María Pombo, Laura Escanes y Dulceida: el acoso de los haters por sus parejas, físico u orientación sexual

En plena era digital, pocas son las personas que no han tenido, al menos, un pequeño contacto con las redes sociales. Twitter, Facebook, Instagram y ahora también TikTok se plantean como espacios de conversación entre usuarios, que pueden desde comentar un tema de actualidad a compartir las fotografías de sus últimas vacaciones. Así, en la sociedad actual, casi todo gira en torno a estas plataformas que también han dado trabajo a muchísima gente. Sin ir más lejos, a personalidades como Dulceida, María Pombo o Laura Escanes, cuya profesión, la de influencer, nació y se consolidó en internet.

No en vano, ellas -las auténticas reinas de Instagram- fueron pioneras en prestarse como imagen de distintas marcas para hacer publicidad en las redes y empezar a vivir económicamente de ello, pero, en consecuencia, también han sido de las primeras en enfrentarse al odio de todos aquellos que consideran que lo suyo no es un trabajo. Tras una década siendo las número uno y millones de seguidores que las respaldan (entre las tres suman 13 millones), Aida, María o Laura han vencido el estigma de su profesión, no sin talento y esfuerzo. Aunque todavía son muchos los que no las creen meritorias del éxito que han alcanzado y se empeñan en recordárselo.

Buena prueba de esto que comentamos la daban los propios haters a través de un reciente experimento en 'El hormiguero', en el que precisamente participaron María Pombo y Laura Escanes. El objetivo no era otro que hacer ver al espectador los comentarios negativos e insultos a los que se enfrentan cada día por el simple hecho de realizar su trabajo. Críticas del todo destructivas que, como demostró el experimento, no se atreven a hacer de la misma manera cuando tienen al personaje en cuestión justo en frente.

"Me lo dices ahora y me río, pero en ciertas ocasiones me he ido a la cama llorando y con ansiedad", era la respuesta que daba María Pombo cuando una tuitera la llamaba tonta. El mismo improperio que usaba otro joven que llegaba a afirmar que lo que él quería es ser influencer. "Te pagan por subir publicaciones a Instagram, yo quiero", le decía a la concursante de 'El desafío'​.

En el caso de Laura Escanes, la mayoría de veces los comentarios de los haters han ido dirigidos a su relación con Risto Mejide. Desde los que la tachan de ser una aprovechada y consideran que su fama se la debe al publicista a los que se meten con la edad del presentador de 'Todo es mentira' calificándolo como "abuelo", frente a la de la 'it girl' catalana que es 22 años más joven. "Lo tengo tan asimilado, que sé que va a formar parte de mi día a día. Hay una frase que siempre me repito que es que 'no tengo que dejar que ellos dirijan mi vida'", decía al respecto en su paso por 'El hormiguero'.

Además, desde que se convirtió en madre de la pequeña Roma, también ha sido muy cuestionada por su maternidad y la manera en la que educa o cría a su hija. Hace relativamente poco, por ejemplo, Laura publicaba una especie de planning con todas las tareas que tenía pendientes para ese día y entre las que incluía la de ser madre al final de la lista. "Ser madre, lo último, qué bien. No peleas tú mucho con tu hijo", le decía una seguidora. La joven, cansada de este tipo de mensajes, le respondía con una larga carcajada, indicando que poco o nada le importa lo que puedan pensar respecto a su labor como madre.

Para Dulceida, la prescriptora más consagrada a nivel nacional e internacional de nuestro país, los haters son algo con lo que lidia desde hace más de una década. "Llevo casi 14 años y todavía lo ven marciano. Es un trabajo como todos que engloba muchos trabajos a la vez y llevamos mucho tiempo para que se siga con la misma historia [...] Ahora sufro un acoso constante. Me han llegado a decir que si me ven con una bandera LGTBI me queman viva", aseguraba a Pablo Motos en su programa.

El verano pasado, coincidiendo con su ruptura con Alba Paul, la presión llegaba a superarla y decidía abandonar las redes temporalmente. "Desde hace unos meses estoy recibiendo un acoso constante en redes sociales sobre mi relación, por parte de unos pocos, que hacen mucho ruido y también mucho daño a mí y a las personas que me quieren. [...] Por estas razones, por mí y por mi salud mental, necesito parar", explicaba entonces.

El aspecto físico es otra de las cuestiones que los encargados de repartir odio en internet han puesto en su punto de mira y, en más de una ocasión, concretamente con Dulceida. Muy criticada fue su aparición en los Premios Goya de 2018, no solo porque paseara por la alfombra roja codeándose con grandes estrellas del cine, sino porque su estilismo sirvió de excusa a los haters para llamarla 'gorda' y debatir sobre su peso.

"Son críticas que no comprendo, porque tengo un cuerpo normal y corriente. Lo que realmente me molesta son dos cosas. Por una parte, el que estos comentarios provengan en su mayoría de mujeres, muchas de las cuales proclaman ser feministas en sus redes [...]. Por otra parte, lo que realmente me duele y preocupa cuando se meten con mi cuerpo es que estos comentarios hieran a otras chicas que tengan más complejos que yo y que piensen: 'Si le dicen esto a Dulceida, entonces yo… ¿Cómo estaré?'. Eso es lo que me hace daño, porque yo sé perfectamente dónde tengo mis chichas", explicaba Aida Domenech en aquel momento en una entrevista para Vanitatis.