El verano de amor entre pazos y Albariño de Andrea Levy y Emilio Froján

La relación amorosa entre Andrea Levy y el empresario gallego Emilio Froján avanza a las mil maravillas. Juntos han pasado prácticamente todo el verano en tierra de él, donde han hecho un tour en el que la política del Partido Popular se ha empapado de la naturaleza, la cultura y la gastronomía de su familia política a la que por cierto, tal y como nos confirman fuentes solventes, ya conoce desde hace semanas.

Tras varias relaciones fallidas, era a finales de mayo cuando saltaba la noticia: “Andrea Levy, enamorada de nuevo”, apuntaban varios medios con 'LOC' a la cabeza, medio que hizo saltar la liebre. La catalana llevaba semanas conociendo a Froján en la más estricta intimidad. No quería que su vida personal y profesional (en plena campaña electoral municipal) colisionaran de ninguna manera y, como también hizo Almeida, esperó a después de los comicios para confirmar esta estupenda noticia para ellos.

Desde entonces se han vuelto inseparables. “En Madrid disfrutan del pulso de la ciudad, de sus planes, sus bares y su cultura que tan bien conoce Andrea”, nos asegura una amiga de la pareja. “Este verano no iba a ser menos”.

Aunque como cada año Levy ha reservado unas semanas para cumplir con sus citas tradicionales en Mallorca y Marbella, lo cierto es que ha pasado gran parte de los meses de verano disfrutando en compañía de su nuevo amor del que asegura en privado “estar muy enamorada”. “Es un chico 10, es estupendo”, aseguraba hace unos días en conversación con Vanitatis con timidez. “Estoy tan bien”.

En Galicia han visitado Caldas, la isla de Arosa, han pasado unos días en una casa en la sierra de la Culebra y hasta han coincidido de concierto con Sara Carbonero en un concierto de su novio en las bodegas Martín Codax que les valió gran protagonismo en la prensa local.

Planes en Mallorca y Marbella

Como decíamos, la política también ha trazado una parte del verano en solitario para disfrutar de los planes de siempre junto a sus amigos más leales. Entre ellos, Agatha Ruiz de la Prada y su hijo, Tristán Ramírez, que ejercieron unos días de anfitriones para ella en la casa que desde hace años poseen en la costa dels Pins en Mallorca, muy cerca de la de la familia García Obregón.

Días después, Andrea puso rumbo a Marbella para asistir a varios conciertos en Starlite y donde compartió planes, palco y confidencias con rostros tan conocidos como la exmodelo Valeria Mazza, una de las embajadoras más importantes del festival.

Vuelta a sus trabajos

A su regreso de las vacaciones, tanto Andrea como su pareja se han volcado por completo en sus carreras laborales. Froján se encuentra en plena búsqueda de nuevos inversores, una tarea que por el momento le está dando grandes alegrías, según aseguran desde su entorno más cercano.

En el caso de la catalana, además de ponerse al día en su papel como nueva concejala del distrito de Retiro, también ha pasado parte de las últimas semanas volcada en uno de sus grandes proyectos. Está escribiendo un libro que verá la luz próximamente en el que relata entre anécdotas y consejos su vida política mezclada con el proceso de la fibromialgia que padece desde hace años y que por el momento no le ha impedido hacer una vida normal a pesar de la dureza de unos síntomas que Levy lleva lo mejor que puede. Además, promete convertise en la nueva Carrie Bradshaw de Madrid con una columna semanal que publicará en una conocida cabecera de moda nacional.

Mientras tanto, continúan con sus planes en Madrid y Valladolid (donde vive Frojan), muchos de ellos en compañía de sus entornos, donde tanto el uno como el otro están perfectamente integrados.

Aunque aún no han hablado de dar más pasos juntos, está previsto que realicen un viaje pronto a Barcelona para que Emilio conozca a la familia de Andrea como ella ha hecho este verano en Galicia.