Es noticia
Menú
Jesús Mariñas, íntimo y personal: del "que te calles, Karmele" a las tardes con don Juan Carlos
  1. Famosos
fallecido este martes

Jesús Mariñas, íntimo y personal: del "que te calles, Karmele" a las tardes con don Juan Carlos

Fue el guardián de los secretos de personajes como Encarna Sánchez o Isabel Pantoja. Amado y odiado a partes iguales, su despedida ha sido tal cual quiso que fuera

Foto: El periodista, en una de sus visitas a los toros. (CP)
El periodista, en una de sus visitas a los toros. (CP)

Jesús Mariñas era una enciclopedia andante. Sabía de ópera, de cine, de viajes, de vinos y de teatro. Con una memoria importante recitaba las obras que había representado Nati Mistral o diálogos de películas de Carlos Larrañaga. Le imitaba con voz engolada y el galán se mosqueaba. Tenía una mochila cargada de millones de anécdotas que contaba cuando se compartía un viaje largo o en las tertulias del restaurante Lucio. Era el presidente de la Peña Cuarto Poder y los invitados más jóvenes se quedaban impactados por sus historias. En su caso, todas reales sin necesidad de añadidos ni adornos.

Trabajó con Luis del Olmo inaugurando, en el programa ‘Protagonistas’, la sección de sociedad, donde lo mismo hablaba de los personajes y actos sociales en los que había estado que del país del que acababa de volver. Le gustaba viajar y era capaz de volar a la India o a Nueva York con las escalas que fuera con tal de ahorrarse un dinero que luego gastaba en los regalos que traía para todos. Las secretarias de la radio y las de ‘Época’ le adoraban. No así muchos de los personajes que cada miércoles compraban la revista. En sus nueve páginas del final del semanario podían recibir una alegría o convertirse en el terror.

placeholder Mariñas, en una de sus reuniones con Bárbara Rey y otros amigos. (VA)
Mariñas, en una de sus reuniones con Bárbara Rey y otros amigos. (VA)

Nunca cobró un sobre de Encarna Sánchez, tal y como ha contado gente desinformada. Entre otras cosas, porque la locutora sabía muy bien que sus acerados comentarios no dependían de ningún sobre. Con ella mantuvo una relación espléndida y de aquella época puede dar fe la gente que trabajaba en la COPE y que le veía ir a comer al Club XXI, al lado de la emisora donde Encarna era fija. Solo ellos dos sabían de lo que hablaban. Encarna Sánchez era una fuente inagotable de información igual que lo era Jesús.

Después llegaron los comentarios sobre el vello de Isabel Pantoja. Más tarde, la amistad entre la artista y la locutora, que Mariñas denominaba “las cosas del querer”. A este titular añadía la defensa a ultranza de Rocío Jurado, que remató su enemistad. Cuando solo unos pocos sabían que Encarna tenía cáncer y que los fines de semana viajaba a Suiza para tratarse, el “demonio” (como le llamaba) no lo contó. No volvieron a hablarse nunca más, pero Encarna sabía que lo sabía y ya no volvió a llamarle demonio. A Jurado la quiso y siempre le agradeció que viajara a Barcelona cuando falleció su madre, que vivía con él.

placeholder Junto a Elio, su pareja. (VA)
Junto a Elio, su pareja. (VA)

Amores e infidelidades

Descubrió el lío sentimental de Alberto Cortina y Marta Chávarri cuando ambos estaban aparentemente bien casados. El empresario con Alicia Koplowitz y el marqués de Cubas con la bella Lady España. Lo hizo muy sutilmente con una frase que solo los interesados podían descubrir: “A Marta Chávarri la cubre una cortina”. Con solo ese comentario se armó el lío. Hubo llamadas a Jaime Campmany, director del semanario, a los accionistas y, como contaba tiempo después el propio Mariñas, “llamadas a casa a cualquier hora y lo que hice fue descolgar el teléfono”. Tiempo después aparecían fotos de la pillada de la pareja en un hotel de Viena. Pero ya Jesús lo había contado.

Las noticias las buscaba o le llamaban para contarle infidelidades, amores y asuntos complicados. Se guardaba pocas informaciones, pero era fiel a quien se había ganado su confianza. Nunca contó los amores del tenor José Carreras. Su relación con Montserrat Caballé, con su hermano Carlos, era indestructible. Otra de las informaciones que publicó y enfadó a María Teresa Campos, con la que colaboraba en su programa de televisión, fue cuando adelantó el lugar y fecha de la primera boda de Terelu. Cuando le regañó, contestó: “Pues no habérmelo contado”. Y así era, aunque no siempre publicaba todo lo que sabía.

placeholder Mariñas, en otras de sus reuniones con amigos como Paloma Barrientos, Rosa Belmonte, Rappel o Beatriz Cortázar. A la izquierda, Elio, su pareja. (VA)
Mariñas, en otras de sus reuniones con amigos como Paloma Barrientos, Rosa Belmonte, Rappel o Beatriz Cortázar. A la izquierda, Elio, su pareja. (VA)

Hasta hace poco y no fue él quien lo dijo, se supo de sus visitas al palacio de la Zarzuela. El convocante era el Rey, con el que se intercambiaba corbatas. A través de Sabino Fernández Campo, don Juan Carlos cerraba la cita. Le enviaban un coche y Mariñas le ponía al día de lo que pasaba en la calle. Nunca hubo ninguna filtración de esos encuentros reales.

Cuando comenzó ‘Tómbola’, un programa rompedor en la televisión valenciana que presentaba Ximo Rovira, el nombre de Mariñas ya era un referente en la crónica social. Cada semana aparecía con una indumentaria nueva. Nunca repetía y sus camisas de flores servían para que Rovira comenzara las presentaciones, tanto de los colaboradores como de los invitados.

En aquellos años estaban muy diferenciadas las sillas. A un lado, los periodistas; al otro, los personajes que cobraban su caché y, si no cumplían con su papel de entrevistados bien pagados, Jesús se lo echaba en cara. “Tú has venido aquí cobrando una pasta”, le dijo a Chábeli Iglesias en el primer ‘Tómbola’. La hija de Isabel Preysler se marchó enfurecida, despidiéndose con otra frase que ha quedado para el histórico de los programas de corazón: “Sois gentuza”. Y se fue. Eso sí, en su crónica de ‘Época’ de la semana siguiente contaba el millón de pesetas (de 1997) que había cobrado. Lo curioso de este desencuentro con la hijísima fue que Julio Iglesias no se enfadó e incluso le llegó a dar la razón, según contaba.

Tuvo sus enfrentamientos con muchos de los famosos que acudían al programa y fue en esa época cuando acuñó la frase “que te calles, Karmele”, que sirvió como referente y como genérico cuando había que silenciar a cualquier pesado, ya fuera conocido o en el ámbito familiar. En junio del 2021 publicó ‘Mariñas, desde el corazón’, un libro donde contaba algunos de los secretos más confesables a Pedro Narváez, su jefe en ‘La Razón’. Le quedó por rematar la segunda parte de esas memorias.

Jesús Mariñas dejó todo arreglado. No quería tanatorio, ni funeral, ni misa, y así ha sido. Sus cenizas reposarán en el océano Atlántico, en Coruña. En el mismo lugar donde quiso que estuviera su madre.

Jesús Mariñas era una enciclopedia andante. Sabía de ópera, de cine, de viajes, de vinos y de teatro. Con una memoria importante recitaba las obras que había representado Nati Mistral o diálogos de películas de Carlos Larrañaga. Le imitaba con voz engolada y el galán se mosqueaba. Tenía una mochila cargada de millones de anécdotas que contaba cuando se compartía un viaje largo o en las tertulias del restaurante Lucio. Era el presidente de la Peña Cuarto Poder y los invitados más jóvenes se quedaban impactados por sus historias. En su caso, todas reales sin necesidad de añadidos ni adornos.

Rey Don Juan Carlos
El redactor recomienda