La madre de la duquesa de Huéscar esquiva polémicas en su entrevista más personal

Sofía Barroso es una de las mayores expertas en arte de España. Con Around Art, su empresa, proporciona experiencias únicas y exclusivas introduciendo a sus clientes en casas históricas y particulares, colecciones privadas de arte, estudios de artistas y museos a puerta cerrada, entre otros. Además, ofrecen la posibilidad de entrar en contacto con expertos y personalidades relacionadas con el arte y la cultura local de cada destino, ya sea en España, Portugal o en el resto de Europa. Aunque no ha sido esta labor la que la ha hecho famosa, sino el hecho de que su hija, Sofía Palazuelo, se haya convertido en duquesa de Huéscar y, algún lejano día, en duquesa de Alba.

La popularidad de la familia Alba ha proyectado luz también sobre el agrio conflicto familiar que afecta a Barroso y a su exmarido desde hace años, el promotor inmobiliario Fernando Palazuelo. En mayo de 2017, Sofía interpuso una querella contra Palazuelo (entre otros) que fue admitida a trámite por una jueza palmesana, la titular del Juzgado de Instrucción número 2, que desde entonces está investigando la causa. La madre de la duquesa de Huéscar acusa a los querellados de urdir una trama societaria y realizar una serie de operaciones que forzaron la quiebra del grupo Arte Express, la sociedad que Barroso constituyó con Palazuelo para hacer millonarios negocios inmobiliarios, y el trasvase de sus activos a su filial peruana. En total, según la versión de Barroso, Palazuelo y su actual pareja podrían haberse apropiado de unos 50 millones de euros.

A pesar de que la noticia ha sido ampliamente glosada por la prensa, ella jamás se ha pronunciado. Tampoco ha hablado nunca de la relación de su hija con el duque de Huéscar, ni tan siquiera ahora, cuando se ha conocido que va a ser abuela de una niña. En medio de esta situación, Barroso siempre ha mantenido el estoicismo. Hija del embajador Manuel Barroso Feltrer y de María Dolores Fernández de Araoz Marañón, descendiente del científico, historiador, escritor y pensador español Gregorio Marañón, Sofía es licenciada en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid y de lo único que habla es de eso, de arte.

"No sería exagerado decir que la vida anterior de Sofía Barroso se parecía a la de un cuento de hadas botánico, completo con un castillo. En Toledo, el Palacio de Galiana del siglo XI es propiedad de su abuela. Además, como hija de diplomáticos españoles, Sofía pasó sus primeros años en Londres, Madrid y Buenos Aires, específicamente en el barrio de Barrio Parque (barrio del parque). 'La flor de jacarandá es un gran recuerdo de la infancia', dice ella. Su conocimiento botánico, y su experiencia artística, se agudizó aún más al pasar tiempo en Toledo, San Sebastián, Barcelona, ​​Palma de Mallorca, Galicia y el norte de Portugal. Finalmente se instaló en Madrid y comenzó Around Art, que diseña programas de arte y viajes al jardín".

Así comienza un post que le dedica la joyera norteamericana Janet Mavec en su página web, a medio camino entre la entrevista y la charla distendida. A través de ella hemos podido conocer cómo lleva Barroso el confinamiento: "Paseo a mi perro Rothko cuatro veces al día en el jardín comunitario interior de nuestro edificio de apartamentos y en el parque cercano. En todas mis ventanas, tengo ciclámenes floreciendo. Estos, junto con mi lectura y mi trabajo, lo están haciendo un poco más fácil".

"Nuestra casa del lago"

Los viajes de Around Art han sido cancelados por el coronavirus, al menos hasta junio, pero escuchar a Sofía Barroso es pasear por los jardines de la Alhambra ("es un jadín de los sentidos"), los de los Reales Alcázares de Sevilla ("una fusión impresionante de hispano-musulmanes y del Renacimiento. Es imprescindible visitarlo en primavera) o los de la Fundación Jakober, en el Museo Sa Bassa Blanca (donde "lo antiguo se encuentra con lo nuevo"), sus tres jardines públicos favoritos en España.

"Cuando era niña, solía hablar con los hermosos pinos que teníamos en el bosque junto a nuestra casa del lago. De adulta converso con nuestros cipreses de Galiana, lo que me parece muy poético. Son fuentes de poemas y sueños. Son flechas que buscan en el cielo". No hay margen para polémicas ni indiscreciones.