Felipe VI, en un corrillo: "A ver si consigo llevar a Leonor a Girona"

A gritos de “Viva el Rey” y “Viva la Princesa”, ante un público en pie, entregado y encendido, don Felipe, doña Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, entraron al auditorio del Palacio de Congresos de Barcelona con una gran sonrisa. Y así salieron, coreados por los asistentes a la gala de entrega de los X Premios Princesa de Girona, momento que el monarca aprovechó para charlar después con los invitados. Entre foto y foto, Felipe VI tuvo tiempo de compartir impresiones con grupos que se le acercaban encantados. “A ver si puedo llevar a Leonor a Girona”, les decía a un trío de mujeres entregadas, llegadas desde Girona para la ocasión.

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“Tiene que venir, Majestad, necesitamos que nos visite”, le decían entusiasmadas. “Claro, claro”, asentía el Rey entre sonrisas. Todos querían hacerse una foto con él, entre copas de cava y frutos secos, entre empujones y algún que otro cristal roto.

Si en la gala tanto el Rey como la Princesa tuvieron que levantarse incluso después de haberse sentado para saludar de nuevo a los asistentes, en la calle se quemaban carteles con sus fotografías. Algo que parecía no tener demasiada trascendencia en el interior del Palacio de Congresos, donde los vítores acallaban cualquier crítica. “La niña Leonor es ¡maravillosa, maravillosa!”, decía una mujer que prefirió no darnos su nombre. “Estamos tan agradecidos de que hayan venido -comentaba una amiga-. Fíjate que la han aplaudido más aquí que en Oviedo”.

Discurso en catalán

La expectación era enorme si tenemos en cuenta la llamada al boicot del acto que habían realizado sectores del independentismo, incluidos ERC y JxC. La familia real respondió a los ataques con su presencia y con el gesto emocionado, en especial la heredera: ante unas 1.300 personas, la Princesa de Girona pronunció el que ha sido su tercer discurso oficial -tras el de Oviedo y Asiegu-. Y lo hizo en catalán, con continuos guiños a Cataluña, lo que fue como un bálsamo para los asistentes, muchos de ellos defensores de la unidad de España.

Muchos otros habían tenido problemas para acceder al recinto por las protestas del exterior y estaban con los ánimos caldeados. Así que las palabras de la Princesa y después las de su padre fueron recibidas con fuertes y largas ovaciones. “Desde bien pequeñas, a mi hermana, la infanta Sofía, y a mí, nuestros padres nos han hablado de Girona y de Cataluña siempre con verdadero afecto. Gracias a ellos sabemos muchas cosas de la historia y la cultura catalanas”, dijo la heredera en un perfecto catalán. Antes había pronunciado palabras de agradecimiento, en castellano, al público y a la organización.

"En mi corazón"

Aunque el grueso del discurso de la Princesa fue en catalán, idioma que aprende en casa desde hace años: “Gracias por vuestro compromiso con los jóvenes y con una tierra, Cataluña, que siempre ocupará un lugar especial en mi corazón”. Así se pronunció también su padre, el Rey, quien habló tras la heredera y remarcó que Leonor ostenta el título de Princesa de Girona, que “lleva con orgullo consciente de su significado histórico e institucional”.

El Rey también pronunció en catalán una parte importante de su discurso, algo que siempre ha hecho cuando visita estas tierras. Y lo hizo para cargar contra las protestas independentistas y contra quienes defienden la independencia de Cataluña. “Permitidme que continúe con mis palabras en catalán, como hago siempre que tengo oportunidad de estar en Cataluña y como por primera vez ha hecho hoy la Princesa de Girona”.

Y como hace casi siempre que visita Cataluña, Felipe VI se reunió después del acto con representantes de mundo empresarial catalán en un encuentro más íntimo en el mismo Palacio de Congresos.

Condena a la violencia

Con una firme defensa de una Cataluña constitucional y democrática y una dura condena a la violencia y la intolerancia, el monarca arrancó los aplausos de un auditorio en el que se encontraba lo más representativo del empresariado catalán. José Crehueras (Planeta), Josep Oliu (Banc Sabadell), Isak Andic (Mango) y Carlos Godó (Grupo Godó) son algunos de los personajes de la alta sociedad catalana que este lunes aplaudían al Rey. Un monarca que se volvió a mostrar severo con el independentismo y que, pese a las protestas, no ha querido dejar de visitar Barcelona con su familia.

Porque el jefe del Estado prepara a su heredera para desempeñar un papel no siempre amable y para enfrentarse a jornadas complejas como lo fue la de este lunes. Por muy duro que sea para una niña de 14 años. “No creo que os descubra nada, ni os sorprenda, al confesaros que oír aquí esta tarde las palabras que nos ha dirigido a todos nuestra hija, la Princesa de Asturias y de Girona, nos llena a la Reina y a mí de una enorme alegría”. Así arrancó su discurso un sonriente y emocionado Felipe VI. “Porque -añadió el monarca- volvemos a comprobar que la princesa Leonor está empezando a asumir sus obligaciones con ilusión y sentido del deber”.

Es la cuarta vez que la Princesa habla en público: la primera fue la lectura del primer artículo de la Constitución, en la celebración del 40 aniversario de la Carta Magna en el Instituto Cervantes de Madrid. Aunque el primer discurso propiamente dicho tuvo lugar hace pocas semanas en Asturias en un lugar amable y entregado, nada que ver con lo sucedido este lunes en las calles de Barcelona. Sí en el auditorio. Repitió después en Asiegu con igual recibimiento.

Lecciones aprendidas

Dicen que se aprende a base de caerse y levantarse, en especial los niños. Bajo esta premisa, la Princesa se marchará de Barcelona con varias lecciones aprendidas. Encerrados en una especie de búnker, alejados de las protestas ciudadanas por un extenso perímetro de seguridad, los Reyes y sus dos hijas presidieron la gala de entrega de los X Premios Fundación Princesa de Girona rodeados de unas medidas policiales excepcionales.

Nada en esta cita fue como estaba previsto. Desde el cambio de sede de Girona a Barcelona, anunciado hace un año, hasta el cambio de alojamiento de los Reyes. El anuncio de intento de boicot por parte de grupos independentistas ha dado la vuelta a todos los planes. Los Reyes llegaron el día antes, a las 20:30 horas, y en lugar de alojarse en el Palacete Albéniz, lo hicieron en el hotel Fairmont Juan Carlos I, junto al recinto ferial, para evitar cuatro desplazamientos en dos días de punta a punta de la ciudad.

Tras la intensidad del lunes, este martes los actos de la Fundación Princesa de Girona continúan con un ambiente, se espera, más relajado. Los premiados de este año han sido el neurólogo y emprendedor Ignacio H. Medrano, el matemático Xavier Ros-Oton, la emprendedora social Begoña Arana, el director de escena Rafael R. Villalobos y la cofundadora de la organización internacional Humanity Crew, Maria Jammal. Se celebra el X aniversario de los premios y los Reyes y sus hijas quieren compartir las experiencias con algunos de los galardonados, todos jóvenes con talento y grandes ideas.