De Montouto a la de los marqueses de Urquijo: qué ha pasado con las casas de los horrores

Existen casas que dejan de ser hogares para convertirse en lugares representativos del horror. Son inmuebles donde han ocurrido crímenes inolvidables. Tras los mismos quedan mucho tiempo abandonados. Nadie quiere atravesar las puertas de un lugar marcado por la tragedia, aunque el paso del tiempo va difuminando esa mancha y algunos cobran vida de nuevo.

Esta misma semana hemos sabido que la casa donde fue asesinada Asunta Basterra ha sido vendida después de muchos intentos. Eso sí, a un precio ínfimo.

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C. Castany

¿Qué ha pasado con otros inmuebles estigmatizados por actos mortales? A continuación desvelamos el destino de las casas que fueron escenario de varios de los casos más terribles y trágicos ocurridos y recordados en España.

La casa donde murió Asunta Basterra

El 21 de septiembre de 2013, el cuerpo sin vida de la niña Asunta Basterra fue hallado en una pista forestal de Teo, cercana a la casa que su madre, Rosario Porto, poseía en Montouto, la Coruña.

El hallazgo conmocionó a todo el país, pero aún más impactante resultó saber que habían sido sus padres los que la habían asesinado en su propia casa.

Desde entonces, el chalé, que fue propiedad de los abuelos maternos de Asunta y que luego heredó Rosario Porto, ha permanecido abandonado.

Ha sido ahora cuando María Teresa Sampedro, amiga íntima de Rosario Porto y heredera de esta mansión tras el suicidio de la madre de Asunta, ha conseguido venderla, aunque a un precio muy inferior al que tuvo en un principio. El lugar, marcado por la tragedia, en estado de abandono y con okupas dentro, es uno de tantos sitios malditos y estigmatizados por un terrible suceso.

Se llegó a pedir un millón de euros por esta casa, pero finalmente ha sido comprada por 150.000 euros. Hasta ahora, se desconoce la identidad del nuevo propietario.

Se trata de un inmueble de 400 m², ubicado en una finca de 10.000 m², que cuenta con cinco habitaciones, cinco baños, comedor, cocina, terraza y amplio jardín, garaje, piscina e incluso cancha de tenis.

El chalé de los marqueses de Urquijo

El 1 de agosto de 1980 tuvo lugar uno de los crímenes más sonados de la alta sociedad. El matrimonio formado por los marqueses de Urquijo fue asesinado a tiros en el chalé que poseía en la zona de Somosaguas. Su yerno, Rafael Escobedo, que siempre defendió su inocencia, fue acusado y condenado, aunque la investigación estuvo repleta de muchas incógnitas y nunca se llegó a saber si hubo más personas implicadas.

Tras el horrible suceso, el chalé y el título nobiliario fueron heredados por el hijo del matrimonio asesinado, Juan de la Sierra, fallecido hace dos años de manera aprematura. Durante años vivió allí, alternando su estancia en Madrid con largas temporadas en Panamá. Hoy residen su exmujer y sus hijos.

Según hemos podido saber desde Vanitatis, la casa, de 1020 m² distribuidos en dos plantas y sótano, y ubicada en una finca de 4.460 m² con amplio jardín, se ha puesto varias veces a la venta, sin éxito. La última vez, el pasado mes de enero, según desveló la revista Semana, pero de momento sigue en manos de la familia.

El precio que piden por este chalé es de 3.200.000 euros y está completamente reformado.

En la planta baja se encuentra un amplio recibidor, el salón, el comedor y la biblioteca. También hay una zona de servicio, tres dormitorios y dos cuartos de baño.

La planta superior cuenta con cinco dormitorios, todos con baño, y con un pequeño apartamento.

Tampoco falta una piscina cubierta y un precioso porche, en la propiedad.

Aún así, nadie olvida lo que ocurrió en su interior y es muy posible que la venta tarde en materializarse.

La casa donde murió Erika Ortiz

La hermana menor de Letizia Ortiz, Erika Ortiz, fue hallada muerta el 7 de febrero de 2007, a los 31 años, después de una ingesta masiva de pastillas, cuando la hoy Reina aún era princesa.

Erika vivía en el 7º B de un piso de 90 m² ubicado en un bloque de 118 viviendas, en la calle Ladera de los Almendros 40 del madrileño barrio de Valdebernardo. Allí mismo había vivido Letizia antes de anunciar su compromiso con el hoy Rey Felipe VI y allí fue donde la pareja de la hermana de la hoy Reina halló a su novia fallecida.

Cuando Letizia dejó su piso (que, según desvela el periodista Martín Bianchi Tasso en su libro ‘Letizia en Vetusta’, había comprado por 270.000 euros poco antes de conocer al hijo de don Juan Carlos) para mudarse a Zarzuela, fue cuando su hermana se instaló en él con su hija Carla, que tenía seis años. Desde que el nombre de Letizia Ortiz había saltado a los titulares, el lugar se convirtió en objeto de observación de curiosos y de periodistas.

Un año y medio después de la muerte de Erika, el piso fue vendido. Ha tenido varios propietarios y actualmente, según desvelaron en Look, en él reside una pareja que ha reformado la casa.

El piso donde murió Marta del Castillo

El asesinato de la joven Marta del Castillo, el 24 de enero de 2009, fue otro de los casos más sobrecogedores que se han vivido en España, no solo por la atrocidad del crimen cometido, sino también por el hecho de que el cuerpo nunca apareció, para tortura de sus padres y de sus seres queridos.

Los hechos ocurrieron en un piso ubicado en la calle León XIII, en el barrio sevillano de la Macarena, donde había vivido un joven con quien Marta se relacionaba, Miguel Carcaño, y que fue acusado y condenado por el crimen. Carcaño se había mudado a Camas, pero el piso de León XIII era usado de manera habitual para que él, Marta y otros amigos se reunieran.

La familia del condenado dejó de pagar la hipoteca y el piso dejó de ser de su propiedad para pasar a manos de un banco.

En un intento desesperado de los padres de Marta del Castillo para que Carcaño confesara dónde estaba el cuerpo de su hija, ambos compraron la casa donde le arrebataron la vida a Marta. Después, se la ofrecieron a Carcaño a cambio de que confesara el lugar donde había ocultado el cadáver. Nunca lo dijo, por lo que la familia del Castillo decidió vender el piso, el cual, marcado hacía muchos años por la tragedia, nadie quería comprar.

Fue en 2022 cuando, al fin, lograron vender el inmueble con la ayuda de una inmobiliaria a la que Antonio del Castillo agradeció a través de redes sociales las gestiones realizadas.