De unos llamativos pendientes a un vestido poco acertado: el último look de Máxima
Sigue el despliegue de nuevos estilismos protagonizados por la reina de Holanda y aquí viene uno con sorpresa
Nos cuesta mucho comprender cómo una misma persona, en este caso, Máxima de Holanda, puede aparecer con dos looks tan dispares provocando con ellos un resultado completamente opuesto, y todo con tan solo un día de diferencia. Justo el que separa el estilismo floral con sello español que lució hace poco, recordemos que la reina de los Países Bajos apostó por incorporar un maxicinturón trenzado de Teresa Helbig a su vestido, del último y más reciente que nos ha dejado sin palabras.
Primero por lo llamativo de sus pendientes, la procedencia y el precio de los mismos, y segundo por la mala elección de su vestido, otro reciclaje de su fondo de armario que se suma a su tanda de despliegue de looks, pero que, a diferencia de otros, no nos ha convencido del todo.
La reina Máxima ha asistido a un evento celebrado en un teatro de Ámsterdam con motivo del Día Nacional de la Mesa de Música para impulsar la educación musical en el colectivo infantil y allí ha lucido dicho outfit.
Hablemos primero de los pendientes. Se trata de un original y llamativo diseño creado por la marca de lujo italiana Prada que, según su tienda online, cuesta 460 euros. Una pieza de bisutería con un alto precio que sin duda se ha convertido en el centro de atención del nuevo look de Máxima.
En esencia son unos pendientes de plata en tamaño XL con un adorno que simula ser una concha de color gris perla con efecto anacarado y que se decora con detalles dorados para lograr un efecto brillante. Forman parte de una colección de joyas que Prada ha lanzado con motivos marinos. Aquí los tienes.
Pasamos ahora a analizar el vestido. Últimamente y siempre que Máxima se propone sacar a pasear de nuevo un ejemplar que habita en lo más profundo de su vestidor, opta por su marca de cabecera, Natan, y lo dicho, no suele estar muy acertada con esos rescates.
En esta ocasión se trata de un vestido de flores que la reina de Holanda estrenó en el año 2013 y que ha llevado en repetidas veces con un marcado patrón de línea A, ajustado en el cuerpo y con volumen en la falda, sin mangas, de largo midi y con un estampado floral en tonos azules y grises.
Para darle un nuevo aire e intentar actualizar este look, Máxima ha incorporado un pañuelo al cuello del mismo tejido que el vestido, un minicinturón en azul navy, una cartera de mano a juego y una chaqueta de punto en tono nude.
Nos cuesta mucho comprender cómo una misma persona, en este caso, Máxima de Holanda, puede aparecer con dos looks tan dispares provocando con ellos un resultado completamente opuesto, y todo con tan solo un día de diferencia. Justo el que separa el estilismo floral con sello español que lució hace poco, recordemos que la reina de los Países Bajos apostó por incorporar un maxicinturón trenzado de Teresa Helbig a su vestido, del último y más reciente que nos ha dejado sin palabras.