Cayetano Martínez de Irujo ya no se enfada

Mónica Hoyos y Cayetano Martínez de Irujo se han convertido en la pareja del momento. Y lo bueno que tienen es que no se esconden. Puede ser que el carácter abierto y simpático de Mónica haya tenido algo que ver a la hora de dulcificar las reacciones del hijo de la duquesa, pero el caso fue que no puso pegas y se dejó fotografiar en su paraíso particular de la playa de Malendi cuando paseaba y se bañaba con Mónica. 

En este lugar de Kenia compró hace años una casa donde suele instalarse parte de las vacaciones de Navidad. La Nochebuena siempre las pasa con su madre y sus hermanos en el Palacio de Liria, en Madrid, y después se pierde por otro continente como si fuera uno de los protagonistas de Memorias de África. Por eso, el haber invitado a Mónica para que compartiera con él uno de sus lugares preferidos hacer pensar que la historia sentimental tiene recorrido y por lo tanto, no se trata de un ligoteo pasajero. 

Para Mónica sería su primera relación seria después de la etapa tan confusa que le produjo su separación de Carlos Lozano, con quien tuvo a su hija Luna. La que fuera azafata del 'El Precio Justo' es una mujer poco dada a la frivolidad y salvo algún tonteo sin mayores consecuencias, su vida la ha compartido con las amistades de siempre, que la apoyaron incondicionalmente en su difícil ruptura, donde nunca quiso dejar en mal lugar a su ex, a pesar de las infidelidades públicas.

De hecho le llegaron a ofrecer importantes cantidades de dinero por sentarse en un plató y contar las causas de los desencuentros afectivos. Prefirió buscarse las habichuelas y las de su hija por los mismo caminos que utiliza la gente legal. Es decir, trabajando, ya fuera como modelo, presentadora o imagen de alguna firma comercial.

La historia que ahora acaba de comenzar entre el conde de Salvatierra y Mónica se inició el 18 de diciembre cuando los dos acudieron a un torneo benéfico de baloncesto en Madrid. Se conocían de vista, pero no habían tenido oportunidad de tratarse más a fondo. Después de ese encuentro quedaron en más ocasiones y se entendieron a la perfección.

El siguiente paso, ya más serio, fue la invitación formal por parte de Cayetano para que pasara parte de las navidades con él en África. Un marco incomparable (que dirían los cursis) para un amor incipiente que, según confirma su entorno, es más que probable que pase a mayores.

Mónica, una mujer comprometida y solidaria, llevo varias maletas con ropa, material de escritorio y juguetes para la escuelita y los niños de Malendi. También tuvo un detalle que seguramente emocionaría a su caballero andante. Compró una televisión en una de las tiendas de la zona para la misma escuela del pueblo. El hijo jinete de la duquesa de Alba ha encontrado por fin a su princesa y ojalá esta vez no busque demanda externa cuando la interna es excepcional.