Juan Abelló y Ana Gamazo casan a su hijo Miguel por todo lo alto en su finca de Toledo

Este sábado por la tarde, Miguel, el hijo pequeño del empresario Juan Abelló y Ana Gamazo Hohenlohe, daba el ‘sí, quiero’ a Carmen Frühbeck, su prometida, en una íntima ceremonia. Una boda sin demasiado boato, pero elitista, donde no faltó la clase propia de una familia tan poderosa e influyente como la del novio.

El enlace se celebró en las más estrictica intimidad de 'Las Navas', la finca toledana que los Abelló poseen en Los Yébenes, decorada hasta el más mínimo detalle por el interiorista Ramiro Jofre. El selecto banquete, como no podía ser de otra forma, se cocinó a fuego lento entre las bambalinas de Zalacaín, el restaurante favorito de la jet set del que Luis García Cereceda, padre de La Finca, fue su alma máter hasta su muerte.

Los invitados: familiares y amigos cercanos. Muchos nombres conocidos. Grandes personalidades del mundo de los negocios. Jaime de Marichalar, los Cortina, Ana Botella... Pocos en comparación con los rostros famosos de la fiesta de pedida de mano con la que el novio, abogado de profesión que se encarga de los negocios de su padre en China, quiso sorprender a su chica hace una semana. Florentino Pérez, Isabel Preysler, Alberto Ruiz Gallardón, María Dolores de Cospedal, Elena Cué, los March o los Entrecanales se dieron cita en un cónclave improvisado que no tenía nada que envidiar al Bilderberg. La novia quedó encantada, y su familia todavía más.

Sólo faltó el Rey, gran amigo de Juan Abelló y contrincante sin igual en época de berrea. Precisamente, los corzos con los que el empresario se mide con Su Majestad, otra de las grandes escopetas del país, también han sido testigos de un día tan relevante para los Abelló-Gamazo, que no vivían una boda en la familia desde 2006.

Por entonces, Christian Abelló pasaba por la vicaría con Paula Luengo Artiñano, en un acontecimiento que reunió a lo más granado de la alta sociedad. No en 'Las Navas', sino en 'El Águila', la otra finca que la familia posee en Oropesa, un pequeño pueblo de Toledo, donde los Gamazo pueden presumir de raigambre. Ahora, cinco años después se repite la historia con Miguel y Carmen, que no han contado con el privilegio de tener en su enlace al príncipe Felipe, como sí ocurrió en la boda de Juan Claudio Abelló y Marta Álvarez, hija de Isidoro Álvarez.

Eran otros tiempos. Como también lo son ahora. Especialmente agridulces para Abelló que no vive sus mejores días en Sacyr, compañía de la que es uno de sus principales accionistas. El próximo día 20, el empresario está citado a una vista judicial, junto a Demetrio Carceller y el grupo Satocán, con motivo de la demanda que estos tres interpusieron contra uno de los últimos consejos de administración del grupo de construcción y servicios, que preside Luis del Rivero.

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