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Festivo nacional: hemos casado a Chenoa
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OPINIÓN

Festivo nacional: hemos casado a Chenoa

Me gusta muchísimo esta mujer y por eso sonó en mi boda. También sonó Bisbal, porque ese año estábamos con el 'Ave María' y porque el inicio de mi noviazgo coincidió con la primera edición de 'OT' y eso en esta casa no se olvida

Foto: Chenoa. (Jate)
Chenoa. (Jate)

El 17 de junio debería ser fiesta nacional porque hemos casado a Chenoa. Porque una de las personas más queridas de España ha pasado por el altar y no es tanto porque estemos a favor del sacramento del matrimonio, sino porque hablamos de Chenoa. Ella, la que cambia el micrófono de manos, la del coraje, la del chándal gris y la de las maneras de diva. Si ha podido, qué no vamos a esperar las demás. Si ha querido, quiénes somos el resto para ponerle pegas.

Chenoa es autora de temazos absolutos y la frase “soy humana” no suena igual desde que ella quiso convertirla en leyenda. Chenoa ha tenido suerte en el amor y la vida le ha regalado a un urólogo como marido. Y encima lo podemos ver en la revista ‘¡Hola!’, donde los textos son desde siempre un deleite para los sentidos. ‘La popular cantante y el prestigioso médico’. Ojalá nos adjetiven siempre así. ‘María Laura Corradini, la mujer que se esconde tras la máscara del éxito’. Ojalá nos definan siempre así.

placeholder Portada de la revista '¡Hola!'.
Portada de la revista '¡Hola!'.

Me gusta muchísimo esta mujer y por eso sonó en mi boda. También sonó Bisbal, porque ese año estábamos con el ‘Ave María’ y el ‘Cuando tú vas’ y porque el inicio de mi noviazgo coincidió con la primera edición de 'OT' y eso en esta casa no se olvida.

Me encanta esta ‘popular cantante’ porque sin darse cuenta ha reunido a todas las Españas en su boda. A Pedro Jota Ramírez y a su esposa, Cruz Sánchez de Lara, que fue quien presentó a la pareja. Y desde que sé esto ya no puedo dejar de interesarme por lo que pasó en esa cena y pido desde aquí que me inviten a alguna sin necesidad de que me busquen pareja.

Fue precisamente la abogada la encargada de decir unas palabras a los contrayentes y la cabecera del saludo destaca estas: “Eres afortunadísima en el amor. No has dado este paso hasta haber encontrado el perfecto doctor para tu alma’, reflexionó su amiga la mujer de Pedro J. Ramírez”. Tengo que entrecomillarlo todo porque merece la pena.

placeholder Pedro J. Ramírez y Cruz Sánchez de Lara. (Cordon Press)
Pedro J. Ramírez y Cruz Sánchez de Lara. (Cordon Press)

Pero decía que ha reunido a todas las Españas posibles porque ha hecho mezclas divinas. A algunos de sus compañeros de aquella edición, de los que la revista se encarga de detallar quiénes han diseñado sus trajes, con la escritora Sol Aguirre. A Carlos Latre, Àngel Llàcer y Manel Fuentes pero también al presidente de la Fundación Jiménez Díaz. A Javier de Paz, vocal del consejo de administración de Telefónica y exasesor de José Luis Rodríguez Zapatero, con Soraya Arnelas y de paso con José Luis López, el Turronero, que es un señor muy excesivo en sus fiestas y que fue condenado por un caso de facturas falsas, pero que la revista se encarga de reparar con cuidado exquisito, presentándonoslo como “uno de los empresarios más influyentes de España”. También aprovecha el redactor para aclarar que ese apodo se debe a que “vendía turrones de niño en las ferias ambulantes”. No saquen conclusiones turbias que no las hay. No hemos venido a poner ni un pero a María Laura.

Reconozco que le he prestado más atención a detalles de esta boda que a otros asuntos también de calado a nivel nacional. Me encanta que a la una y treinta y dos, porque así de preciso es el texto, sonara ‘She’, de Charles Aznavour, porque a mí también me gusta 'Notting Hill'. Nos dice también la revista que este tema era muy especial para los novios, porque se sienten muy identificados con esa “historia de amor entre una famosa y un anónimo”. Bravo por vosotros.

placeholder Chenoa. (RTVE)
Chenoa. (RTVE)


Las amigas lloraron, se leyó un fragmento del poema ‘El profeta’ de Khalil Gibran -un señor que gustaba mucho en mi colegio de monjas-, luego sonó un tango de Gardel, un ‘medley’ -que no muera nunca esta palabra, por favor- y un temazo de Marc Anthony que se llama ‘Vivir la vida’. Poco más le puedo yo pedir a la mía. Pero Laura quiso darnos más y se puso un segundo vestido.

“Para el momento del baile, la cantante eligió un segundo vestido más ligero y sexi, compuesto por un atrevido cuerpo de tirantes con escote de pico y una falda de larga abertura”. Esto significa, en el lenguaje de la revista que llevo tan trabajada en la vida, que le ha gustado regular porque se veía demasiada carne y un canalillo hasta el inicio del ombligo es propio de personas descocadas. Por eso también hace falta leer un buen número de párrafos para advertir que el “prestigioso médico” aporta dos criaturas como dote, que es algo que también se ve con ligero reparo por parte de nuestra biblia social.

Y, cómo no, Chenoa cantó. Sola y en compañía de otros. Y sonó ‘Mi música es tu voz’ en homenaje a Álex Casademunt y la foto de la última página del reportaje recoge el momento en el que miran al cielo cinco de los intérpretes mientras Soraya Arnelas, que es de la cuarta edición, pone cara de no entender muy bien el momento. Como no entiendo yo por qué no estaban Juan Camus y Naím Thomas en esta boda, compositores de este himno que traspasa lo divino y lo humano. Porque tú eres humana e intensa, Laura. Pero yo también.

El 17 de junio debería ser fiesta nacional porque hemos casado a Chenoa. Porque una de las personas más queridas de España ha pasado por el altar y no es tanto porque estemos a favor del sacramento del matrimonio, sino porque hablamos de Chenoa. Ella, la que cambia el micrófono de manos, la del coraje, la del chándal gris y la de las maneras de diva. Si ha podido, qué no vamos a esperar las demás. Si ha querido, quiénes somos el resto para ponerle pegas.

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