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Sin rastrillo Nuevo Futuro: del Rey regalando ropa a doña Pilar destripando secretos
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SEGUNDO AÑO CANCELADO

Sin rastrillo Nuevo Futuro: del Rey regalando ropa a doña Pilar destripando secretos

Han pasado cincuenta y tres años de aquella primera inauguración en la que Menchu Herrero Garralda y la infanta organizaron su primer rastrillo

Foto: La infanta Pilar, en una imagen de archivo. (Getty)
La infanta Pilar, en una imagen de archivo. (Getty)

Han pasado cincuenta y tres años desde que sus fundadoras, la infanta Pilar de Borbón y Carmen Herrero Garralda, abrieron por primera vez el rastrillo de la fundación Nuevo Futuro. Se trataba de recaudar fondos para los hogares de acogida que se creaban para dar a los niños un ambiente familiar

Durante más de medio siglo, esta almoneda se convertía en la apertura oficiosa de las navidades. Al principio lo más llamativo era que marquesas, duquesa y condesas se colocaban su delantal y servían en los restaurantes y puestos que se montaban en el recinto. Otras vendían en los puestos antigüedades que sacaban de casa. Había, joyas, ropa infantil o cualquier objeto que podía atraer a la clientela. La mayoría eran cedidas por firmas importantes. El fin era recaudar lo máximo posible para esas casas en las que varios niños o hermanos convivían con una figura materna y paterna creando un ambiente familiar.

Por los hogares de Nuevo Futuro en estos cincuenta y tres años han pasado cerca de quince mil niños a los que se les ha ofrecido un porvenir. La infanta Pilar lo explicaba en una de las aperturas anuales: “Todos los niños han estudiado y han tenido un ambiente estructurado, y lo más bonito es que ahora que son hombretones y mujeres con una vida feliz, se guardan sus vacaciones para ayudar a que esto funcione".

placeholder Cósima Ramírez, Pilar de Borbón y Pina Sánchez, en el rastrillo benéfico de Nuevo Futuro. (EFE/Ana López Vázquez)
Cósima Ramírez, Pilar de Borbón y Pina Sánchez, en el rastrillo benéfico de Nuevo Futuro. (EFE/Ana López Vázquez)

Este año, igual que sucedió en 2020, no se abrirán las puertas de la almoneda en el recinto de la Casa de Campo. Si en la edición anterior la causa fue las restricciones sanitarias, esta vez se suma que el lugar donde siempre se hacía está reservado para que tenga lugar la Copa Davis. La alternativa era retrasarlo, pero no tenía mucho sentido cuando una de las características principales del montaje solidario son las compras navideñas. Según explicaba Pina Sánchez Errázuriz a Vanitatis: “Ya veremos si en primavera lo retomamos con otra vertiente. Ahora lo que hemos organizado ha sido la subasta de capones Cascajares el próximo 29 de noviembre en el hotel Palace”.

Los rastrillos del pasado

La última aparición pública de doña Pilar antes de su fallecimiento fue precisamente en la presentación de esta iniciativa. Durante un tiempo ejercía de camarera. Se colocaba el traje de faena y servía cafés, almuerzos, cenas y gin-tonics, que según los comentarios de la clientela nada tenían que envidiar a los que se servían en bares especializados.

Hace cuatro años, el propio rey Juan Carlos apareció sin avisar y la hermana no daba crédito: “Me sorprendió hasta mí. Yo estaba encantada, como loca. Trajo ropa suya, que se vendió como rosquillas”. En los años siguientes, esta iniciativa de ofertar su propia ropa se convirtió en costumbre y en broma se decía: “Que llega el armario del Rey de oferta”.

placeholder El rey Juan Carlos y doña Pilar, durante su visita al rastrillo Nuevo Futuro. (EFE/Víctor Lerena)
El rey Juan Carlos y doña Pilar, durante su visita al rastrillo Nuevo Futuro. (EFE/Víctor Lerena)

Era la infanta la que se encargaba de recordar al monarca el tema para que el servicio de Zarzuela rebuscara en los aposentos reales y se lo enviara. Este apartado del rastrillo era uno de los más buscados y en cada edición no quedaba ni una corbata. “Se vendía al minuto”, contaba.

La duquesa de Badajoz era además una fuente inagotable de noticias. Los periodistas lo sabían y en cuanto surgía alguna información clave referente a la familia Borbón, el rastrillo se convertía en zona a explorar. Sin querer, fue la protagonista que confirmó el noviazgo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. El rumor estaba en la calle y, al preguntar los periodistas por el deportista y el compromiso, explicó: “Estamos muy contentos y mi sobrina feliz”. Más tarde supo que no había comunicado oficial de Zarzuela. Al año siguiente ya avisó que no tenía intención de contar nada.

Ilustres compradoras

En el 2019, la protagonista fue la reina Letizia, que por segunda vez acudía al rastrillo y esta vez ya como consorte titular. Nunca le gustó, quizá por falta de información. Lo hizo con doña Sofía, que nunca faltó a ninguna edición e incluso se quedaba a comer con su cuñada, doña Pilar. La madre de Felipe VI recorría los puestos, donde adquiría regalos para empleados de Zarzuela, sobrinos y familia. En 2014 gastó en el recinto de Nuevo Futuro algo más de 500 euros y jugó a la tómbola. En su cesta de la compra de ese día había cajitas de música, mermeladas y crema de trufas que compró en el Revoltillo, que así se llamaba el puesto que regentaba la arquitecta Pergentina Rebuelta.

En otros, adquirió quesos, matrioskas, pulseras de plata, adornos de Navidad, un belén peruano, pañuelos de seda, rosquillas y baratijas. Esta costumbre de comprar también la practicaba la duquesa de Alba. En su caso, era compradora compulsiva en el Nuevo Futuro de Sevilla.

placeholder La reina Letizia y doña Sofía, con la presidenta de la asociación Nuevo Futuro, Josefina Sánchez Errázuriz. (EFE/Zipi)
La reina Letizia y doña Sofía, con la presidenta de la asociación Nuevo Futuro, Josefina Sánchez Errázuriz. (EFE/Zipi)

Mientras duraba la almoneda solidaria, las señoras salían por la mañana de sus casas y volvían al cierre. Antes de que los móviles fueran de uso imprescindible, el rastrillo sirvió para encuentros clandestinos. Era una manera de justificar las ausencias del hogar familiar. Una de las que acudía habitualmente era Marta Chávarri, que en aquellos años estaba casada con el marqués de Cubas, pero ya iniciaba su tonteo con Alberto Cortina. La joven marquesa, que tenía una relación espléndida con algunos periodistas, los convertía en sus colaboradores. “Si preguntan por mí, que estoy dando una vuelta”. En la puerta la esperaba un chófer para llevarla a su destino con el que después se convertiría en su marido.

Han pasado cincuenta y tres años de aquella primera inauguración en la que Menchu Herrero Garralda y la infanta Pilar organizaron su primer rastrillo, que hasta que llegó la pandemia era el anuncio de la Navidad.

Han pasado cincuenta y tres años desde que sus fundadoras, la infanta Pilar de Borbón y Carmen Herrero Garralda, abrieron por primera vez el rastrillo de la fundación Nuevo Futuro. Se trataba de recaudar fondos para los hogares de acogida que se creaban para dar a los niños un ambiente familiar

Reina Sofía Rey Don Juan Carlos
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