La influencer Mar Lucas, enamorada de un futbolista mexicano

La frecuencia con la que Mar Lucas visita México se ha incrementado en los últimos meses. Mientras está centrada en su faceta como cantante, ha hecho varios parones en las grabaciones para cruzar el charco. “Puro México y soporten”, escribía en X, antiguo Twitter, para sorpresa de sus fans. Según fuentes cercanas, el motivo de sus desplazamientos al país latinoamericano es porque mantiene una relación con el futbolista del Club América, Kevin Álvarez.

Se conocieron el año pasado en un evento en México, cuando él estaba a punto de fichar por su equipo actual. A comienzos del otoño, la prensa local relacionó al futbolista con Fátima Boshc, una modelo, y a ella con el influencer Rusherking, un rapero argentino. Ambas relaciones no fraguaron y desde hace un mes, Lucas y Álvarez retomaron el contacto.

Ella viajó hace dos semanas para grabar nueva música, ya que la producción allí sale más económica. Su manager, Pedro Malaver, compartió muchos de los planes que realizaron juntos, que dieron pistas a los fans de un posible romance entre ellos. Los tres fueron a ver un partido de béisbol de los Diablos Rojos de México, en el que incluso Mar se animó a realizar un lanzamiento. Más tarde, subieron al palco del Estadio Alfredo Harp Helú donde compartieron imágenes tomadas desde la misma perspectiva.

Según nos indican, durante esos días hicieron varios planes “de pareja”, como por ejemplo una cena romántica. Incluso, ella fue a verle jugar a uno de sus partidos y también ha estado en su casa. Lo más evidente fue cuando Lucas compartió una foto en el coche. “Solo mira mis ojos café”, titulaba la publicación, a lo que él respondió con un emoticono de unos ojos.

Mar regresó a España el viernes 19 de abril y desde entonces no se han visto. Sin embargo, el día 23 de abril, con motivo de la festividad de Sant Jordi, ella recibió un ramo de rosas de su parte. "Es que últimamente me da más duro, es que me gusta gente de la otra punta del mundo", confesó el pasado septiembre en el programa ‘La resistencia’. Aunque en ese momento no había pasado nada, parece que con el tiempo la frase ha cobrado todo su sentido.