Así es la casa (registrada) en la que los Pujol se marcaron un 'Bertín Osborne'

Tras la detención de Jordi Pujol Ferrusola, conocido como Júnior, la casa en la que se criaron los siete hijos del matrimonio ha vuelto al foco mediático. La casa de la familia Pujol en la popular ronda General Mitre, en Barcelona, ha pasado de ser la vivienda del Molt Honorable President a ser uno de los domicilios de Barcelona más visitados por la policía en los últimos años.

Y como siempre ha sucedido, los vecinos se han quejado. Situado en la zona alta y noble de Barcelona, rodeados de vecinos ilustres como la cantante Montserrat Caballé o el matrimonio de Carles Puyol, excapitán del FC Barcelona, y la modelo Vanesa Lorenzo, con la clínica Sagrada Familia cerca, algunos colegios como las teresianas y las monjas alemanas (ahora conocido como María Ward), la casa de los Pujol ha pasado de discreta a famosa. Y eso no gusta a los burgueses catalanes, acostumbrados a hacer sin que nadie se fije en ellos.

El inmueble es un apartamento de 147 metros cuadrados (123 de vivienda, el resto es de elementos comunes), según los datos del registro mercantil. El apartamento, que ya no tiene ninguna carga, se encuentra en un edificio construido a finales de la década de los 50, a donde se mudó el matrimonio Pujol-Ferrusola al casarse (se casaron en 1956) y de donde no han salido ni cuando él fue elegido presidente de la Generalitat.

Es una casa sencilla, que en lenguaje de agencia inmobiliaria significa que debería ser 'actualizada'. El comedor es amplio, con suelos de madera y techos adornados con lámparas de los años ochenta (y no es un recurso 'vintage') y muchas muchas fotos de la familia. La decoración es prácticamente la misma desde aquella época, no han tocado nada, les gusta decir, haciendo gala de esa austeridad de la que siempre había presumido Pujol.

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Escenario de su austera normalidad

Pero ¿por qué sabemos tantos detalles de la casa? Ajenos a lo que les deparaba el futuro, los Pujol abrieron las puertas de su hogar a los medios de comunicación. Lo habían hecho muchas veces, pero la más clara fue en septiembre de 2012, cuando el presentador Albert Om entró en la vivienda del 'ex Molt Honorable' para rodar su programa 'El convidat', en el que pasaba un par de días hospedado en casa de algún famoso.

El fin de semana del periodista con los Pujol fue íntimo y se puede ver incluso en YouTube: Pujol llegó a fregar los platos ante las cámaras. Uno se imagina a la pareja y sus siete hijos en ese espacio y se antoja un poco justo. Si nos imaginamos a toda la familia reunida -tienen 17 nietos-, la cosa se complica. Sobre todo si tenemos en cuenta la de dinero que han amasado a lo largo de los años, según el juez.

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Vecinos hartos

Desde que saltara el caso Pujol, la zona en la que vive la familia (el último hijo en irse fue Oriol, el benjamín), los vecinos han vivido momentos incómodos. “Estamos hartos de tanto movimiento y de tanto robo -comenta una señora que vive en un edificio colindante-. Entiendo perfectamente que muchos salgan con cacerolas y otras cosas para hacer ruido y quejarse”.

Es lo que ha sucedido en estos tiempos convulsos: los Pujol han cambiado su rutina y salen poco de casa porque lo que fuera un barrio acogedor para ellos se ha convertido en un territorio hostil.

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