Muere a los 30 años la influencer Patricia Rite

El 16 de abril por la tarde, la familia de Patricia Rite confirmaba a través de sus redes sociales el triste desenlace. Tras una larga enfermedad, la joven de 30 años fallecía en Huelva, a causa de un cáncer de piel que le fue diagnosticado hace cuatro años. Ella había ido compartiendo su experiencia con sus seguidores, que ya sabían que en los últimos tiempos había sufrido una recaída y que ahora lloran su ausencia.

Este no es el cáncer más frecuente entre las mujeres, que sería el de mama, tampoco el más famoso, pero gracias a la experiencia de Patricia sus seguidores pudieron conocerlo un poco más y también ser un poco más conscientes de la importancia de cuidarse en todos los aspectos, estando alerta ante cualquier signo que pueda suponer una señal de alarma. En su caso, su diagnóstico llegó a raíz de una consulta con su dermatólogo para quitarse un lunar que tenía desde pequeña.

Desde entonces sus redes sociales se convirtieron en un reflejo de su viaje, que quiso compartir con todos sus seguidores, los nuevos que iba haciendo conforme avanzaba el tratamiento y los antiguos, que la acompañaban desde que en 2015 se dio a conocer en el programa de citas ‘Hombres y mujeres y viceversa', donde acudió con la intención de enamorar a uno de los tronistas.

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Durante un tiempo, las cosas fueron mejor para ella, el tratamiento contra su melanoma en estadio tres la ayudó a mejorar, pero las cosas no siempre son como uno espera y en sus últimas publicaciones las noticias no eran las esperadas. Ante constantes malestares, la joven se sometió a nuevas pruebas y el pasado mes de marzo confirmaba que los resultados no eran buenos.

“El TAC no ha ido como yo me esperaba. Tengo la cabeza que siento que ahora mismo me va a explotar en cualquier momento, me encuentro muy triste con mucha pena y por primera vez con un poco de miedo”, confesaba muy sincera a sus seguidores. “Es duro ver como hagas lo que hagas la enfermedad va tomando terreno y no se controla, desespera y frustra”.

Malos momentos a los que ella se enfrentó con la mejor de las disposiciones, aunque siempre recomendó la importancia de un buen cuidado de la salud mental para acompañar el proceso y el tratamiento. Siempre coqueta, presumió de su amplia colección de pelucas durante el tiempo en el que se le cayó el cabello, aunque también compartió el momento en el que se rapó la cabeza.

Ahora su familia y sus seres queridos se despiden de ella y lloran su ausencia. Piden “respeto en estos duros momentos” y agradecen “a todas las personas que, de una u otra manera, le habéis brindado apoyo y amor en este tiempo”.