La admiración de Pablo por su padre, Iñaki Urdangarin: "Me da consejos todos los días"

La relevancia pública de Pablo Urdangarin ha crecido en los últimos meses en paralelo a su afianzamiento en el FC Barcelona, club por el que fichaba hace unos meses. Y aunque en principio su sitio estaba en el filial, su hueco en el primer equipo se está haciendo cada vez más grande. Por eso, es normal que sea ya un nombre habitual en los medios deportivos, especialmente tras el partido del pasado sábado, el mejor hasta la fecha según los entendidos. Convertido en uno de los protagonistas, no faltó tras el encuentro la entrevista para la televisión del club, en la que quedó clara la admiración que Pablo siente por su padre, Iñaki Urdangarin.

El chico ha heredado esta pasión por el balonmano del exduque de Palma, con la que consiguió durante sus años de carrera seis copas de Europa, dos recopas, cuatro supercopas de Europa, diez ligas Asobal, siete copas del Rey, nueve supercopas de España, tres copas Asobal y once ligas catalanas de balonmano, además de dos medallas olímpicas de bronce y una de plata en un campeonato europeo con la selección española. El palmarés es abultado, por lo que Iñaki Urdangarin es una de las grandes figuras del Barça y así se le recuerda, más allá de sus problemas judiciales.

Y si es una figura para los aficionados al balonmano, lo es más aún para su propio hijo, que no pudo disimular su orgullo al hablar de él ante los medios del club al terminar el partido que lo enfrentaba al Atlético Valladolid: "Tengo el ejemplo, tengo muchos consejos cada día, me ayuda con todo. Tenerle ahí cada día para preguntarle cualquier cosa y hablar de balonmano me ayuda mucho y lo aprovecho cuando estoy jugando". El chico hacía además referencia a la camiseta de Iñaki Urdangarin que sigue colgada en el Palau, donde se disputó el último encuentro.

Palabras de profunda admiración y respeto, pero que no nos pillan de sorpresa. Cuando Pablo tuvo que convertirse, a su pesar, en portavoz improvisado de la familia al conocerse la separación de sus padres y la relación de Iñaki Urdangarin con Ainhoa Armentia, el chico ya dejaba claro ante las cámaras que su amor por ambos progenitores era incondicional. Ni sus problemas con la justicia, ni su paso por la cárcel, ni esas fotos con su nueva pareja han sido motivo para que se distancie de su padre, que se ha convertido en su gran apoyo en esta nueva etapa deportiva.

Pablo, desde luego, no puede estar más contento con todo lo que le está pasando, ya que cada vez son más los minutos que tiene en el primer equipo, como resultado a todo su esfuerzo, tanto en el Barcelona como en sus anteriores etapas en Nantes y en Hannover, donde debutó: "Jugar tantos minutos y poder aprovechar la experiencia es increíble, y más en el Palau. Estoy encantado", relataba ante las cámaras del FC Barcelona. El joven jugador de balonmano hacía además referencia a sus años fuera, asegurando que le parecía imposible estar jugando con el primer equipo en su primer año en el nuevo club: "Es un sueño".

Eso sí, el hijo de la infanta Cristina no se conforma y quiere más: "No me pongo límites, quiero jugar aquí todo lo posible y hasta donde llegue, estaré contento. Confío en mí mismo". De ahí que esté tan contento con su entrenador, Carlos Ortega, del que reconoce que es "muy exigente": "Es lo que quiero. Un jugador joven que quiere mejorar siempre quiere que su entrenador le exija para sacar todo el potencial que tiene. Estoy aquí para aprender, para jugar y para ganar toda la experiencia que pueda".

Una intervención ante las cámaras que distaba mucho de aquella que le dio el gran subidón de popularidad, cuando salieron las primeras fotografías de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia y él se convirtió en el gran recurso de los medios de comunicación de Barcelona a la hora de conseguir alguna última hora de la familia. A pesar de que en ese momento descubrimos a un chaval muy educado y que contestaba con una gran tranquilidad y serenidad a los periodistas, no era la situación más cómoda para él.

En esta ocasión, en cambio, Pablo Urdangarin ha hablado de lo que más le gusta y le hace feliz, el balonmano, y de la persona que más le está ayudando en su carrera, su padre. Iñaki Urdangarin es el mejor ejemplo deportivo para su hijo y así queda patente en cada una de sus intervenciones, ya que no tiene para él más que palabras de admiración y respeto.

* Si no ves correctamente este formulario, haz click aquí