Georgie Dann y las claves de su herencia: una empresa, propiedades y derechos de autor

Era el rey de la canción de verano y su carrera fue muy longeva. No en vano estuvo en activo casi hasta el final. Nos ha dejado este miércoles Georgie Dann a los 81 años, quien estaba casado con Emilia García, Emy, una de las gogós que le acompañaban en sus espectáculos y con la que tuvo tres hijos, dos de los cuales, Patricia y Paul, formaron el dúo musical Calle París, nombre que eligieron después de escuchar 'Una calle de París', una de las canciones más emblemáticas de Duncan Dhu.

Con tantos éxitos cosechados a lo largo de los años, el artista francés afincado en nuestro país amasó un considerable patrimonio, consecuencia de sus canciones del verano, que podemos dividir en dos vertientes, las propiedades inmobiliarias y empresas, y otra derivada de los derechos devengados por sus numerosos hits, entre los que podemos destacar 'El bimbó', 'Macumba', 'Carnaval, carnaval', 'El africano', 'El chiringuito', un clásico de nuestras costas, 'La barbacoa' y 'Koumbo'.

Empezemos por las empresas... Su mujer figura como administradora única de Poney Musical S.L., poseedora del nombre registrado Georgie Dann y que se constituyó en 1968 cuando el artista empezaba a hacer explosión en los mercados latinos, después de pasar por España para representar a Francia en el Festival del Mediterráneo y embarcarse después en una gira por distintos países de Hispanoamérica, en los que, además de hacerse un nombre propio, aprendió el idioma que le convirtió en estrella. De hecho, en su país natal era una figura muy poco conocida y la repercusión mediática de su deceso allí ha sido muy modesta. Un fenómeno similar al de Torrebruno, que era un gran desconocido para los italianos.

La sociedad tiene como finalidad "la tenencia, adquisición y explotación por medio de cualquier título, de todo tipo de bienes inmuebles, muebles y/o derechos, y la administración de tales bienes según convenga para su aprovechamiento", y como objetivos secundarios, las artes escénicas y espectáculos.

Según aparece reflejado en el Registro Mercantil, en el ejercicio de 2020 registraba un activo de 372.758 euros y unos números rojos de 45.935 (algo mayores a los de ejercicios anteriores), lo que evidencia una evolución negativa de la sociedad, pero no consta que sobre ella haya reclamaciones de la Administración Pública ni demandas judiciales, y otro elemento favorable en este sentido es que la empresa presenta cuentas con regularidad. Y el sector al que se dedica se ha visto afectado de lleno por la pandemia del coronavirus, lo que explica en parte los datos negativos de la misma. Además, entre 2019 y 2020, el activo total bajaba algo más de un 6%, que encuentra su explicación de más del 57% de su endeudamiento.

La joya de la corona

La sede social de esta sociedad limitada es una vivienda unifamiliar de la que era propietario el matrimonio, situada en una urbanización de Pozuelo de Alarcón. Consta de una superficie de 344 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 1.700, en una zona en la que el metro cuadrado oscila en la actualidad entre los 1.900 y los 4.000 euros, en función de la zona y el estado de conservación. La adquirieron en 1986 mediante una hipoteca muy por debajo de su valor de tasación y está libre de cargas. Esta es una de las cuatro propiedades que están al nombre de su mujer o de la mencionada sociedad. Dos de ellas, a nombre de la sociedad, en Madrid, una vivienda unifamiliar de 324 metros y un local comercial de 84.

En cuanto a los ingresos que devengan sus canciones, contamos con el asesoramiento del abogado Antonio Muñoz Vico, quien subraya su faceta como autor: "Entre todas las personas y entidades que han expresado públicamente su sentir por la muerte del parisino, la SGAE lo ha hecho reivindicando su faceta de compositor y letrista: tanto bajo su nombre de pila (Georges Mayer Dahan) como utilizando su nombre artístico, Georgie Dann, tenía registradas más de trescientas canciones que conforman un verdadero patrimonio inmaterial. Muchas de ellas, como las célebres 'Carnaval, carnaval' o 'El negro no puede', aparecen firmadas junto a su mujer Emilia u otros autores. Tras su muerte, cada vez que esas canciones se interpreten o se pinchen, por ejemplo, en discotecas, en la radio o en Spotify, seguirán reportando beneficios a sus herederos hasta que pasen al dominio público a finales de siglo (en al año 2092 –70 años contados desde el 1 de enero siguiente a la muerte–) o incluso más tarde, porque en los casos de autoría compartida el plazo solo empieza a correr cuando todos los coautores han muerto".

Otra cuestión importante es su faceta de intérprete, como destaca el letrado: "Junto a los derechos de autor, perviven también sus derechos como intérprete de un amplísimo repertorio. Esos derechos pueden llegar a durar desde los 50 años desde el año siguiente a su primera interpretación hasta 70 años desde la publicación o difusión del álbum, y serán los sellos discográficos quienes deban abonar las regalías pactadas por contrato (los royalties, en la jerga discográfica). Por su parte, la sociedad de artistas AIE (que, a diferencia de SGAE, no publica en su web un repertorio que permita identificar a sus miembros) será la encargada de recaudar sus derechos de mera remuneración".

Respecto a la marca denominativa Georgie Dann, que ya señalábamos anteriormente, Muñoz Vico mantiene que a su mujer "le permite comercializar en exclusiva determinados productos y servicios bajo su nombre".

Por último, con respecto a sus derechos de imagen señala que "con la muerte, los derechos de la personalidad se extinguen y solo las personas que designara en su testamento o, en su defecto, sus familiares, podrán defenderla frente a determinados usos no autorizados. La sentencia del Tribunal Supremo del año 2016 en el caso Dalí aclaró que los derechos de imagen se extinguen con la muerte y que los familiares únicamente pueden ejercitar acciones para defender la memoria del fallecido. Pero ¿en qué casos se ve afectada la memoria? ¿Podría la asociación no autorizada de la imagen a una marca constituir una afectación de la memoria? ¿Y un deepfake o ultrafalso? Existe todavía un cierto grado de incertidumbre sobre la protección del derecho a la imagen de las personas fallecidas".