Exclusiva | La discreta boda de Andrea Villalonga, hija del expresidente de Telefónica

Andrea Villalonga Tallada es hija de Juan Villalonga, quien fuera presidente de Telefónica de 1997 al año 2000, y uno de los empresarios españoles con más proyección internacional. Andrea es la tercera hija del primer matrimonio del magnate con Concha Tallada. La pareja se rompió cuando la joven tenía tan solo catorce años y Villalonga se enamoró de la modelo mexicana Adriana Abascal. Junto a Concha Tallada había tenido tres hijos: Juan, Jaime y Andrea; con Adriana Abascal fue padre de otros tres vástagos: Paulina, Diego y Jimena.

En 2010 el empresario se casó con la baronesa alemana Vanessa von Zitzewitz, con la que tiene un hijo, Rodrigo. Ella es fotógrafa e íntima amiga de Corinna Larsen. Es decir, Villalonga tiene un total de siete hijos de tres matrimonios distintos, que sin embargo mantienen una buena relación entre ellos a pesar de las diferencias de edad y las distancias de los países en los que residen.

Una boda discreta

Andrea se ha casado este fin de semana en una boda que ha pasado totalmente desapercibida para la prensa. Tanto ella como sus hermanos Juan y Jaime llevan vidas anónimas alejadas de la popularidad que dota el apellido paterno. Igualmente ocurrió cuando contrajo matrimonio su hermano mayor, Juan Villalonga Jr., con Diana Vega en 2011. Una boda discreta en el centro de Madrid a la que solo acudieron sus familiares directos.

La boda de la hija pequeña que Villalonga tuvo junto a Concha Tallada se ha celebrado este fin de semana, según ha podido saber Vanitatis en exclusiva. La celebración ha tenido lugar en la Antigua Fábrica de Harinas, una villa situada en Torremocha del Jarama (Madrid) que se alquila para este tipo de eventos. La villa se construyó a principios del siglo XIII y se recuperó a mediados de los años 80 para darle este uso comercial. Lo que más destacó de la celebración es que, como apasionada de la cocina y especialmente de la repostería, fue la propia Andrea quien elaboró la totalidad de los postres de su boda. "El día antes estaba en el obrador y nos decía que se sentía mucho más tranquila dentro de estas cuatro paredes que inmersa en los preparativos que le ponían más nerviosa", comenta una persona de su equipo.

Mesa de dulces hecha por ella misma

La mesa de dulces consistió en tartaletas de limón y merengue, de fruta de la pasión y de chocolate con naranja. También hubo vasitos de banoffee y de chocolate con nata, trufas, fresas bañadas en chocolate blanco, brownies, donuts rellenos de crema kinder y de nutelina. Una dulce tentación casera que la novia tenía ilusión por que probaran todos sus invitados. Todos los productos eran sin azúcar, sin gluten y sin lactosa, al igual que los que elabora en Nicolina, su obrador y tienda de tartas y dulces, lo que garantizó que todos los invitados pudieran disfrutar del postre.

La joven aprendió de su abuela a cocinar. Tras estudiar en el colegio Mater Salvatoris, comenzó la carrera de Comunicación en la Universidad Saint Louis de Madrid, pero la dejó para cursar en Le Cordon Bleu. También se ha formado con un máster en internet de negocios y marketing digital. En el año 2000 en Harvard, una de las universidades con más prestigio de Estados Unidos, cursó Science&Cooking. Durante seis años dirigió el catering Andrea Cooking, con el que elaboraba tartas en las que reproducía con exactitud y tamaño real los objetos que le solicitaban sus clientes. Hizo por ejemplo una tarta de un coche a escala al futbolista Xabi Alonso que todo aquel que veía pensaba que se trataba de un coche de juguete.

De agosto de 2013 a octubre de 2015 regentó el restaurante Diez y Medio, en el que fue socia de la televisiva Verónica Mengod. Trabajó en dos agencias de medios y en febrero de 2020 montó Nicolina, su pastelería saludable. El nombre cuenta que es en honor a su hijo Nicolás, al que en casa llaman Nicolino: “Cuando tenía 22, horneé la mejor de todas mis recetas: mi hijo Nicolás. Mi hijo siempre ha sido mi motivación para ser mejor, para luchar, para ponerme a prueba, para ser menos desastre, presionarme más y para sacar adelante todo lo que me he propuesto”. Andrea fue madre junto a una pareja anterior.

Un amor 'culpa' de sus perros

Fue precisamente su hijo Nicolás quien hizo que Andrea conociera a Jaime, quien este fin de semana se ha convertido en su marido. Andrea y Nicolás tienen un espectacular perro de raza braco de Weimar. Un día Nicolás paseándolo se encuentra con un hombre que lleva un perro exactamente igual, le llama tanto la atención el parecido entre ambos perros que le pregunta dónde lo había comprado. Resultó que los dos perros eran hermanos. Nicolás le pide el teléfono a Jaime y cuando regresa a casa le cuenta a su madre que ha conocido al hermano de su perro Quinto, Milo, y que su dueño es muy simpático, y le propone que le podría conocer por si se gustan. A Andrea le hace gracia el comentario pero no le da más importancia, hasta que se conocen y surge un amor que ha terminado en boda. Una boda en la que no faltaron ni a la ceremonia religiosa ni a la celebración posterior Quinto y Milo.

A Andrea, a pesar de haber nacido rodeada de poder y privilegios, nadie le ha regalado nada. Cuando eran pequeños, y viajaban en el avión que Telefónica ponía a disposición de su padre, Concha Tallada, su madre, les recordaba que eso no era lo normal y no les permitía acostumbrarse. Quizás por ello siempre ha vivido con los pies en la tierra y ha luchado por aquello que quería con trabajo y tesón. "Es una curranta nata", afirman en su equipo. Ha conseguido hacer realidad su sueño de trabajar entre hornos, masas y azúcar, y formar una familia con su hijo, su marido Jaime y, por supuesto, sus dos perros artífices de su amor.