Meghan Markle y Harry aterrizan en Dublín para su visita oficial a Irlanda

El príncipe Harry y Meghan Markle han aterrizado esta tarde en el aeropuerto de Dublín para su visita oficial de dos días a Irlanda. En medio de una gran expectación, la pareja real ha bajado de un charter privado pasadas las seis de la tarde, donde les estaba esperando un fuerte dispositivo de seguridad y medio centenar de periodistas acreditados. Se trata del primer viaje oficial de la pareja desde que se casó hace apenas unas semanas.

[Leer más: Meghan Markle sorprende de negro por primera vez desde su boda]

La duquesa de Sussex ha vuelto a acertar con un top y una falda en verde retro (el color irlandés por excelencia) de Givenchy, la firma que también la vistió el día de su boda y que tiene todas las papeletas para convertirse en su marca de cabecera.

Leer más: El perdón de Meghan Markle: apuesta por la diseñadora que la acusó de plagio

El programa de los duques de Sussex para estos días es de infarto. Tras aterrizar en el aeropuerto de Dublín, se han dirigido a Merrion Street para mantener un encuentro con el primer ministro Leo Varadkar. Después, los recién casados tienen una cita en el jardín de Glencairn House, donde el embajador británico les ha preparado una fiesta de verano en la que podrán departir con personas relevantes de la sociedad irlandesa.

El miércoles, el programa empieza con un encuentro con el presidente de la República de Irlanda, Michael D. Higgins. Después, seguirán el protocolo de cualquier buen turista en Dublín: acercarse al Trinity College para contemplar el famoso Libro de Kells, un manuscrito realizado por monjes celtas en torno al año 800 que es considerado el mayor tesoro cultural del país. Tras ello, visitarán el Famine Memorial de los muelles de Dublín, un sobrecogedor conjunto escultórico que rinde homenaje a la hambruna que arrasó Irlanda a mediados del siglo XIX.

También tendrán tiempo de visitar el Irish Emigration Museum (que permanecerá cerrado durante la presencia de la pareja real) y de conocer algo del nuevo tejido empresarial irlandés a través del Dogpatch Lab. Después partirán de vuelta a Londres.