Un salteado de garbanzos: la receta sencilla y deliciosa que querrás probar hoy mismo

• Esta receta italiana fácil y saludable que se prepara en solo 5 minutos
• Esta es la receta rica en hierro que no puede faltar en tu mesa este otoño

Cada vez son más las recetas rápidas y saludables que se proponen para nuestro frenético día a día. Cuando el hambre aprieta y el tiempo escasea, el salteado de garbanzos se convierte en una apuesta ganadora para quienes buscan una opción rápida, nutritiva y sabrosa. Según un artículo reciente publicado en el medio ‘El Español’, este plato, tan práctico como saludable, es perfecto para incorporar las legumbres a nuestra dieta de forma sencilla y deliciosa.

En concreto, la receta no puede ser más simple: dos tazas de garbanzos cocidos, dos cebollas grandes, un poco de aceite de oliva virgen extra y especias como nuez moscada, pimentón dulce, sal y pimienta. Para el paso a paso, en primer lugar, sofríe las cebollas hasta que estén transparentes. Acto seguido, añade las especias y, tras un par de minutos, mezcla los garbanzos cocidos.

Respecto al tiempo, unos 11 minutos de cocción a fuego medio-bajo son suficientes para lograr que los sabores se amalgamen en una explosión de gusto reconfortante. Además de su preparación express, el salteado de garbanzos es versátil. Es decir, puedes personalizarlo con tus verduras favoritas, como pimientos, calabacín o espinacas, o incluso darle un toque picante si te apetece algo más atrevido.

El garbanzo, esa legumbre milenaria, no solo destaca por su capacidad para sobrevivir a las sequías, sino también por su riqueza nutricional. Es una fuente excepcional de proteínas vegetales y fibra, clave para el tránsito intestinal, y tiene un bajo contenido en grasas. Además, estudios recientes apuntan a sus beneficios para reducir el colesterol, los triglicéridos y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

En particular, en España contamos con variedades como el garbanzo pedrosillano o el castellano, cada una con sus peculiaridades, pero todas perfectas para esta receta. Además, su conservación es sencilla: se pueden refrigerar o congelar tras cocinarlos, lo que los convierte en un recurso ideal para tus platos semanales.