Es noticia
Menú
La resaca nacional del 'tamarismo': lo que dio de sí la boda del año
  1. Famosos
BODAS

La resaca nacional del 'tamarismo': lo que dio de sí la boda del año

Tamara ha protagonizado el culebrón del año. 'Los ricos también lloran' y 'fueron felices y comieron perdices' son dos sentencias que se han unido en su historia de amor

Foto: Tamara Falcó e Íñigo Onieva, en su fiesta de pedida. (Instagram/@tamara_falco)
Tamara Falcó e Íñigo Onieva, en su fiesta de pedida. (Instagram/@tamara_falco)

El sábado pasado, 8 de julio, Tamara Falcó cumplía uno de sus sueños: casarse con el que ha decidido que es el hombre de su vida, Íñigo Onieva.

No es una reina ni una princesa, ni miembro de ninguna Casa Real. Tampoco su nombre está ligado a ninguna gran proeza o logro digno de ser admirado o de convertirse en ejemplo para el mundo. No es, podemos afirmar, una persona influyente en ese sentido, pero la repercusión mediática y el interés general del público que el enlace de la hija de Isabel Preysler ha generado han sido tan enormes como llamativos.

Foto: El look de Tamara Falcó para su preboda. (Instagram/@tamara_falco)

Tamara, ese ha sido el nombre que durante una semana hemos leído y escuchado sin cesar. Ella ha ocupado gran parte de los titulares de la prensa escrita y de las tertulias televisivas y radiofónicas. Hasta los informativos se han hecho eco de su esperada boda. Ella e Íñigo han dado, incluso, el salto a la prensa internacional. ¿El motivo? Tamara ha protagonizado el culebrón del año. ‘Los ricos también lloran’ y ‘fueron felices y comieron perdices’ son dos sentencias que se han unido en su historia de amor.

placeholder Tamara Falcó e Íñigo Onieva, en su preboda. (Redes)
Tamara Falcó e Íñigo Onieva, en su preboda. (Redes)

Falcó forma parte de una de las sagas más famosas y adineradas de nuestro país. Es hija de Isabel Preysler, la que ha sido considerada la auténtica ‘reina de corazones’ durante décadas (título que su hija ya parece haberle robado). También es hermana de una estrella internacional de la música, como lo es Enrique Iglesias, y su estilo de vida, del que presume constantemente en redes sociales, es el soñado por millones de personas. Su familia encarna esa perfección que solo se ve plasmada en las estampas que se escogen para vender marcos de fotos: tan ideal que no parece real.

Sin embargo, Tamara Falcó ha añadido un plus a todo eso: una personalidad en la que el ‘pijismo’ más exarcerbado aflora sin complejos entremezclado con una naturalidad que, quizás, siempre se echó en falta en la figura de su madre. También con un halo de inocencia que, para bien o para mal, engancha.

El comienzo de un culebrón que enganchó a todos

Esa inocencia fue la que la llevó a creer en Íñigo Onieva, un joven de su misma clase social, asiduo de la noche y con fama de mujeriego. Cuando su relación se hizo pública fueron muchos los que no dieron un duro por ella. Eran dos perfiles demasiado diferentes. Mientras Íñigo se acostaba a altas horas después de una salida nocturna, Tamara se levantaba para ir a misa.

placeholder Tamara Falcó e Íñigo Onieva. (Instagram/@tamara_falco)
Tamara Falcó e Íñigo Onieva. (Instagram/@tamara_falco)

El comienzo del culebrón estaba servido. El público se sentó, cubo de palomitas en mano, a esperar el tropiezo de él y el batacazo de ella. A esperar, en definitiva, esa imperfección dentro de la vida perfecta de Tamara, que le pondría, por una vez en su vida, los pies en la tierra, que la bajaría al fango del común de los mortales. No tardó en llegar. Tan solo un día después de que la pareja anunciara su compromiso de boda, un vídeo de Onieva besando a otra chica durante una fiesta se hizo viral. Comenzaba el capítulo dos del culebrón.

Llegó el desengaño de Tamara, llegaron la decepción y la ruptura. Llegó la anulación de la boda. Llegó el arrepentimiento de él y la reconquista. Llegó, al final, el perdón de ella, su unción con agua bendita sobre la frente de él, su ego te absolvo. Llegaron también las opiniones de todos los que observaban, incrédulos, esa segunda oportunidad. Llegaron los consejos no pedidos por los protagonistas, pero erigidos por los que los ofrecían, con la vehemencia del que se considera parte de una historia ajena, como les ocurre a las madres o padres, las hermanas o hermanos o las mejores amigas y mejores amigos, que quieren evitar cualquier daño en la vida de su ser querido. Porque la historia de Tamara ya era la historia de todos.

La gran boda

La cuenta atrás para la celebración de la boda aumentó las expectativas de la misma, que, tras todos los antecedentes que la habían precedido, ya era considerable.

El enlace se convirtió en el capítulo tres, el último, el que cerraría el cuento con un final en el que el amor triunfaría por todo lo alto. La no princesa con su vestido de princesa besaría al sapo convertido en príncipe en una atmósfera de ostentación y lujo a la altura de la saga Preysler.

placeholder Portada de la revista '¡Hola!' con la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. (EFE)
Portada de la revista '¡Hola!' con la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. (EFE)

El gran día de Tamara y Onieva contó con su preboda, boda y posboda. Durante tres días, el ‘tamarismo’ lo ocupó todo. Cada detalle que se desvelaba era publicado en los medios. La retransmisión se llevó a cabo minuto a minuto y fue seguida con interés por el público y los lectores, que no lograron desconectar del final feliz de esta historia de amor. El empacho de boda fue considerable, pero a muchos les resultaba imposible no querer saber todo lo que en esos días ocurría: los discursos de la familia, las palabras del novio, los looks de la novia, los estilismos de las invitadas, la emoción de la pareja, etc.

La resaca nacional de la boda de Tamara aún no se ha esfumado y ya promete enganchar con la que dejarán otros nuevos capítulos. Tamara e Íñigo han comenzado su luna de miel. Su primer destino ha sido Sudáfrica. Se cree que Australia, Doha o Miami serán otros de los lugares que, durante un mes, visitarán convertidos ya en marido y mujer. Su periplo será seguido con interés. Al fin y al cabo, estos viajes conforman sus primeras vivencias como matrimonio. Los hay, incluso, que apuestan por un posible embarazo más pronto que tarde.

El sábado pasado, 8 de julio, Tamara Falcó cumplía uno de sus sueños: casarse con el que ha decidido que es el hombre de su vida, Íñigo Onieva.

Tamara Falcó
El redactor recomienda