La verdad tras la posible crisis económica de Isabel Preysler

Isabel Preysler se ha caracterizado siempre por la discreción y la elegancia que ha envuelto su vida personal y laboral. Aunque es considerada una de las reinas del papel cuché y se cuentan por cientos las portadas que ha protagonizado desde que se casara con Julio Iglesias en 1971, lo cierto es que en los últimos meses sorprende ver su reiterada presencia en los medios de comunicación.

Durante mucho tiempo, la madre de Tamara Falcó se mantuvo aislada de la prensa y sus apariciones fueron escasas. Apariciones en las que, generalmente, actuaba como anfitriona o representante de prestigiosas marcas como Porcelanosa o Ferrero Roché, entre muchas otras de las que ha sido imagen.

Sin embargo, tras el estreno del reality de su hija, Tamara Falcó, en Netflix, hemos visto una imagen de Isabel más cercana de lo que, a priori, se podía imaginar. De esta forma, el nombre de la famosa socialité ha estado en boca de muchos al aparecer en programas como 'Mask Singer' o al prestar su famosa mansión a su yerno, Fernando Verdasco, para que el tenista y su hija Ana Boyer fueran entrevistados por Bertín Osborne.

Pero, sin duda, uno de los temas que se han convertido en imprescindibles de la prensa del corazón en los últimos tiempos es la inminente boda de su hija Tamara Falcó e Íñigo Onieva. La famosa no boda-boda ha hecho que el nombre de Isabel vuelva a resonar con más fuerza que nunca y ya se encuentra inmersa en la grabación de su propio reality para Disney+.

Rumores de crisis económica

Por todo esto, por su mayor presencia en medios de comunicación y la revelación de algunos de los aspectos más íntimos de su vida personal, han surgido rumores acerca de las posibles razones que la habrían llevado a participar en distintos programas de televisión. En alusión a estas cuestiones, la publicación 'Semana' presentaba el siguiente titular: “Isabel Preysler, ¿en apuros económicos?: despide a varios empleados del hogar”.

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Según la publicación, fuentes cercanas a Isabel Preysler mantendrían que la socialité “no estaría atravesando su mejor momento”, económicamente hablando, y eso habría llevado a que hubiera tenido que prescindir del servicio menos necesario en el día a día y en el mantenimiento de su mansión de Puerta de Hierro.

Al mismo tiempo, la periodista Marisa Martín-Blázquez decía lo siguiente en el plató de 'El programa de Ana Rosa': “Antes, su principal fuente de ingresos eran las marcas de las que ella era imagen. No quiere decir esto que ahora no esté ganando con eso, pero no se ha sabido reinventar. Ha fallado, le ofrecieron renovarse con redes sociales y ha salido fatal".

Por su parte, Alessandro Lequio se pronunciaba en el mismo espacio televisivo al respecto: "Varga Llosa se fue y llegaron los problemas. Él se hacía cargo de varios gastos de esa casa".

Desmiente la crisis

Precisamente, en torno a la figura del escritor han sido las palabras con las que, desde el programa de Susanna Griso, han desmentido la supuesta crisis económica de Isabel Preysler que publicaba 'Semana'. Desde redacción dicen haber estado en contacto con fuentes directas a Isabel, que habrían negado categóricamente la información publicada.

Es más, desde el espacio televisivo de Atresmedia aseguraban que “el único despido que se ha producido es el de un empleado que prestaba servicio a Mario Vargas Llosa en exclusiva después de que la relación de ambos acabara”.

De esta forma, niegan que el servicio de Preysler se haya visto mermado y afirman que los gastos mensuales de la mansión y los servicios necesarios para el mantenimiento de esta se pueden cuantificar en 7.000 euros mensuales.