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Descifrando al Turronero, el empresario de los 1.400 invitados vip
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Descifrando al Turronero, el empresario de los 1.400 invitados vip

El bautizo por todo lo alto de sus nietos el pasado fin de semana en Jerez ha puesto el foco sobre este emprendedor hecho a sí mismo. Charlamos con él y con quienes mejor le conocen

Foto: La familia López Mariscal. (Cortesía)
La familia López Mariscal. (Cortesía)

José Luis López, el Turronero, celebraba el fin de semana pasado el bautizo de sus nietos con una megafiesta en Jerez difícil de calificar. Hubo feria, actuaciones musicales de artistas de primera fila, desplazamientos en aviones privados y AVE, hoteles de varias estrellas, y todo esto gratis total y con una organización perfecta. Acudieron 1.400 invitados, todos ellos amigos. No faltaron empresarios de primer nivel, políticos de ideologías diferentes, directivos del Ibex, presidentes de corporaciones importantes, profesionales de todos los ámbitos laborales (albañiles, electricistas, contratistas, abogados, periodistas, amas de casa) y personajes del mundo del corazón.

Algunos, como Carlos Herrera, no pudieron acudir por encontrarse en Nueva York. El periodista lo define como “una de las mejores personas y más generosas que conozco”. Esta apreciación coincide con las declaraciones de todas las personas con las que hemos hablado y que destacan la importancia en su vida de la familia, su fidelidad y generosidad. Como ejemplo sirva la compra de un edificio de seis plantas para que cada hermano viviera en una de ellas.

Todos opinan parecido. Desde la alcaldesa de Jerez a los artistas que le regalaron sus actuaciones el pasado fin de semana, pasando por empresarios y caras visibles de partidos políticos de la mayoría del arco parlamentario. Lo llamativo de este empresario que conoce a todo el mundo es que no frecuenta las fiestas de las grandes firmas comerciales y revistas de alta gama donde son fijos apellidos compuestos, títulos nobiliarios, influencers y, como reclamo, Victoria Marichalar Borbón. Tampoco acude a las convocatorias o encuentros de medios económicos, ni sale en las páginas salmón.

Por eso, la pregunta es obligada: ¿quién es José Luis López, el Turronero, el hombre invisible que conoce a todo el mundo?

Nació en Ubrique en 1963 y fue el pequeño de cuatro hermanos (dos chicas y dos chicos). Una familia humilde en la que no faltaba pero nunca sobraba, como él mismo nos explica: “No tengo estudios superiores. Desde siempre recuerdo ayudar a mis padres, que eran feriantes y vendían en su puesto turrones. Por eso mi apodo, el Turronero, del que estoy muy orgulloso. La gente cree que me ha ido bien en la vida porque he tenido suerte, pero empecé desde lo más bajo. Mi vida está llena de muchísimos amigos que son a los que les abro las puertas de mi casa”.

Cuenta que a los artistas los ha ido conociendo "año tras año". "Vienen a mis fiestas como amigos, nadie cobra un duro. Todos lo hacen de corazón porque me quieren a mí y a mi familia”. Una de las cosas que le gusta aclarar es que en sus reuniones todos son iguales, “tengas mucho o poco, y nadie se encuentra desubicado". "Mi relación con los políticos me viene por lo mismo. Los vas conociendo a lo largo de tu vida. Unos son de izquierdas, otros de derechas y a mí me da igual de dónde vienen”, añade.

Turrones y asistente en carretera

Sus inicios profesionales, al margen de la venta ambulante de turrones, llegaron por una oferta de trabajo como asistente en carretera. Después pasó a vender seguros y más tarde al mundo inmobiliario. Compra y vende terrenos, edificios, naves y no se queda con nada, como confirman a Vanitatis.

El empresario Javier Fal-Conde, presidente del Grupo Artysur, le define como un hombre “serio en el trabajo e hiperlegal a la hora de firmar contratos. No es de los que quieren llevarse el último euro y por eso hay confianza y tranquilidad a la hora de trabajar con él. Tiene vista para los negocios. Donde otros no ven, él sí. Le conozco desde hace años. A mí me lo presentó un amigo también empresario. Es una buena persona y muy generoso.”

De lunes a jueves se instala en Madrid y recibe en un hotel del barrio de Salamanca. Aunque tiene un apartamento, prefiere quedarse en el mismo establecimiento donde ha montado su oficina volante. “Me resulta más cómodo y cuando termino cojo el AVE y vuelvo a casa”, revela. Precisamente en uno de estos viajes tuvo un encuentro con Mario Conde. Muchos pensaban que formaba parte de su leyenda esta relación fraternal, que incluso hizo que la primera llamada desde la cárcel del banquero fuera al Turronero.

El libro de Mario Conde

“Esa historia es verdad. Lo conocí un día en el tren yendo para Madrid y me saludó. Entablamos una amistad y te diré que jamás he hecho un negocio con Mario. Un día me dijo: 'José Luis, yo quiero pertenecer a tu familia'. Y me pidió ser el padrino de mi nieta. Y al poco tiempo se presentó con un libro escrito por él donde contaba nuestras vidas, nuestra historia y era solo para nosotros porque nunca lo editó para que se publicara”.

José Luis López vive en una chalet en las afueras de Ubrique. Tuvo sus más y sus menos con los ecologistas por ampliarlo antes de haber recibido la licencia y la denuncia quedó en nada. Se casó a los 20 años con Carmen Mariscal, con quien tuvo dos hijos, María y Pepe, y forman un matrimonio estable y feliz. El año que viene cumplirán su cuarenta aniversario y habrá celebración a lo grande.

Su hijo Pepe, que trabaja con él, nos da algunas claves: “Todo lo que sé lo aprendí de mi padre y estoy a su lado todas las horas del día. Es duro y exigente, pero es que lo es con él mismo. Para mí es el mejor empresario y siempre me recuerda que no se nos olvide de dónde venimos. Admiro su capacidad para conectar con la gente y lo poco que le importan las apariencias. Me emociona el respeto y la admiración que le tienen tanto en el mundo empresarial como la gente del pueblo”. Reconoce que la fiesta del bautizo de sus hijos fue una sorpresa para todos. “Decían: ¡Lo que monta el abuelo! Tenía algo de idea, pero la verdad es que siempre nos sorprende con algo porque todo lo hace con cariño”.

En Ubrique, el Turronero tiene también su fundación, a la que bautizó con el primer apellido suyo y el de su mujer. Sus dos hijos son también patronos de esta entidad sin ánimo de lucro que tiene como fin ayudar a distintos colectivos y ofrecer becas en diversos ámbitos, cultural, educativo y desarrollo industrial. José Luis López explica a Vanitatis cuándo y cómo la fundó: “Lo hice después de tener una experiencia muy dura y me di cuenta de que tenía que devolver a la sociedad todo lo que había recibido. Una vez al mes escucho a los vecinos”. En esos encuentros, la gente que acude le cuenta sus problemas y carencias. Una vez estudiado el caso, se pone en marcha el plan de choque.

“Si por algo se caracteriza José Luis es por su sexto sentido. No es tonto, le ha costado mucho trabajo llegar a donde está y lo que no hace es tirar el dinero. Quiere que tanto su familia como la gente que quiere viva bien. Puede parecer que derrocha el dinero en las fiestas que organiza, pero también se lo gasta con el pueblo de Ubrique. Todas las navidades encarga una miniferia y organiza una cena para todas las personas mayores del pueblo. Durante la pandemia ha colaborado con los Ayuntamientos de Ubrique y Jerez”, detallan.

Facilitador

La alcaldesa de esta última localidad, Carmen Sánchez, del PSOE, explica su relación con el empresario: “Había temas que estaban parados desde hace años. Una de las cosas que hizo fue acercar a empresarios de toda España a la ciudad para invertir en esos terrenos industriales que estaban inutilizados. Nos ha dado a conocer fuera de Jerez. Teníamos reuniones en el ayuntamiento con esos inversores, les escuchábamos e incluso les facilitábamos que los técnicos vieran sus proyectos y así evitar problemas futuros. Una manera de reactivar la economía local”. Sánchez fue una de las 1.400 personas que acudieron a la fiesta por el bautizo de los nietos el fin de semana pasado.

“Allí estaban tres alcaldes de Jerez: Pedro Pacheco, Pilar Sánchez y yo, y políticos de ideologías diferentes que tienen como nexo de unión a José Luis”. Y no solo ellos, también Albert Rivera, Rocío Monasterio o Iván Espinosa de los Monteros, que conocen al protagonista desde hace tiempo. En el caso del expresidente de Ciudadanos a través de Malú y de su padre, Pepe de Lucía.

La alcaldesa de Jerez ilustra el trabajo que desde su fundación hace José Luis López: “Por poner un ejemplo, si en un momento dado hay gente que no puede pagar los recibos de la luz o el agua, les ayuda. Hay también una parte muy bonita: si un niño va atrasado en el colegio, desde la fundación le dan clases particulares gratuitas. Durante la pandemia hubo muchas familias que se quedaron sin nada y montamos un centro municipal aquí en Jerez. Para comprar alimentos necesitábamos una licitación y hasta que se cerró el protocolo su fundación nos enviaba varias veces productos. Y me decía: 'Cuando te falte algo concreto, nos avisas'. Es una persona muy querida”.

Según confirman, todo está auditado y con las cuentas a la vista para quien quiera examinarlas. Desde su punto de vista, Carmen Sánchez señala que lo que ha tenido "ha sido inteligencia en los negocios”. Así lo confirman empresarios del sector inmobiliario, que apuntan: “Lo que hace es comprar y vender. Controla muy bien los tiempos y sabe cuándo hay que deshacerse de los activos. En un día puede cerrar varias operaciones y cambia cuatro o más veces la titularidad de un terreno en el notario”.

El Turronero ha tenido también su tiempo de dificultades legales como las denuncias antes mencionadas por los ecologistas y con Hacienda en el año 2017, que rebajó la multa que pedía el Ministerio Fiscal de cinco millones de euros a 175.000 euros. Pero el momento más complicado fue su implicación en la operación Karlos. Un fraude a la Seguridad Social que condenó a María José Campanario. A él, a dos años de cárcel por ejercer de intermediario entre el cerebro de la trama, Carlos Carretero, y la mujer de Jesulín de Ubrique.

"Mi familia sufrió mucho"

“Asumí la culpa y aprendí que por hacer un favor de presentar a dos personas podía tener problemas legales como así fue. En ese momento cuando me condenaron me dieron palos de todas las maneras posibles porque estaba Campanario por medio. Me dolió que escribieran de mí sin conocerme y la mayoría de los periodistas nunca se pusieron en contacto conmigo. Mi familia sufrió mucho”, recuerda.

Confiesa el empresario que esa historia le sirvió para que las personas que confiaban en él lo hicieran aún más. “Seguí adelante y me di cuenta de cuánta gente me respetaba y me quería, sobre todo en mi pueblo. Todo eso pasó y hay que mirar adelante”. Reconoce que lo que le molesta "es que aún, cuando yo ya cumplí la condena y dije que me equivoqué y pagué, sigan estirando esa historia y no me llamen para que se lo explique. Yo sigo levantándome muy pronto y trabajando porque me gusta lo que hago”. El próximo proyecto profesional de José Luis López, el Turronero, es lanzar una línea de bolsos fabricados en Ubrique y dice que está "muy ilusionado”.

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José Luis López, el Turronero, celebraba el fin de semana pasado el bautizo de sus nietos con una megafiesta en Jerez difícil de calificar. Hubo feria, actuaciones musicales de artistas de primera fila, desplazamientos en aviones privados y AVE, hoteles de varias estrellas, y todo esto gratis total y con una organización perfecta. Acudieron 1.400 invitados, todos ellos amigos. No faltaron empresarios de primer nivel, políticos de ideologías diferentes, directivos del Ibex, presidentes de corporaciones importantes, profesionales de todos los ámbitos laborales (albañiles, electricistas, contratistas, abogados, periodistas, amas de casa) y personajes del mundo del corazón.

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