenz de Santamaría pasa varias horas al día en el despacho de su casa madrileña, donde se está dedicando a escribir, pero que nadie se asuste. No está redactando sus memorias, como ella misma dijo bromeando ante los periodistas (porque las últimas que ha leído "no son memorias, son venganzas"): "Estoy escribiendo sobre mis temas, democracia y esas cosas".

Y sin embargo, ¡cuánto se leería esa biografía!