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Sofía Palazuelo se reencuentra con su padre, Fernando, en la Audiencia Nacional
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TRIBUNALES

Sofía Palazuelo se reencuentra con su padre, Fernando, en la Audiencia Nacional

El padre de la duquesa de Huéscar se enfrenta legalmente a su exmujer, Sofía Barroso, por la presunta comisión de un delito continuado de apropiación indebida

Foto: Sofía Palazuelo con su hermano Jaime, saliendo de la Audiencia Nacional. (Gtres)
Sofía Palazuelo con su hermano Jaime, saliendo de la Audiencia Nacional. (Gtres)

El día de la boda de Sofía Palazuelo con Fernando Fitz-James, el primogénito del duque de Alba, no fue su padre quien la llevó al altar. Fue su hermano mayor, Fernando, quien cumplió con esa responsabilidad. La razón era pública y nunca se ha escondido: la mala relación de los hijos con el padre, a raíz de un contencioso legal y personal que ha fracturado a esta familia desde hace años. Fernando Palazuelo ha vuelto a España y ha podido reencontrarse con sus hijos, aunque no en las mejores circunstancias. Ha sido en la Sección III de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, donde desde el lunes 20 de noviembre y hasta el jueves 23 se lleva a cabo el juicio en el que un tribunal tratará de dilucidar si el padre esquilmó los recursos económicos de la madre de Sofía, la empresaria Sofía Barroso. Piden cinco años de cárcel.

El asunto tiene todos los ingredientes para llenar las páginas de la prensa del colorín (y la seria) durante años. Una esposa y unos hijos engañados, un arquitecto de renombre con una vida paralela y una gran cantidad de dinero en juego. Si a estos ingredientes se les suma el hecho de que uno de los miembros de la familia protagonista será algún día la cabeza consorte de la gran casa nobiliaria española, estamos ante un argumento digno de novela.

La cosa ha llegado hasta la Audiencia Nacional después de instruirse durante más de dos años en el Juzgado de Instrucción 2 de Palma, donde los hermanos de Sofía Palazuelo declararon contra su padre por, presuntamente, arrebatar a su madre una fortuna de 50 millones de euros. Para defender su causa, la controvertida vida íntima de los suegros de Fernando Fitz-James Stuart se expuso con pelos y señales, una desagradable situación que la familia ha sobrellevado con estoicismo.

La magistrada María Pérez, que investigaba desde 2018 al arquitecto Fernando Palazuelo por administración desleal, apropiación indebida y otros delitos económicos, se inhibió en 2021 a favor de la Audiencia Nacional. El caso llegó a este conocido tribunal, donde el juez de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción número 6, Joaquín Gadea, propuso en marzo juzgar al empresario por haber despatrimonializado presuntamente las sociedades que compartía con su exmujer, Sofía Barroso Fernández de Araoz. Palazuelo se enfrenta a un delito castigado con pena de hasta seis años de prisión en el artículo 250 del Código Penal.

placeholder Beltrán y Fernando Palazuelo (hijo), con su abogado. (Gtres)
Beltrán y Fernando Palazuelo (hijo), con su abogado. (Gtres)

Fernando Palazuelo, padre de la futura duquesa de Alba, está siendo juzgado por la comisión de un presunto delito de apropiación indebida agravada en la Audiencia Nacional. Se le acusa de descapitalizar la sociedad inmobiliaria Arte Express SA en perjuicio de los intereses de su exmujer. A pesar de que ninguno de ellos ha querido nunca hablar del asunto públicamente, la pugna entre los progenitores de Sofía Palazuelo ha terminado con el padre sentado en el banquillo de los acusados del tribunal más mediático de España.

Las claves

Fernando Palazuelo, el padre de Sofía, es un conocido arquitecto y promotor inmobiliario en Perú, y también tiene negocios en Estados Unidos. En España se dejó una condena por coacciones a dos inquilinos en 2006, deudas con Hacienda (le reclaman 4,9 millones de euros) y una acusación por estafa en relación con la venta de pisos. También a su primera familia, que ahora le reclama por vía judicial que les devuelva lo que se llevó. Hace años que la duquesa de Huéscar no mantiene relación con su padre y por eso fue un hermano quien la llevó al altar en su boda con el hijo del duque de Alba.

Fernando Palazuelo y su primera esposa, Sofía Barroso, los consuegros del duque de Alba, montaron Arte Express en los años 80, una empresa a medio camino entre la galería de arte y la inmobiliaria. Durante un tiempo se dedicaron a comprar edificios baratos que rehabilitaban y luego vendían, la mayor parte en Palma de Mallorca (donde se estableció la familia) y Barcelona.

El negocio iba bien, los Palazuelo se dedicaron a coleccionar arte y disfrutaban de un alto nivel económico hasta que empezó la crisis económica y algunos problemas legales. A principios de 2000, le denunciaron por presionar a varias personas para que abandonaran uno de los edificios históricos que quería rehabilitar, una causa por la que le condenaron finalmente en 2006.

placeholder Fernando Palazuelo, padre de Sofía, hace el gesto de la victoria en la Audiencia Nacional. (Gtres)
Fernando Palazuelo, padre de Sofía, hace el gesto de la victoria en la Audiencia Nacional. (Gtres)

Para entonces, Fernando Palazuelo ya había viajado a Perú por primera vez, según contó en varias entrevistas en la prensa peruana. Olió que había una oportunidad de negocio y en 2008, mientras las cosas se ponían feas en España y declaraba aquí el concurso de acreedores por los estragos de la crisis económica, se mudaba definitivamente a Lima. En Madrid (la madre y los hijos regresaron a la capital en 2005) dejaba a su esposa, sus cuatro vástagos y algunas deudas que pretendía solucionar. En un reportaje publicado en 'Infolibre' sobre el promotor, ya se apuntaba que no solo fue la oportunidad de negocio la que le llevó a Perú: "El inicio de sus proyectos en Lima vino acompañado por una nueva vida en lo personal, que mantuvo inicialmente oculta a su anterior familia y sus conocidos en Palma de Mallorca. Así, dejó atrás a su mujer y sus cuatro hijos en España y tuvo dos más con una nueva esposa".

En Perú se reinventó en el gran rehabilitador del centro histórico de Lima, donde posee más de una veintena de edificios. Exportó allí el mismo modus operandi que venía utilizando en España: compra edificios históricos en estado de ruina, los rehabilita y los pone en circulación, aunque ahora prefiere alquilarlos como oficinas a venderlos. Inicialmente, Jaime y Fernando, los hijos mayores del matrimonio, se fueron con su padre y entraron a trabajar en sus empresas hasta que descubrieron que su padre presuntamente había despojado a su madre, Sofía Barroso, de las empresas que integraban el patrimonio familiar.

Según publicó entonces el 'Diario de Mallorca', los dos jóvenes corroboraron la versión de su madre. En la querella interpuesta por Sofía Barroso, la suegra del duque de Alba aducía que su esposo y su amante peruana, la arquitecta Luciana Soldi, trazaron un plan para presuntamente desviar los fondos de las sociedades españolas a las peruanas aprovechándose de su confianza y del hecho de que él era administrador único de Arte Express. La parte española de la empresa tuvo que declarar el concurso de acreedores, mientras el dinero viajaba ya a sociedades radicadas en paraísos fiscales con la intermediación, por cierto, del famoso bufete Mossack Fonseca, conocido por ser el epicentro de los llamados Papeles de Panamá.

placeholder Sofía Palazuelo y su madre, Sofía Barroso, el día de su boda. (EFE)
Sofía Palazuelo y su madre, Sofía Barroso, el día de su boda. (EFE)

Los dos hermanos corroboraron en sede judicial esa presunta despatrimonialización de Arte Express, aunque se dieron cuenta tarde. Cuando terminaron de estudiar, en 2012, los dos se fueron a Lima para trabajar junto a Fernando Palazuelo. No fue hasta tres años más tarde cuando ambos descubrieron que las empresas peruanas, con pingües beneficios, ya no pertenecían a las españolas, que incluso habían dejado de pagar impuestos (según su versión). Según la versión del padre, algunos de estos movimientos contaban con el visto bueno de su exmujer.

Los padres de la futura duquesa de Alba también se enfrentan por los detalles de su ruptura. Según Fernando Palazuelo, el matrimonio se rompió cuando Sofía Barroso descubrió en 2012 que había tenido una hija en Perú con Luciana Soldi. Barroso, por su parte, explica en su querella que se separaron en 2006 porque entonces ya mantenía relaciones con Soldi. En esto, también los hijos apoyan a la madre. Según ellos, su madre sabía desde 2005 (fecha en que dejan Palma y se mudan a Madrid) que el padre tenía otra pareja.

Según publicó 'El Mundo', el padre de Sofía Palazuelo ha intentado por todos los medios que este momento no llegara. Recurrió la decisión del instructor de enviarlo a juicio alegando que los hechos estarían prescritos y que no constituirían delito alguno en la legislación peruana. También puso en tela de juicio la competencia de la Audiencia Nacional para investigarlo y juzgarlo. Sus argumentos han sido rechazados uno tras otro, y ya ha llegado el momento más temido por Palazuelo.

El día de la boda de Sofía Palazuelo con Fernando Fitz-James, el primogénito del duque de Alba, no fue su padre quien la llevó al altar. Fue su hermano mayor, Fernando, quien cumplió con esa responsabilidad. La razón era pública y nunca se ha escondido: la mala relación de los hijos con el padre, a raíz de un contencioso legal y personal que ha fracturado a esta familia desde hace años. Fernando Palazuelo ha vuelto a España y ha podido reencontrarse con sus hijos, aunque no en las mejores circunstancias. Ha sido en la Sección III de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, donde desde el lunes 20 de noviembre y hasta el jueves 23 se lleva a cabo el juicio en el que un tribunal tratará de dilucidar si el padre esquilmó los recursos económicos de la madre de Sofía, la empresaria Sofía Barroso. Piden cinco años de cárcel.

Sofía Palazuelo Noadex