La boda blindada de Alonso Aznar y Renata Collado en una hacienda hiperexclusiva y los paseos del expresidente por Mérida

El jueves llegaban a Mérida, capital del Yucatán, José María Aznar y Ana Botella, y eran recibidos por las autoridades en el aeropuerto. El secretario de Turismo de la provincia mexicana daba la bienvenida al expresidente y su mujer, exalcaldesa de Madrid.

Es inevitable que un exalto cargo llame la atención aunque es algo que a su hijo menor, Alonso, no le gusta demasiado. El joven se ha casado este fin de semana en una celebración híper privada con la mexicana Renata Collado y lo ha hecho con una preocupación: que no se supiera nada de su boda.

La pareja contrajo matrimonio en una ceremonia religiosa en la catedral de San Ildefonso, en la citada ciudad, y la fiesta posterior fue en Plantel Matilde, un espacio súper exclusivo y de casi imposible acceso en el que no había más de 100 invitados. Entre ellos, miembros de la alta sociedad española como Tamara Falcó y su marido, Iñigo Onieva; Isabelle Junot y Álvaro Falcó; Sassa de Osma y Christian de Hannover… Los clásicos en este tipo d e bodas y el núcleo duro de los amigos de la pareja.

El lugar en el que se celebró la fiesta forma parte de la Fundación Javier Marín, un artista que creó este espacio como un híbrido entre gran finca para exposiciones que no permite su entrada más que a los invitados más exclusivos.

Una de las asistentes más esperadas era Michelle Salas, hija de Luis Miguel e íntima amiga de la novia. Pero Vanitatis no ha podido confirmar su presencia y en las redes sociales el silencio de Salas es sepulcral. Cómo en las cuentas de la mayoría de invitados, quienes no han colgado ni imágenes ni referencias a la boda.

Quienes sí estaban entre las amigas de ella, aunque no han colgado imágenes de la fiesta, son Fernanda Medina, Camila Basurco y Alejandra Remón, tres it girls y miembros de familias adineradas y con una vida cosmopolita muy parecida a la de los novios, que viven en Miami pero pasan el tiempo de viaje.

Los novios empezaron a salir juntos hace ya tres años y la primera vez que se dejaron ver como pareja fue precisamente en la boda de unos amigos, la de Carlos Pérez Pla y Pedro Bravo en Gijón en 2021.

Alonso Aznar y Renata Collado dejaron muy claro a sus invitados que no querían que se publicaran imágenes porque eran conscientes de que los medios andábamos detrás de cualquier publicación y ellos no quieren aparecer.

El paparazzi Sergio Bellido viajó hasta el Yucatán para intentar captar alguna imagen y fue en vano. Lo comentaba el mismo en el programa ‘Fiesta’ de Telecinco el pasado domingo. Supo de la presencia de algunos invitados pero el celo en lo de dejarse ver hizo su trabajo imposible y volvió a casa con las manos vacías.

Quienes han paseado por Mérida y se han dejado fotografiar con admiradores son los padres del novio. Hay imágenes del expresidente del Gobierno en las calles de la ciudad mexicana y también a su llegada al aeropuerto.

Los padres de la novia, desconocidos en nuestro país, son caras reconocibles en México, donde forman parte de la alta sociedad local. Ambos, ya separados, tienen relaciones con personajes poderosos en el país. Pedro, el padre de Renata, mantiene amistad con la familia Chedraui, para la que ha trabajado. Mónica de Cima, la madre, es fotógrafa, como la propia novia, aunque en su caso especializada en el mundo ecuestre. En su perfil de Instagram podemos ver campeonatos de hípica por medio mundo.

El matrimonio se separó en 2004 y juntos tuvieron cuatro hijos. Además de Renata, está Valentina, editora de ‘Vogue’, casada con está con el costarricense Christian Rojas, CEO de Lithiumpr, especializada en relaciones públicas, y fundador de TILA, una app de bienestar. Valentina y Christina han sido padres por primera vez este año. El otro hermano de Renata es Mateo, abogado que trabaja en una plataforma bancaria impulsada por la familia Chedraui. Y el menor, Cristóbal, jinete de saltos de profesión.

Ninguno de los miembros de la familia Aznar, siempre solícitos y amables con la prensa, han querido hablar estos días del enlace. Alonso Aznar se ha labrado una carrera en los negocios y es de eso de lo que prefiere hablar, según dice a este medio. Instalado en Miami desde hace un tiempo junto con su novia, el benjamín de los Aznar-Botella se ha convertido con los años en un empresario e inversor con buen ojo en grandes negocios.

Trabaja de sol a sol desde que se fue a vivir fuera de España, nada más terminar la carrera, y quiere que se le conozca por sus logros profesionales. Su ya esposa es una fotógrafa y activista en la lucha por el medio ambiente, y tampoco quiere salir en prensa por motivos íntimos. Y parece que por el momento lo han logrado porque sus invitados no han colgado imágenes que desvelen detalles del enlace.