Un terrenito en Carabanchel, lo único a nombre de la condesa viuda de Romanones
Ni palacios ni fincas en Extremadura. Aline Griffith solo tiene a su nombre parte de un terreno de 940 metros en el madrileño barrio de Carabanchel. Otro misterio más en su vida
Aline Griffith, condesa viuda de Romanones y exagente de la CIA, según ella misma contaba, falleció la noche del lunes en su domicilio de Madrid a los 94 años, como ha informado en primicia Vanitatis. Si uno piensa en su legado patrimonial, viene a la mente su finca Pascualete, muy cerca de Trujillo, en su querida Extremadura o algún ático con vistas de su Nueva York natal. Sin embargo, la mujer que en 1947 se casó con Luis Figueroa, conde de Quintanilla, con quien tuvo tres hijos, Luis, Álvaro y Miguel, solo tiene a su nombre un terreno que no llega a mil metros en el corazón del barrio de Carabanchel bajo, en el margen izquierdo del madrileño río Manzanares, en el barrio de Puerta del Ángel. Tal cual.
No sabemos si alguna vez la elegantísima condesa pisaría este barrio popular de Madrid, pero así figura en el Registro de la Propiedad. De hecho, comparte titularidad del mismo con su difunto esposo y un supuesto matrimonio amigo. Ellos tienen el 40% y los ya fallecidos condes de Romanones, el 60. Un ya fallecido juez de instrucción de la época de Franco, Rafael Peidró, y su mujer son los otros dueños del terreno situado en suelo urbano.
Ubicar la parcela de la exmodelo es algo bastante complejo ya que la finca no está coordinada con el catastro. Solo sabemos que linda con la calle de doña Mencía y una zona ajardinada y en el sur, con la calle de Caramuel. Pero en la actualidad hay varios bloques de viviendas que tienen más de cuarenta años de antigüedad.
La compra fue firmada en 1971 y la vista que ofrece el espacio dista mucho de ser un bloque de viviendas en el barrio de El Viso, más del gusto de esta mujer que fue un referente intelectual para toda una generación. Espía y escritora, su vida se convirtió en una de las más fascinantes para la prensa del corazón a mitad del pasado siglo. Fue en 1943 cuando fue destinada a España como agente operativa asistente de cifrado para la OSS durante la Segunda Guerra Mundial.
En El Viso, solo como usufructuaria
La parcela de Carabanchel, eso sí, está libre de cargas. No como la otra propiedad en la que aparece el nombre de la condesa viuda: el chalet de El Viso donde residía en Madrid. Casi 500 metros de parcela a un paso de la clínica San Francisco de Asís, donde falleció y donde se ha montado la capilla ardiente. En la señorial calle Castellón de la Plana tenía su residencia y es donde la condesa se dedicaba a la escritura.
En planta de sótano, ochenta metros cuadrados; en planta baja ciento ochenta metros cuadrados; y en planta alta, ciento diez metros cuadrados, destinándose el resto de la superficie del solar a jardín. Un oasis a un paso de la Castellana, donde Aline desarrollaba incansable sus proyectos periodísticos y literarios.
Esta recoleta mansión, a un paso de la de Florentino Díaz, tiene un embargo a favor de ella en cuanto a una participación de 1/3 de 1/2 de la nuda propiedad adquirida por Álvaro Figueroa Griffith, que es su hijo mayor y actual conde de Romanones para responder 3.439.000 pesetas. La anotación preventiva de embargo queda prorrogada por cuatro años a partir de 21/11/2001. No aparece la cancelación del mismo reflejada en el documento público.
Lo que sí es cierto es que Álvaro Figueroa (separado desde hace años de Lucila Domecq Williams -madre de Cristina, Carla, Álvaro, Alonso y la mediática Lulú) heredó el título en 1988, tiene domiciliadas varias empresas en el domicilio materno, una de ellas con embargos en 2017 de la Agencia Tributaria.
Luis y Miguel, los otros hijos de la condesa, son los propietarios al 50% de la nuda propiedad y ella era al 100% la usufructuaria. Luis es el conde de Quintanilla. Estuvo casado con Theresia zu Sayn-Wittgenstein, familia del primer marido de la princesa Corinna, la amiga entrañable del Rey. De su matrimonio nacieron Luis y Juan. Después de separarse, el conde de Quintanilla contrajo matrimonio con Inés Márquez Osorio, madre de sus hijos pequeños: Beltrán , Inés y Jaime.
El tercer vástago de Aline es Miguel, que ha intentado ser igual de discreto que Álvaro. Soltero y sin hijos, en la actualidad aparece como consejero de Pascualete S.A. El misterio del terreno en Carabanchel se sumará a la leyenda de la exespía que nunca llegó a contar todo lo que sabía.
Aline Griffith, condesa viuda de Romanones y exagente de la CIA, según ella misma contaba, falleció la noche del lunes en su domicilio de Madrid a los 94 años, como ha informado en primicia Vanitatis. Si uno piensa en su legado patrimonial, viene a la mente su finca Pascualete, muy cerca de Trujillo, en su querida Extremadura o algún ático con vistas de su Nueva York natal. Sin embargo, la mujer que en 1947 se casó con Luis Figueroa, conde de Quintanilla, con quien tuvo tres hijos, Luis, Álvaro y Miguel, solo tiene a su nombre un terreno que no llega a mil metros en el corazón del barrio de Carabanchel bajo, en el margen izquierdo del madrileño río Manzanares, en el barrio de Puerta del Ángel. Tal cual.
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